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Modelo de evaluación para identificar componentes ambientales complejos de la estructura curricular, caso: Corporación Universitaria UNITEC
educación ambiental, sobre todo en la investigación, estas no fueron suficientes para considerar
que la Institución desarrolla acciones de sostenibilidad ambiental.
DISCUSIÓN
Esta investigación aporta una herramienta de evaluación curricular de tipo descriptivo y de
contenido cualitativo, que “puede concebirse como un conjunto de procedimientos que tienen como
objetivo la producción de un meta-texto analítico, en el que se representó el corpus textual de
manera transformada” (Navarro, 1998, p.181).
A partir de los resultados, se puede afirmar que si bien existe una Política Nacional de Educación
Ambiental en Colombia, es deber de las instituciones de educación superior crear estrategias de
gestión para implementar estas políticas ambientales, pues, no solo se trata de un requisito legal,
sino que se requiere la convicción de crear ambientes de aprendizaje sostenibles, es decir, que
impacten a la comunidad en el cuidado y preservación del medio ambiente, que permitan la
construcción de ciudadanos críticos con el entorno, que desarrollen herramientas cognitivas para
proponer soluciones y que, además, den el ejemplo al acogerse voluntariamente a proyectos
educativos ambientales como el proyecto RISU, al cual se han acogido en más de 65 Universidades
latinoamericanas con el proyecto del Equipo Universidad Ambiente y Sustentabilidad –UAS–, que ha
trabajado en el Proyecto “Diagnóstico de la Institucionalización del Compromiso Ambiental en las
Universidades Colombianas”.
Desde una arqueología documental en contrastación y desde la valoración propuesta, la
metodología usada permitió verificar una “deficiente” incorporación de la dimensión ambiental, en
comparación con la Política Nacional de Educación Ambiental y con las políticas universitarias de
sostenibilidad, como facilitadoras para el desarrollo de los campus de excelencia internacional
(RISU). Las matrices permitieron entender que la incorporación de la educación ambiental en la
formulación curricular de la Escuela de Artes y Ciencias de la Comunicación, de la Corporación
Universitaria UNITEC refleja la falta de una política clara y especifica por parte del Proyecto
Educativo Institucional (PEI) y, en consecuencia, de los documentos principales, como el Plan de
desarrollo, el reglamento docente y de estudiantes. Además, los documentos maestros de los
programas confirman el diagnóstico del documento SINA, Ministerio del Medio Ambiente y
Ministerio de Educación Nacional (2002), en el sentido de que hay:
Pocos resultados en las acciones que ha emprendido la Universidad para incorporar la dimensión
ambiental, desde la transversalidad de la temática, en sus procesos de formación, investigación y
extensión, (ejes fundamentales de su quehacer) y particularmente en aquellos relacionados con los
procesos de formación de docente. Esto, por supuesto, afecta los desarrollos que requiere la Educación
Ambiental (entendida como formación integral). (MEN, 2002, p. 12).
La revisión minuciosa de los documentos institucionales reflejó el currículo oculto, es decir, el
imaginario detrás de los documentos, o como lo explicó Gimeno (2007): “lo que se conoce como
currículo oculto. Las experiencias en la educación escolarizada y sus efectos son unas veces
deseadas y otras incontroladas; obedecen a objetivos explícitos o son expresión de planteamientos
u objetivos implícitos” (p. 51). En este mismo sentido, los compromisos y los planes trazados para
la institución admiten señalar que, al momento de crear los documentos, el tema medioambiental
no fue una prioridad (ver tablas 8 y 10), y evidenció que la búsqueda de la sostenibilidad no es un
elemento desarrollado concienzudamente en los documentos.
Educación y Humanismo
20(35): pp. 145-165. DOI: http://dx10.17081/eduhum.20.35.2814