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Educ. Humanismo, Vol. 18 - No. 31 - pp. 225-240 - Julio-Diciembre, 2016 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-2121
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José Ángel Vera noriega, Carlos enrique Peña Meléndez
Introducción
La escuela rural multigrado y particularmen-
te la pluricultural requiere pensarse como un
universo conceptual independiente, pero cuidan-
do de no connar en él a una población mayori-
tariamente indígena, que se expresa mediante un
conjunto de mitos, ritos y tradiciones propios del
mexicanismo, pues así busca que en sus alum-
nos la institución educativa vaya estructurando
más, mejores y diferentes manifestaciones de
identidad nacional. Es importante partir de un
acuerdo sobre lo que esperamos de una escuela
de este tipo: con respecto al desarrollo de habili-
dades lógicas y de la lectoescritura, que procuren
contribuir con el mantenimiento de sus procesos
de identicación social y personal. También se
esperaría una actitud reexiva y crítica que fren-
te a su situación indígena y rural sirva para re-
producir los procesos sociales de comunicación,
educación, salud, religión, crianza, relaciones de
pareja y otros (Vera, Ramírez & Laborín, 2010).
¿Qué necesita aprender un niño indígena en
un grupo multigrado con su profesor en el pro-
ceso de enseñanza-aprendizaje? Primero, todo
sobre la historia de sus antepasados, sobre sus
trayectorias sociales y tradición oral, además de
las bases comunitarias y colectivas que hicie-
ron posible su subsistencia. Segundo, necesita
aprender a reexionar sobre sus proyectos, sus
producciones narrativas y las bases comunitarias
y colectivas que hacen posible su sobrevivencia.
Tercero, requiere ser capaz de planear un pro-
yecto familiar o colectivo y ser capaz de escri-
birlo y narrarlo. Creemos que esto podría ser el
objetivo de la escuela multigrado, la integración
e identicación del niño con su comunidad y la
posibilidad de una reexión sobre su pasado, su
presente y su futuro (Peña, Pérez & Vera, 2008).
No obstante, las técnicas educativas, conte-
nidos y en general el modelo curricular de dos
ciclos de la escuela de niños multigrado, aun
cuando está moldeado sobre condiciones ejem-
plares de la cotidianidad del niño, el modelo
formativo en habilidades académicas básicas es
muy parecido al de la escuela urbana de clase
media (Juárez, 2009). En este ambiente todas
las aspiraciones sociales y de los maestros van
dirigidas a la lectoescritura y matemáticas, leer,
escribir, sumar y restar. Los maestros se enfocan
a estas competencias básicas, y cuando encuen-
tran niños que ya las dominan, buscan su ayuda
para soportar los procesos de los más pequeños.
Los esfuerzos iniciales por la enseñanza de tó-
picos curriculares adscritos a cuarto, quinto y
sexto son poco estimulantes, pues los padres tie-
nen pocas habilidades para apoyar a los hijos si-
guiendo el esfuerzo de los maestros. Además, el
ciclo de enseñanza es corto, el número de horas
clase es mínimo y la insistencia por la urgencia
de los pagos salariales mantiene al profesor en
una condición de poca motivación, frente a un
esfuerzo máximo con pocas habilidades en sus
alumnos.
Entretanto las estrategias didácticas, motiva-
cionales de planeación y evaluación que les pro-
pone el programa diseñado por la Secretaría de
Educación Pública (SEP) no ofrecen una alter-