Risas y sonrisas del profesorado. Percepciones de
estudiantes de la Universidad Veracruzana*
Griselda Hernández Méndez
1
http://orcid.org/0000-0002-8367-6465
Universidad Veracruzana, México
DOI: http://dx.doi.org/10.17081/eduhum.19.32.2531
Recibido: 15 de junio de 2016 Aceptado: 30 de septiembre de 2016
Teachers’ laughs and smiles. Perceptions of
students from Universidad Veracruzana
Resumen
Este artículo es resultado de una investigación, cuyo objetivo consistió en analizar
la relación entre la percepción de los estudiantes respecto a los aspectos personales
de los profesores como edad, género y elementos de comunicación no verbal (proxé-
mica, kinésica, paralingüística y apariencia física) y la efectividad de la enseñanza.
En este texto se dan a conocer los resultados referidos a los elementos no verbales
paralingüísticos y, en especíco, las risas y sonrisas docentes. Se trabajó a partir del
método hermenéutico, siguiendo algunas pautas de la etnografía, como la técnica de
la entrevista a profundidad. Los resultados muestran que la presencia (con las diver-
sas maneras de reír) o ausencia de risas y sonrisas de los profesores afectan positiva
o negativamente la relación entre los profesores y los estudiantes y, por ende, el
proceso de enseñanza-aprendizaje.
Abstract
This research paper aims to analyze the partial results corresponding to the relation-
ship between students’ perception in relation with some teachers’ personal issues
such as age, gender and non-verbal communication (proxemics, kinesics, paralin-
guistics, and physical appearance). These results make it possible to know all the
data related to teachers’ non-verbal elements, paralanguage, smiles and laughs. This
study was conducted based on hermeneutic method and follows guidelines related
to ethnography, such as in depth interview study. In a similar manner, the results
show how the presence and absence of teachers’ laughs and smiles may positively
or negatively affect the teachers-students relationship, as well the learning-teaching
process.
Palabras clave:
Paralingüística, Percepción,
Efectividad de la enseñanza,
Risas y sonrisas.
Keywords:
Paralinguistic, Perception,
Teaching effectiveness,
Laughs and smiles.
Referencia de este artículo (APA): Hernández, G. (2017). Risas y sonrisas del profesorado. Percepciones de estudiantes de la Univer-
sidad Veracruzana. En Revista Educación y Humanismo, 19(32), 53-66. http://dx.doi.org/10.17081/eduhum.19.32.2531
* Artículo resultado en la línea de investigación “La efectividad de enseñanza y su relación con los rasgos personales del profesorado.
Percepciones de los estudiantes”. Financiación Universidad Veracruzana.
1. Doctora en Filosofía y en Ciencias de la Educación. Docente Investigadora de la Universidad Veracruzana, México.
griseldahm2001@yahoo.com.mx
educ. humanismo, Vol. 19 - No. 32 - pp. 53-66 - Enero-Junio, 2017 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-2121
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Griselda Hernández Méndez
Introducción
El estudio del lenguaje no verbal resulta
complejo e incluso osado, justamente por el
dilema que reside en saber con precisión si lo
que tradicionalmente se entiende como no
verbal, en realidad lo sea. De allí la sugerencia
de analizar lo no verbal conjuntamente con
lo verbal en tanto unidades indivisibles
(Hernández, 2011). Consciente de ello, la autora
de este trabajo se adentra solícitamente en el
análisis de los mensajes que no vienen acompa-
ñados de palabras, a los que se denomina como
“no verbales”, y que los profesores maniestan
en el aula escolar: miradas, sexo, edad, atuendos,
risas, entre otros, dado que todo ello constituye
parte del lenguaje no verbal que los profesores
emplean consciente e inconscientemente para
comunicarse.
El presente artículo es producto de una inves-
tigación cuyo objetivo fue analizar las implica-
ciones de lo kinésico, lo proxémico, la paralin-
güística y la apariencia física del profesorado en
la efectividad de la enseñanza, y en especíco en
las relaciones interpersonales. Por la amplitud y
profundidad temática, para efectos de este texto,
solo daremos a conocer algunos resultados
referidos a los fenómenos paralingüísticos, y
siendo estos aun así tan vastos, nos limitaremos
a revisar exclusivamente las risas y sonrisas del
profesorado en las aulas y su relación con la
efectividad de la enseñanza, desde las percep-
ciones de los estudiantes universitarios. Es
necesario aclarar que la sonrisa, a diferencia de
la risa, forma parte de los signos kinésicos, en
tanto se trata de un gesto del rostro; mientras que
la risa es un signo paralingüístico diferenciador.
Para este estudio, no se hicieron distinciones
al respecto porque se analizan conjuntamente,
aunque se resalta el efecto paralingüístico.
El objetivo particular del artículo es, por
tanto, generar la reexión en torno a la relevancia
que tienen la presencia y ausencia de las risas
y sonrisas en la relación entre estudiantes y
profesores, y especícamente en el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
El texto se divide en tres apartados: el
primero presenta grosso modo la metodología de
indagación; en el segundo, se revisa el concepto
de percepción, ya que el estudio busca recoger
las percepciones de estudiantes sobre las risas
y sonrisas de sus profesores; y en el tercer
apartado, se analizan las distintas percepciones
de los alumnos entretejiéndolas con la teoría.
Los sustentos de la investigación general se
encuentran en varios enfoques teóricos:
La explicitación de la noción de práctica
docente como un todo complejo, multidi-
mensional (dimensiones imbricadas, super-
puestas y determinantes, como lo social,
institucional, valoral, pedagógico, interper-
sonal y personal) y multirreferencial (Fierro
& Fortoul, 1999; Hernández, 2011).
La noción de percepción, que es explicada
desde la teoría psicológica y la sociológica
(principalmente se retoma la concepción
de habitus de Bourdieu), puesto que la
percepción depende de la persona que percibe
y del lugar, momento y medio del perceptor.
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Por último, para sustentar las interpreta-
ciones concernientes al lenguaje no verbal,
se recurrió a una diversidad de autores, sin
perder el sentido y la coherencia de la inves-
tigación, en especial de Birdwhistell (1966),
Knapp (1999), Davis (2000) y Poyatos
(1994). Todos ellos constituyen las bases para
innumerables teóricos recientes en el tópico
de lo no verbal. Se prerió ir lo más direc-
tamente a las fuentes, puesto que los textos
recientes son reproducciones de estos.
Método
El paradigma que subyace a la indagación es
el hermenéutico, puesto que “la hermenéutica
[…] utiliza un proceso interpretativo más
personal en orden a «comprender la realidad»”
(Ruiz, 2003, pp.12-13).
En este caso, se concibe la hermenéutica
como una vía mediante la cual se recaba la
información, y como un ltro por el que se
hacen interpretaciones. El hermeneuta inter-
preta todos estos sucesos inmediatos a la luz de
experiencias y sucesos anteriores, así como de
cualquier elemento que ayude a entender mejor
la situación estudiada (Ruiz, 2003, p.13).
En la investigación se toma en cuenta la
mirada del hermeneuta desde una perspectiva
étic, y la de los informantes, desde la perspectiva
emic. Ambas perspectivas son complementarias
y convergentes en el proceder metodológico. La
orientación étic o ética guarda relación con los
datos que formula la hermeneuta, tomando en
cuenta el conocimiento construido, transcultural;
mientras que lo emic o émica va en función de
los modelos o patrones que prevalecen en una
cultura concreta e individual (Ruiz, 2003). De allí
la necesidad de la mirada holística, del análisis
de la situación como un todo y no solo como una
parte. En el entendimiento de que si bien para
efectos del presente artículo, nos concentramos
en un aspecto muy especíco (para profundizar),
en la investigación, todos esos elementos se ven
como partes de un todo.
Metodológicamente, se procedió según
algunas pautas propias de la etnografía, como
la técnica de la entrevista a profundidad, con el
apoyo del guion de entrevista semiestructurada,
para que el informante nos relatara sus percep-
ciones. El guion es extenso porque en la inves-
tigación general se analizaron varios aspectos
del lenguaje no verbal de los profesores y su
incidencia en la efectividad de la enseñanza. Sin
embargo, para la elaboración de este artículo,
se recuperan solo tres preguntas de las que
se plantearon a los alumnos entrevistados: 1.
¿Cómo percibes a los maestros que no ríen o
poco lo hacen y cómo percibes a los que sí lo
hacen?, 2. ¿Qué expresan los maestros con su
sonrisas y risas? y, 3. ¿Qué risas y sonrisas de tus
profesores te agradaron y cuáles no?, menciona
las razones.
Precisamos, además, que la información es
amplia y de gran riqueza en sus especicaciones,
más en este artículo solo se dan a conocer algunas
percepciones de los alumnos de dos facultades:
Pedagogía e Idiomas, ambas de la Universidad
Veracruzana.
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Proceso de selección de la muestra
Aunque en los estudios con enfoque cuali-
tativo no son indispensables los muestreos;
para la organización y procesamiento de datos,
se prerió seleccionar primero las facultades
y, posteriormente, se hizo un recorte de los
estudiantes que participarían como infor-
mantes claves. De esta manera, en este artículo,
se presentan los resultados de dos facultades
(elegidas aleatoriamente), que intervinieron en
la investigación: la Facultad de Idiomas y la de
Pedagogía de la Universidad Veracruzana, en la
ciudad de Xalapa, Veracruz.
Para la selección de los estudiantes, se utilizó
un procedimiento intencional, procurando que
participaran hombres y mujeres; de promedios
altos, regulares y bajos; que cursaran, además,
el último semestre, y que estuvieran interesados
en participar. Sus respuestas fueron transcritas
tal cual, conservando su anonimato a través de
la asignación de un número, así por ejemplo, al
estudiante número uno de Pedagogía se le reere
como Est.1 Ped, y al de Idiomas, también número
uno, como Est. 1 Idio, y así sucesivamente. En
total, fueron veinte entrevistas, diez para cada
Facultad. Después de una mesurada revisión
de todas las respuestas de los entrevistados, se
eligieron los estratos o “voces de los alumnos”
que más impacto tienen por el fondo de su
respuesta, esto es, que denotan la relevancia de
las risas y sonrisas de los profesores, sobre todo
en la relación maestro-alumno.
Para atender el anonimato, tampoco se
indican los nombres de los maestros aludidos por
los entrevistados. A estos últimos se les asignan
letras iniciales fortuitas, verbigracia, Maestra M.
Noción de percepción
De acuerdo con Gage (en Hernández, 2011),
la efectividad de la enseñanza depende de quien
perciba. En ese sentido, para muchos alumnos,
las risas son necesarias e incidentes en la efecti-
vidad de la enseñanza, y para otros son innece-
sarias e intrascendentales. De ese modo, el
concepto de percepción debe analizarse a partir
de dos miradas, lo psicológico y lo social, en
tanto el alumno-perceptor es un ser individual y
social al mismo tiempo. Desde el punto de vista
psicológico, la percepción se dene como:
El proceso de extracción de información o
acumulación de la información usando los
cinco sentidos siológicos: vista, oído, tacto,
gusto y olfato. Transciende a la sensación en la
medida en que la integra dándole signicado
y organización; es decir, interpreta, analiza
y organiza los estímulos. De ahí que no solo
implica las actividades de los órganos senso-
riales, sino también las del cerebro. (Feldman,
en Hernández, 2011, p.46)
La percepción es inuenciada por procesos
subjetivos del que percibe; por sus emociones,
deseos, intenciones, gustos e incluso senti-
mientos. De allí que para Mann (1972) la
percepción es de carácter interpersonal; puesto
que al percibir a los otros, de alguna manera se
evalúa, juzga o crítica a partir de procesos subje-
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tivos, que llegan a constituirse en creencias. Lo
interesante de esto es que dichas creencias, que
nosotros preferimos llamar percepciones, están
determinadas por lo social, en tanto que el campo
interpersonal es una esfera interior que otorga el
campo social.
Así, la percepción tiene un fuerte sentido
social. Siguiendo las ideas de Durkheim (1978),
las tendencias sensibles se adaptan e inhiben a la
normalidad social. Desde ese orden de ideas, las
percepciones están condicionadas por lo social,
verbigracia, la discriminación entre los códigos
dicotómicos: belleza/fealdad, bondad/maldad,
verdad/falsedad, etcétera, no la realiza el sujeto
con total autonomía, pues, ello es parte de una
moral social aprendida. Bourdieu (1999) nos
hablaría de ethos y habitus internalizados por
la vida en colectivo. Mucho podemos decir al
respecto, p ero por efecto de espacio, cerramos
este apartado comentando que las percepciones
de un estudiante en torno a la enseñanza y su
relación con los rasgos personales de los docentes
están inuenciadas por su biografía personal o
historia de vida familiar, por su contexto socio-
cultural, por la cultura de la escuela a la que ha
asistido y asiste, y por el ambiente grupal o las
interacciones que se desarrollan al interior del
aula escolar bajo la coordinación del maestro
(Hernández, 2011).
A continuación, se examinan las percepciones
de los estudiantes de las facultades de Pedagogía
y de Idiomas de la Universidad Veracruzana con
respecto a las risas y las sonrisas del profesorado.
Resultados
Desde 1966, Raymond Birdwhistell dedujo,
a partir de sus investigaciones, que solo el 35 %
del mensaje humano pasa por la palabra; un 38 %
está vehiculado por la entonación y el resto
por la actitud corporal. Por ello, concluyó que
“el hombre es un ser mutisensorial que algunas
veces verbaliza”. Coincidentemente, Flora Davis
(2000) repuso que el hombre usa las palabras
cuando todo lo demás falta… Esto muestra cuán
importante es el lenguaje no verbal y, dentro de
este, los rasgos paralingüísticos.
Los rasgos o fenómenos paralingüísticos
pueden ocurrir como modicadores de la
palabra. Muchas veces funcionan como cuasi
palabras (alternantes) y en otras, los diferencia-
dores –como reír, llorar, gritar, suspirar, jadear,
bostezar, toser, carraspear, escupir, eructar,
hipar y estornudar– distinguen reacciones sio-
lógicas y reacciones emocionales (Poyatos, en
Hernández, 2011, p.128). Para este texto, nos
centraremos en las risas, aunque todos tienen
una peculiar relevancia dentro de lo que los
profesores comunican en forma no verbal.
Risas…
La risa proyecta una enorme carga emocional
y revela las personalidades. Quien ríe poco o no
lo hace, puede expresar seriedad, preocupación
o disgusto por su trabajo... Quien ríe mucho,
generalmente, maniesta ser una persona alegre,
nerviosa, despreocupada o entusiasta. Para el
entrevistado No. 1 de Pedagogía, un maestro que
no ríe puede ser percibido como amargado:
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Sí, rompen con todo lo establecido. Creo que
los maestros que no sonríen, se puede llegar a
pensar que son amargados. (Est.1 Ped)
La amargura es una manifestación de tristeza
y hasta depresión, con la que la persona se
enfoca negativamente hacia el mundo-sociedad.
La palabra amargura signica aicción,
sinsabor, disgusto, pesadumbre, melancolía…
Tiene una fuerte relación con la efectividad de
la enseñanza, porque una persona con amargura
difícilmente logrará cumplir cabalmente con
su tarea. Empero, el hecho de que no ría no
signica necesariamente que un profesor sea
amargado o frustrado, como comenta la alumna
2 de Idiomas:
Nunca reía, al contrario, siempre tenía la cara
como enojada… yo interpreto que era una
mujer amargada y frustrada porque no ha
logrado distinguirse. (Est. 2 Idio)
Seguramente, la falta de risa más otras
acciones de la maestra llevaron a la alumna 2
de Idiomas a hacer esas interpretaciones. Recor-
demos que lo no verbal es un elemento impor-
tante de análisis si se acompaña de lo verbal y se
estudia dentro de un contexto determinado. Lo
cierto es que a los estudiantes les agrada que los
profesores rían. Al respecto, Stubb y Delamont
(1978) encontraron en sus investigaciones con
alumnos de secundaria, que a estos les gustan
los maestros sonrientes, “Me gusta la profesora.
A veces se ríe con nosotros” (p.34).
Los entrevistados de nuestro estudio
armaron que les agradan las risas y sonrisas de
muchos profesores, pero también les disgustan
las de algunos. Veamos las primeras.
Risas agradables
Risas tiernas, simpáticas…
Como el estudio cruza los datos con las
variables edad y género, muchas respuestas de
los alumnos demarcan diferencias de acuerdo
con la edad y el género de sus profesores, princi-
palmente.
Las risas que más apreciaron fueron de
maestras porque según ellos denotaron ternura,
simpatía y conanza:
‘G’ siempre reía, bajito, pero siempre tenía
pintada su sonrisa y era simpática y eso nos
hacía conar en ella y preguntarle cuando
teníamos dudas. (Est. 1Ped)
La de la maestra ‘N’ es una sonrisa encan-
tadora porque se toma su tiempo para sonreír,
ella daba mucha conanza... (Est.1 Ped)
A mí en particular, me fascinaban las risas de
las maestras ‘N’ y ‘G’. Ellas eran muy simpá-
ticas y transmitían gusto por la docencia, por
lo que hacen... (Est.2 Ped)
La risa encierra una enorme riqueza analítica.
Muchas emociones se pueden generar en los
otros con una sola sonrisa. Es indicativo que
las maestras percibidas como sonrientes logran
generar la conanza para que los estudiantes
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se acerquen y planteen sus dudas. Esas risas
les parecieron simpáticas a los estudiantes de
Pedagogía. Los de Idiomas, por su parte, resal-
taron la de la maestra ‘M’, quien no ponía una
barrera entre ella y los alumnos, como lo expresa
la siguiente entrevistada:
Pues, este, cómo le diré, la risa de la
maestra ‘M’ da cierta simpatía o tal vez por su
edad, no sé. Causa cierta simpatía, pero pues
hay maestros que por su risa pues como que
les tienes más conanza de acercarte a ellos, o
sea no ponen ninguna barrera así de lleno, de
que yo soy el maestro y yo nada más, –este–
no puedes consultarme nada. La maestra ‘M’
daba conanza. (Est. 6 Idio)
Y el entrevistado 5 lo reitera:
La de la maestra ‘M’, por ejemplo, ella ríe
mucho durante la clase, ella es... bueno a
todos nos inspiran mucha ternura porque ya es
mayor, eh. Consideramos que ella ha vivido
muchas cosas, porque a veces nos habla de
la guerra, que cuando era niña, que vivía con
sus padres, que no tenía qué comer y, cosas
así. Pero siempre cuando cuenta algo que sea
chistoso, siempre se está riendo... El volumen
de su sonrisa es alto y su risa es aguda y,
siempre nos hace reír también, pero es porque
su risa es como muy contagiosa y no tanto por
lo que dice. (Est.5 Idio)
La maestra ‘M’ de Idiomas sobresale,
entonces, porque ríe mucho en la clase, ella es
mayor de edad y su risa es de volumen alto y
agudo, además de contagiosa. Culturalmente se
cree que la risa no apropiada es aquella bastante
ruidosa, que según las reglas cortesanas se consi-
deraba de mala crianza (Wildeblood & Bryson,
1965, p.25). “El rostro, se decía en el siglo XVI,
debía expresar alegría de tal modo que no se
desgurara la boca porque eso hacía parecer
al riente “simple”, y en el siglo XVIII la risa
frecuente y alta es característica de necedad y
malos modales. Y lo llaman estar alegre. Actual-
mente, las risas no se interpretan así, las personas
tienden a reír, siendo más fácil que un alumno se
acerque a un maestro sonriente que a uno serio”
(Hernández, 2011, p.130) y ello sin importar lo
estruendoso de la carcajada.
En su libro El ambiente emocional para el
aprendizaje, Ginnot (1985) conrma la trascen-
dencia de las sonrisas docentes. La siguiente cita
enfatiza que la falta de sonrisas de los profesores
es señal de que no se sienten a gusto o no les
agrada su trabajo:
Cuando volví a casa, me sentía anonadada.
En mi mente se agolpaban toda clase de ideas
e imágenes. Nadie había sonreído durante
todo el día, no vi una sola sonrisa. Ni un solo
maestro había mostrado gusto por su trabajo…
(p.66)
Las maestras percibidas como sonrientes
por los alumnos muestran satisfacción por su
labor, independientemente de que rían de formas
distintas. Veamos, en este sentido, algunas risas
que los entrevistados consideraron chistosas.
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Risas graciosas, chistosas…
Graciosa es una palabra empleada para
designar que alguien o algo está dotado(a) de
gracia y agrado. Generalmente se maneja como
sinónimo de chistoso, sin embargo, este último
término aduce más a que algo es ocurrente,
chusco y hasta humorístico. Ese es el sentido
que los alumnos entrevistados le dan a algunas
risas de sus profesores que lograron que toda la
clase riera.
Poyatos (1994) arma que la risa se calica
por la anatomía corporal y facial, y si un profesor
es de cuerpo obeso, al reír puede presentar
actividades recurrentes como tos, atraganta-
miento, sudor, enrojecimiento facial, derrama-
miento de lágrimas… Es el caso del maestro H
de Pedagogía y de la maestra B de Idiomas:
‘H’ está gordito, entonces al contar sus
historias o cuando da la clase y se acuerda de
algo, ja ja ja, se ríe tanto que termina haciendo
que todos nos riamos. Casi se ahoga, la cara se
le pone roja y le da tos. De suerte que lleva sus
pastillas de miel… (Est. 6 de Pedagogía)
Ella, la maestra ‘B’, es gringa, gorda, muy
blanca, entonces cuando se ríe con ganas, la
cara se le pone roja roja y hasta nos escupe por
tanta risa hasta con lágrimas ja ja ja y nosotros
nos morimos de risa por su forma de reír y ya
no oímos lo que dice porque su carcajada no la
deja hablar. (Est. 4 de Idio)
Como puede verse, en estos casos, los
alumnos terminan riendo más de la prolongada,
profunda y peculiar risa de los profesores que
de lo que dicen. Al respecto, los entrevistados
de Pedagogía admiten reírse más de la risa del
maestro M de Pedagogía que de sus chistes:
‘M’ es malo para contar chistes, casi nadie le
entiende, ni nos enteramos cuando ya terminó
el chiste… ja ja ja nos reímos porque él se ríe
tan chistoso ja ja ja. Cree que nos reímos del
chiste pero no, nos reímos de su risa chistosa.
(Est. 2 Ped)
Es posible que dicho maestro no se haya
percatado de su falta de pericia para contar
chistes, justo porque provoca las risas de sus
estudiantes.
Otras risas chistosas, dado que según los
entrevistados se parecían a la de los personajes
televisivos, fueron las siguientes:
… la maestra ‘A a veces como se ríe, no sé,
tiene las risas del Chavo del Ocho, así se oye a
veces la maestra. (Est. 4 Ped)
La maestra ‘R’, híjole se ríe igualito a Bod
Esponja… quién sabe qué ha de pensar porque
todo el grupo se tira de la risa cada vez que la
escuchamos. (Est. 7 Idio)
Los estudiantes interpretan sentimientos
y estados de ánimo de sus profesores tan solo
con la risa, incluso descubren las preferencias
sexuales, veamos lo que dijo un estudiante:
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La del maestro de Educación Permanente,
cada vez que ríe todo el salón se ríe... porque
su voz es así, como que un poquito rara, y
todo el mundo el primer día que llegó fue la
risa total del salón, es homosexual. Su risa lo
delata que es homosexual. ( Est. 4 Ped)
Como se dijo con antelación, las risas revelan
las personalidades de los docentes, y segura-
mente muchos profesores no han reexionado
sucientemente en torno al uso de su lenguaje
verbal. A continuación, se analizan las risas no
agradables para los estudiantes entrevistados:
Risas desagradables
Risas sarcásticas, burlonas, nerviosas…
Interpretar un signo por separado es
arriesgado, porque siempre va acompañado de
otros y uno solo no dice mucho. Los estudiantes
trataron de expresar lo que a ellos les parecían
risas desagradables. Naturalmente que la risa
es un indicador, pero hay muchos más que, por
supuesto, ameritan un análisis exhaustivo.
Entre las risas que no agradaron se encuentran
las que se interpretan como risas sarcásticas y/o
burlonas, veamos:
Bueno, tal vez ja ja ja (trata de imitar la risa
del profesor) que, como diciendo: ‘¡ay pobre
no entiende!’, o sea como que cierto sarcasmo
a veces... (Est. 6 Idio)
… él mira y ríe cuando pregunta, ríe como
burla, con sarcasmo porque para él cualquier
respuesta que le des está mal, cree que no
tenemos capacidad. (Est. 3 Idio)
El sarcasmo proviene del latín sarcasmus, que
literalmente signica mordedura de labios. En la
comunicación escrita reere a una burla hasta
cierto punto llena de ingenio, porque el sarcástico
es perspicaz para hacer uso del sarcasmo, por eso
suele confundirse con la ironía; mientras que en
la oral, se le reconoce comúnmente como crítica
indirecta, pero expuesta de manera directa y
tangible. Por eso, los estudiantes percibieron
el uso del sarcasmo por parte de los profesores
antes citados, a través de sus risas burlonas, justo
en el momento en que los alumnos respondían
a las preguntas. Sin palabras, manifestaron que
las respuestas no solo estaban mal, sino que eran
motivo para reírse burlonamente. La burla alude
al engaño, el abuso de conanza, la mofa, hasta
llegar a la ridiculez.
Los profesores la expresan, en efecto, con su
forma de reír, veamos:
...solo cuando utilizaba a alguno de nuestros
compañeros para ridiculizarlo y obtener la
respuesta, se reía de los compañeros que no
sabían. (Est. 5 Ped)
La de ‘Mar’, se reía je je je (imita la sonrisa),
era una sonrisa muy burlona, ridiculizaba.
(Est. 1 Ped)
El manejo del lenguaje no verbal no siempre
es reexionado. ¿Es posible, entonces, que estos
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risas y sonrisas del profesorado. percepciones de estudiantes de la universidad veracruzana
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maestros estén conscientes del uso de sus risas y
sonrisas y las interpretaciones de sus receptores?
La sonrisa como signo kinésico interactúa
con el lenguaje verbal. Es decir, al mismo tiempo
que un maestro habla, sonríe para conrmar lo
que dice. Aunque a veces en lugar de conrmar,
contradice o confunde, –depende del volumen–,
tono, acentuación, modalidad, matiz… de la risa.
Una sonrisa acompañada de una carcajada
en el momento en que un alumno está respon-
diendo una pregunta puede provocar muchos
sentimientos en este, el más común entre ellos,
es sentirse objeto de burla.
Una vez que me preguntó y yo le respondí lo
que para mí era, pues se rió tanto que me sentí
humillado, y ya no quise participar más, mejor
no le respondía cuando preguntaba. (Est. 1
Idio)
Comúnmente la risa se utiliza o maniesta
para expresar felicidad o ánimo, ya que, cuando
algo la provoca emerge espontáneamente como
señal de alegría; sin embargo, de acuerdo con
esto que analizamos, es otro el uso que los profe-
sores le dan a la risa. Así, salga espontáneamente
o haya un esfuerzo por parte de los maestros,
lo cierto es que la risa no es percibida por los
alumnos como producto de felicidad o ánimo.
Como dijimos, al reír los maestros están recha-
zando sin palabras las respuestas de los alumnos,
lo cual es hasta cierto punto aceptable, porque
pueden ser maestros exigentes; empero habría
que preguntarse si esa es la mejor manera de
exigir mayor implicación a los alumnos, puesto
que pedagógicamente es incorrecto mofarse de
los otros:
La de un maestro, su risa era burlona. Se
burlaba de los compañeros que no sabía
responderle a sus preguntas, y eso los cohibía
en lugar de ayudarles... Obviamente, ya no
quieres participar con este tipo de maestros.
(Est. 2 Ped)
Como bien lo expresa el alumno 2 de
Pedagogía, lejos de apoyar a los estudiantes, con
este tipo de risa se les limita la espontaneidad
y el deseo de expresarse. Desde la percepción
del alumno, un buen maestro se caracteriza por
entablar relaciones humanas armoniosas en el
aula (Hernández, 2014). En ese sentido, como
decía Ginott (1985), la primera cualidad que
debería tener un buen maestro es la actitud y
la capacidad de crear un ambiente emocional
propicio para el trabajo de grupo, y ello no se
logra a través del uso de los signos no verbales
que inhiben o cierran los canales de comuni-
cación.
El rostro es portador de múltiples emociones,
que se denominan mezclas de afectos. (Knapp,
1999, p.236)
Las mezclas faciales suscitadas por las
emociones pueden aparecer en el rostro de
diferentes formas, bien el maestro levanta la ceja
como expresando sorpresa, y a la vez aprieta
los labios con expresión de cólera (Hernández,
2011), o encorvar los labios tratando de sonreír
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forzadamente cuando algo no lo hace feliz, pero
evita hacerlo notar… Para cada emoción parti-
cular hay una zona de la cara que produce infor-
mación. La zona naríz/mejilla/boca es esencial
para el disgusto; para el miedo, la zona clave es
la de los ojos/párpados; para la tristeza, podría
ser la de las cejas/frente y ojos/párpados; para la
felicidad; la zona de las mejillas/boca y la de las
cejas/frente (Knapp, 1999).
De este modo, tan solo por las risas y sonrisas
de sus profesores los estudiantes detectaron
emociones como la inseguridad y el nerviosismo
de ciertas maestras:
La sonrisa de la maestra ‘C’ es muy nerviosa
y muy rápida... transmitía como eso, nervios.
(Est. 1 Ped)
Hay muchas sonrisas de conanza, sonrisa
coquetona, sonrisa de sarcasmo, sonrisa
insegura, porque a veces hay sonrisas
inseguras. he notado de algunos maestros,
sobre todo de maestras que ríen de nervios
porque quizás no dominan la clase. (Est. 3
Ped)
A partir de la risa de la maestra, el estudiante
3 de Pedagogía se aventura a interpretar que
dicha maestra es insegura “quizás porque no
domina la clase”.
Pero, por otra parte, muchas respuestas de los
entrevistados, sobre todo de Idiomas, se consti-
tuían en fuertes críticas para las maestras que no
reían, como la siguiente:
Es que es infeliz, nunca rió y siempre está
enojada, nosotros creemos que porque no
tiene marido ja ja ja. (Est. 2 Idio)
Con esta cita cerramos este artículo, modesto
quizás, pero en un peculio reexivo para
abrir el espacio a las conclusiones y reexiones
nales.
Discusiones y conclusiones
Mucha de la reexión teórica de la inves-
tigación se sustenta en el libro Práctica
docente. Más allá de cuatro paredes, pizarrón
y mesabancos. Libro de interés para todo aquel
comprometido con la enseñanza, porque analiza
a la docencia desde una mirada compleja. Quien
enseña no solo es un profesor(a) legitimado
institucionalmente para hacerlo, es también
una persona con derecho a errar, conmoverse,
desalentarse, frustrarse…. (Hernández, 2014),
es mujer u hombre, joven o no... Cumple más
roles… y, especialmente, tiene una persona-
lidad que lo hace único. Sin embargo, indepen-
dientemente de su esfera personal, el profesor
debe cumplir un rol determinado por la misma
institución, modelos pedagógicos, exigencias
sociales, etcétera.
Como vimos cuando denimos el concepto
de percepción, este se halla supeditado a imposi-
ciones socioculturales sobre lo que es adecuado
o no, correcto e incorrecto; luego entonces, las
formas de reír o no son visualizadas, aceptadas
o rechazadas sin dicultades por los estudiantes.
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risas y sonrisas del profesorado. percepciones de estudiantes de la universidad veracruzana
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Muchas veces ellos son fuertes críticos de
sus profesores sin conocer de fondo el mundo
interior de estos. Aducen que una maestra no
ríe porque “no está casada”, pero en realidad
ignoran si esa sea la razón de la ausencia de la
risa. Tampoco saben qué pasa con el maestro o
maestra que ríe mucho, realmente están felices o
¿qué tal si les suceda lo mismo que a Garrik, el
mejor payaso del pueblo de Inglaterra? (según el
poema de Juan de Dios):
Viendo a Garrik –actor de la Inglaterra, el
pueblo al aplaudirle le decía: «Eres el más
gracioso de la tierra y el más feliz...» Y el
cómico reía. (…) Una vez, ante un médico
famoso, llegóse un hombre de mirar sombrío:
«Sufro –le dijo–, un mal tan espantoso como
esta palidez del rostro mío». Nada me causa
encanto ni atractivo; no me importan mi
nombre, ni mi suerte en un eterno spleen
muriendo vivo, y es mi única ilusión, la de
la muerte». –Viajad y os distraeréis. ¡Tanto
he viajado! –Las lecturas buscad. –¡Tanto
he leído! –Que os ame una mujer. –¡Si soy
amado! –¡Un título adquirid! –¡Noble he
nacido! –¿Pobre seréis quizá? –Tengo riquezas
–¿De lisonjas gustáis? –¡Tantas escucho!–
(…) –¿Me deja –agrega el médico– perplejo
vuestro mal y no debo acobardaros; Tomad
hoy por receta este consejo: solo viendo a
Garrik, podréis curaros. –¿A Garrik? –Sí, a
Garrik... La más remisa y austera sociedad le
busca ansiosa; todo aquel que lo ve, muere de
risa: tiene una gracia artística asombrosa. –¿Y
a mí, me hará reír? –¡Ah!, sí, os lo juro, él sí
y nadie más que él; mas... ¿qué os inquieta?
–Así –dijo el enfermo– no me curo; ¡Yo soy
Garrik!... Cambiadme la receta…
No todo el que ríe está feliz. Los alumnos
desean que sus profesores rían en la clase porque
de acuerdo con sus percepciones, eso genera
un ambiente de conanza, en especial para las
participaciones espontáneas, pero, ¿hasta qué
punto se estaría forzando a un docente a hacerlo
cuando no le nace o quiere reír? Por supuesto que
lo ideal es que hubiera risas francas y naturales.
El tema de las risas del profesorado, en
apariencia simple, genera una serie de reexiones
en torno a la práctica y formación docente,
incluso desde una mirada transdisciplinaria. Si
quisiéramos comprender la ausencia o presencia
de risas y las formas en que este ríe y sus efectos,
necesariamente tendríamos que adentrarnos en
el mundo interior de los enseñantes (Abraham,
1987), desde varias aristas: la salud, vocación,
estabilidad económica, laboral y emocional,
etc., y no limitarnos a lo que marcan los nuevos
modelos educativos en torno al deber ser del
maestro. En efecto, se requiere de un saber
profundo del profesorado así como del contexto
que lo rodea para comprenderlo, pero también
es indispensable repensar a la formación docente
en tanto espacio que abra el horizonte analítico
del trascendental papel que el profesor como
educador tiene en la formación de los educandos.
No se espera que el maestro sea una especie
de robot que controla sus emociones, pero sí
que reexione sobre su papel como enseñante y
profesional con ética. Todo profesor es respon-
sable de abrir o cerrar los canales de comuni-
cación, y una simple sonrisa puede hacer la
diferencia.
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Finalmente, los resultados nos permiten
esbozar algunas sugerencias para las instancias
en donde se realizó la indagación. Si bien el
profesor universitario cuenta con autonomía para
dar su clase, convendría que los formadores de
docentes hicieran visitas directas a las aulas para
que los cursos que proporciona la universidad
realicen mejoras necesarias a partir de las situa-
ciones vividas por los maestros y estudiantes y,
así, elucidar estos eventos reveladores y trascen-
dentales de las interacciones didácticas.
En este marco, sería importante la creación
de seminarios para que los docentes reexionen
sobre su actuar y proceder, en especial en el
manejo de su lenguaje corporal y facial. Mas no
para que se programen en su control, sino para
que se visualicen como actores protagónicos en
la apertura y cierre de canales de comunicación.
Comunicación que es indispensable en el aula
para que se propicien aprendizajes signicativos
de manera constructivista.
Tales cursos también debieran servir para
que los docentes exterioricen eventos de
índole personal que los hacen manifestarse de
determinada manera en las aulas; en síntesis,
una forma de espacio catártico en pro de la
interacción didáctica y todo lo que esta implica.
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