http://orcid.org/0000-0003-1869-6854
Universidad de Carabobo, Estado Carabobo, Venezuela
Educación y Humanismo 20(34): pp. 233-257. Enero-Junio, 2018.
DOI: http://dx.doi.org/10.17081/eduhum.20.34.2865
El niño y la na de la familia
monoparental/monomarental popular
venezolana y su vínculo con la pobreza
The boy and the girl of the monoparental
family/monomarental popular Venezuelan
and its link to poverty
Article de
Investigation
Resumen
Objetivo: El propósito de este trabajo es comprender al niño y la niña que forman parte de la
estructura familiar popular venezolana desde el punto de vista de Alejandro Moreno, el matricen-
trismo” y su relación con la pobreza, vista esta última como un derecho vulnerado, con la finalidad
de brindar aportes a las políticas públicas.
Método: Esta investigación se basa en el paradigma interpretativo y el método documental de
tipo argumentativo, en un análisis contextual y de registro de los textos: El aro y la trama (2008a),
¿Padre y madre? (2008b) y Buscando padre (2002), además de la Convención de los Derechos
del Niño y las leyes venezolanas al respecto.
Resultados: Los hallazgos indican que la familia popular venezolana convive dentro de una
realidad social con muchas carencias: económicas, institucionales, alimenticias y legales, entre
otras; independientemente de la estructura familiar que tenga. Sin embargo, predomina la familia
monomarental con derechos vulnerados que llegan hasta la exclusión social.
Conclusiones: El niño y la niña que forman parte de la familia popular monoparental/monoma-
rental venezolana son producto de esa realidad política, social y económica que los envuelve y
que los marca, de allí que están subsumidos dentro de una gran lista de factores de riesgo por no
tener acceso a la alimentación, educación, vivienda y salud, principales derechos vulnerados; y
con muy pocos factores protectores reales.
Palabras clave: Derechos, Familia, Monoparental, Monomarental, Pobreza.
Abstract
Objective: The purpose of this work is to understand the child that is part of the popular
Venezuelan family structure from the point of view of Alejandro Moreno, the “matricentrism” and
its relationship with poverty, seen the latter as a right violated, with the purpose of providing contri-
butions to public policies.
Method: This research is based on the interpretative paradigm and the documentary method of
argumentative type, in a contextual analysis and of registration of the texts: The hoop and the
plot (2008a), Father and mother? (2008b) and Searching for a father (2002), in addition to the
Convention on the Rights of the Child and the Venezuelan laws in this regard.
Results: The findings indicate that the Venezuelan popular family coexists within a social reality
with many shortcomings, economic, institutional, nutritional and legal among others; regardless
of the family structure they have. However, the monomarental family predominates with violated
rights that go as far as social exclusion.
Conclusions: The boy and girl that are part of the Venezuelan single-parent / single-parent
popular family are a product of that political, social and economic reality that surrounds them and
that marks them, hence them are subsumed within a large list of risk factors for not having access
to food, education, housing and health, the main rights violated; and with very few real protective
factors.
Key words: Rights, Family, Single-parent, Single-parent, Poverty.
Open Access:
Editor:
Patricia Martínez Barrios
Universidad Simón Bolívar
Correspondencia:
Shirley Gómez
shirleygomezuc@gmail.com
Recibido:
15-04-17
Aceptado:
13-09-17
Publicado:
01-01-18
DOI:
http://dx.doi.
org/10.17081/
eduhum.20.34.2865
Cómo citar este artículo (APA):
Gómez, S. (2018). El niño y la niña de la familia monoparental/monomarental popular venezolana y su vínculo con la pobreza.
Revista Educación y Humanismo, 20(34), 209-230.DOI:
http://dx.doi.org/10.17081/
eduhum.20.34.2865
Copyright © 2018 Gómez
233
Shirley Gómez
Ca
El niño y la niña de la familia monoparental/monomarental popular venezolana
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Educación y Humanismo 20(34): pp. 234-257. Enero-Junio, 2018.
DOI: http://dx.doi.org/10.17081/eduhum.20.34.2865
INTRODUCCIÓN
La familia a nivel mundial se conoce como una institución social formada por
la pareja y los hijos principalmente. Allí los adultos son los encargados de la
educación y formación en valores del niño y la niña. Asimismo, la familia se
conforma de una estructura, que ha cambiado a través de los años desde
la biparental (tradicional), extendida, unipersonal, monoparental (MP) o
monomarental (MM) hasta la compuesta (CEPAL, 2006; Morgado, González
& Jiménez, 2003).
En efecto, vamos a explicar un poco a que nos referimos cuando expresamos
que la familia tiene una estructura MP o MM; ambos términos significan que
dentro de ella existe un/a solo/a progenitor/a, bien sea el padre o la madre.
En este sentido, Morgado et al. (2003), Alcalde, Pávez, Alias y Márquez
(2009) y Zapata (2013) refieren que el término MP se viene utilizando desde
los años 60 y se relaciona en el mismo nivel con la expresión MM, originado
por la relación que existe entre el género femenino y la tarea de ser jefas del
hogar. Por otro lado, la familia MP/MM se originó en España y en otros países
europeos, al mismo tiempo que en Latinoamérica.
Al respecto, dicha estructura se observa en Venezuela en los diferentes
estratos socioeconómicos. Vethencourt (2002) explica que fue producto
de divorcios y separaciones sobre todo en los estratos socioeconómicos
altos, mientras que en los estratos bajos se han originado de la casualidad
(embarazos no deseados), del abandono o de decisiones fortuitas. De igual
manera, utilizaremos ambos términos, para ser coherentes con los hallazgos.
Por consiguiente, la investigación se contextualiza hacia aquella familia MP/
MM que se encuentra en la zona urbana de Venezuela, específicamente en
las zonas populares, las que viven en los barrios. Allí, las familias son de
estrato socioeconómico bajo, que se caracterizan por ser liderizadas por la
mujer (MM), generalmente muy joven, y con hijos e hijas menores de edad.
Además, hay un porcentaje mínimo de hombres que son jefes del hogar,
ayudados por su madre (MP).
Esta realidad, nos conduce a destacar algunas situaciones complejas que
rodean al niño y la niña que forman parte de la familia (MP/MM) popular
venezolana, como la pobreza, dada la situación socioeconómica predomi-
nante, lo que genera deficiencias en la alimentación y ocasiona en algunos
casos desnutrición; ausencia de la madre para los cuidados del infante por
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estar obligada a asumir la responsabilidad absoluta del hogar, aunque en
algunos casos, tiene la ayuda de su madre o de alguna persona para las
labores del hogar; son muchas las tareas que debe ejercer y esto puede traer
como consecuencia, dificultades para que el infante asista regularmente a la
escuela, a los controles médicos, a realizar las tareas, y a tener una adecuada
educación, además de un desarrollo biopsicosocial integral, porque pueden
generarse enfermedades, situaciones inesperadas y/o desequilibrios emocio-
nales, difíciles de manejar para una sola persona.
Al respecto, el último censo realizado en Venezuela fue en el año 2011, ahí
la pobreza de los hogares se planteó de acuerdo con el método de la Línea
de la pobreza (LP) en cuatro grandes grupos: No pobres (aquellos sin dificul-
tades económicas de acuerdo al cálculo realizado con los métodos), Pobreza
estructural (con ingresos por encima de la LP, pero con algunas necesidades
básicas insatisfechas), Pobreza, coyuntural (con necesidades básicas insatis-
fechas, pero con ingresos por debajo de la LP), y Pobreza crónica (corres-
ponde aquellos que tienen al menos una necesidad básica insatisfecha
y reciben ingresos con un nivel por debajo de la LP), destacando que en
cada uno de los grupos hubo disminución de la necesidad. Además, de un
aumento de la pobreza estructural desde el año 2004 al 2011 en 3,5 puntos
porcentuales lo que comprueba, según ellos, que las familias con pobreza
crónica que han sido beneficiadas con las políticas públicas a lo largo de los
últimos siete años aproximadamente migraron hacia la pobreza estructural,
mientras que las de pobreza coyuntural migraron hacia el grupo de los no
pobres (Instituto Nacional de Estadísticas, INE, 2011a).
Empero, el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores
(CENDA, 2017) y el Centro de Documentación y Análisis Social de la
Federación Venezolana de Maestros (CENDAS-FVM, 2017) explicaron que la
canasta básica de alimentos, bienes y servicios de febrero de 2017 se ubicó
en $905,13 el aumento fue de 5,7 % con respecto al mes anterior equivalente
a $.71.32 Igualmente, para ese momento, el último sueldo mínimo decretado
por el gobierno fue de $151.24, lo que equivale que se necesitan aproximada-
mente 23,1 salarios mínimos para sobrevivir. Esto anula la visión del Estado
sobre la clasificación de la pobreza y conduce a plantearla en forma más
amplia que refleje todas las vulneraciones y la exclusión social (derechos) que
han tenido el niño y la niña que forman parte de la familia MP/MM venezolana.
En síntesis, la problemática estriba en el niño y la niña que conviven en
una familia (MP/MM) donde la realidad constituye no solo la ausencia del
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padre o de la madre, sino el desequilibrio en el ingreso económico, en su
educación y en su desarrollo biopsicosocial. Por otra parte, la Convención
sobre los Derechos del Niño, Niña y Adolescente (CDNNA, 1990) considera
que la familia adecuada debe ser nuclear biparental, por lo que los niños
tienen derecho siempre a conocer a sus padres, a ser cuidados por ellos, lo
que debe ser garantizado por el Estado, a través de sus políticas públicas. Se
investiga para comprender al niño y a la niña que forman parte de la familia
MP/MM venezolana y su relación con la pobreza tomando en consideración
que a esos infantes se les vulneran sus derechos.
ANTECEDENTES
Presentamos algunos estudios que aportan elementos para entender la
situación expuesta de acuerdo a las estadísticas reseñadas por la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). En relación a la familia
monoparental, la CEPAL (2014) realizó una investigación comparativa sobre
la estructura de la familia en 18 países de Latinoamérica en la cual se analizó
la evolución de las estructuras familiares según el tipo de relaciones de paren-
tesco desde 1990, 2000 y 2010. Allí, las familias nucleares presentaron una
baja en sus porcentajes de 68,0, 66,4, 63,6 % respectivamente; las familias
extendidas en 19,3, 19,6, 19,0 %; la familia compuesta se conserva en 1,4,
1,2, 1,4 %; y hay un aumento de los hogares no familiares de 11,3, 12,8, 16,0
%.
Al respecto, estas investigaciones de la CEPAL se basaron en las concep-
ciones de Arriagada (2001), quien clasifica a la familia en: nucleares que son
aquellas que tienen un núcleo conyugal completo (padre y madre) o incom-
pleto (solamente un progenitor); las familias extendidas, conformadas por
las familias nucleares, además de otros parientes; las familias compuestas,
que corresponden a la suma de las familias nucleares con otros miembros
(parientes o no); y los grupos no familiares, formados por hogares uniperso-
nales (una sola persona) o diferentes personas sin ningún lazo o vínculo.
Es importante resaltar que la familia monoparental entra en la clasificación de
familia nuclear sin un progenitor; también dentro de la familia extendida; si la
observamos desde el/la progenitor/a que vive con el/la abuela/o de sus hijos/
as para mantenerse económicamente, por lo que, la estadística cambia y la
cifra comienza a verse más imponente.
El estudio de la CEPAL (2014) refiere el caso del hombre de la familia monopa-
rental como jefe del hogar desde 1990, 2000 y 2010 con porcentajes mínimos;
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a diferencia de los hogares donde la mujer es la que mantiene a sus hijos, con
porcentajes mayores. Sunkel (2006), consultor de la CEPAL, expresa que hay
un aumento de la participación laboral de la mujer en Latinoamérica, especial-
mente en Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, México, Panamá y Venezuela
por sobre los diez puntos porcentuales. De lo que se infiere que hay mayor
cantidad de hogares monomarentales que monoparentales.
Otros estudios internacionales como el de Zapata (2013), quien investigó
sobre las familias MM y MP y su relación con los hijos e hijas adolescentes
según el nivel socioeconómico y el sexo, presentan dos objetivos generales
orientados a analizar este aspecto, además de las relaciones con sus padres
tomando en consideración el ajuste psicosocial del adolescente. Algunos
de sus hallazgos se dirigen a considerar que la desventaja social afecta de
forma diferente a las familias según su estructura. Con mayor percepción de
dificultad en las familias MM, de allí lo preponderante de esta investigación.
Del mismo modo, Morgado et al. (2003) realizó una investigación en distintas
provincias españolas (Asturias, Tenerife, Barcelona y Sevilla), con una muestra
de 235 mujeres que afrontaron en solitario la maternidad y de una muestra
paralela de mujeres que la comparten con su pareja. Algunos resultados
indican que estas familias tienen que enfrentarse a problemas económicos
y sobrecarga de responsabilidades, obteniendo ayuda de la misma familia.
Igualmente, una investigación venezolana de Ponce y Di Brienza (2012)
tuvo como objetivo analizar las características de los hogares en Venezuela
entre 1995 y 2009 y su vinculación con la condición de pobreza; se utilizó el
método integrado para la medición de la pobreza y la encuesta de hogares
por muestreo. Algunos hallazgos registran que los hogares nucleares biparen-
tales siguen predominando con una disminución del 8,5 % en el 2009 con
respecto al aumento de las familias MP a consecuencia de separaciones,
soltería y de sobrevivencia de la población. Se resalta la disminución de
miembros del hogar MP a cargo del hombre y un mayor incremento del hogar
encabezado por la mujer, el aumento de hogares sin hijos; y en segundo
lugar los hogares extensos que se han mantenido, aunque eran de mayor
tamaño en 1995, y el ascenso de hogares con jefatura femenina de un 22 % a
33 % aunque esté presente el hombre.
Asimismo, se destaca que el INE (2011b) realizó el Censo Nacional de
Población y Vivienda, el cual expresó que son más las mujeres que están al
frente del hogar (39,3 %), por lo que hay un incremento de 10 puntos porcen-
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tuales en la última década. Hay una reducción del promedio de habitantes por
hogar, en 1981 era de 5,29 personas por unidad habitacional; en 2001, 4,4 y
para el 2011, 3,9 personas por vivienda. Esto refleja que la familia venezolana
es MM, y cada vez más pequeña. Hay que recalcar que sigue predominando
la población femenina (50,4 %) en relación a la masculina (49,6 %).
ENFOQUES
Este apartado muestra los enfoques teóricos trabajados de acuerdo con la
temática planteada. En ese sentido se describen aspectos que explican cómo
entender al niño y la niña que forman parte de una familia MP o MM, de acuerdo
con su desarrollo integral, el contexto social y las leyes que los protegen.
ENFOQUE DE DESARROLLO O DEL CICLO DE LA VIDA DEL NIÑO Y LA
NIÑA
Este enfoque se encuentra orientado en describir su crecimiento evolutivo de
un modo lógico y sistemático, enmarcado entre lo que es el desarrollo normal
y el desarrollo anómalo (Wicks-Nelson & Israel, 2005). En él, se plantea el
desarrollo normal, como una visión de conjunto que engloba varios procesos:
a) La genética, que conforma la carga cromosómica del ser humano; b)
Físico, es el crecimiento que se da en el infante, incluye el sistema nervioso,
y el desarrollo motor; c) Intelectual, corresponde a la capacidad cognitiva;
investigadores como Piaget (1967) detallan el proceso mental que va desarro-
llando el niño a medida que crece a través de los estadios, tales como:
Sensoriomotor, preoperacional, operacional concreto y operacional formal,
además del lenguaje y la comunicación; d) El ser social y emocional, donde
se deben tomar en cuenta el temperamento y las emociones, puesto que
desempeñan un papel importante en la interacción social y en los trastornos
de la conducta.
Igualmente, la familia tiene que valerse de pautas de crianza (basadas en
valores) donde la disciplina, según Gotzen (1997) debe ser consecuente,
consistente, y no violenta, con una dedicación adecuada. De la misma forma,
la escuela desde este enfoque se concentra en los valores, hábitos de trabajo,
y autoconceptos que se deben promover al infante (Fernández, 1998). Existen
otros factores que afectan al niño y a la niña como la diversidad en la clase
social; por ejemplo, en el estrato socioeconómico bajo, debido a factores
como la pobreza, los servicios médicos deficientes, un mayor estrés familiar
e inferiores logros académicos siempre estarán en desventaja con los de la
clase socioeconómica alta (Wicks- Nelson & Israel, 2005).
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Este enfoque toma en cuenta el modelo biopsicosocial, ya que reconoce las
variables biológicas, psicológicas y sociales que interactúan constantemente
dando lugar al desarrollo del niño. Por otro lado, se consideran los estereo-
tipos ligados a la edad y al género, además de acontecimientos enlazados
a la historia del niño/niña que pueden desencadenar en problemas de
comportamiento.
Hay que destacar, que cada vez existen más investigaciones que nos orientan
sobre los desajustes que pueden presentar los infantes, sin embargo, no
podemos ignorar la capacidad que tiene el ser humano de salir adelante ante
las dificultades, concepto señalado por Rutter (1990) como resiliencia.
ENFOQUE SOBRE LA FAMILIA MONOPARENTAL/MONOMARENTAL
La familia de acuerdo a su estructura podemos clasificarla como: MP o MM
(Arriagada, 2001; Morgado et al., 2003; Zapata, 2013). Cada una de las autoras
la explica desde su percepción.
Para Morgado et al., (2003), las familias MM “son profundamente diversas
entre sí, tanto por su origen, su edad, sus recursos de partida o sus circuns-
tancias vitales” (p.138). Por otra parte, para Iglesias de Ussel (1988) la familia
MP se conceptualiza desde diversos eventos: a) MP vinculada a la natalidad,
caracterizada, porque la mujer se constituye en madre soltera; b) MP vinculada
a la relación matrimonial, corresponde a eventos voluntarios e involuntarios de
la pareja (divorcio, separación, abandono); c) MP vinculada al ordenamiento
jurídico, relacionada directamente con la adopción; d) MP vinculada a situa-
ciones sociales, aquí la ausencia de alguno de los progenitores es debido a
enfermedad, trabajo, estár privado de libertad o emigración. Agregaría, e) MP
vinculada a la vida, es aquella donde ha fallecido uno de los progenitores.
Esta clasificación de Iglesias de Ussel se puede ver en cualquiera de las dos
estructuras MP o MM.
Asimismo, las familias MP y MM vistas desde el origen, se diferencian muy
poco entre sí, destacándose la feminización de la MP (Josiles, Rivas, Mancó,
Villamil & Díaz 2008) que tiene una relación directa con la historia y los
factores demográficos. Las autoras ratifican en sus investigaciones, que las
mujeres se han dedicado a ser primero madres lo que ha desencadenado
matrimonios muy jóvenes, y por ende, viudez temprana. Igualmente, expresan
en sus estudios que la mujer ha asumido otros retos; como por ejemplo, la
maternidad por reproducción asistida o adopciones, generando una mayor
cantidad de familias de estructura MM.
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Por otro lado, existen autores como: Moreno (1995), López y Cruz (2006), y
Chouhy (2001) que expresan que las familias que sufren rupturas presentan
desequilibrios que pueden desencadenar problemas emocionales en los
hijos que a futuro traen consecuencias como: dificultades para el aprendizaje,
embarazo precoz, relaciones violentas o delincuencia. Esta es otra de las
razones que se tomaron en cuenta para dilucidar los acontecimientos que se
pueden suscitar en el niño y/o la niña que se forma dentro de una familia MM
o MP venezolana.
ENFOQUE DE DERECHOS
En la actualidad el Defensor de Familia es el símbolo de la protección de la
institución de la familia como refugio inicial de la niñez y como célula básica
de la organización social. Se reconoce como una institución garante de los
derechos de la familia, niños, niñas y adolescentes; tiene una larga trayec-
toria evolutiva en la resolución de la problemática de la niñez, la adolescencia
y la familia (Jiménez, 2012). Así mismo La Convención Internacional de los
Derechos del Niño, Niña y Adolescente (CDNNA, 1990) efectuada en 1989 y
ratificada en 1990 por la totalidad de los países de América Latina reconoce
a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho, esto significa que
los menores de 18 años tienen derecho a:
-
Participar, y a ser escuchados de acuerdo a su edad y a su madurez.
-
Crecer y a desarrollarse en condiciones de igualdad, que le permita
potencializarse y contribuir al desarrollo de la sociedad.
-
Un desarrollo integral, por eso necesitan que el Estado se los garantice
a través de políticas públicas con enfoque de derecho.
Es importante destacar que la Convención es un instrumento internacional de
orden jurídico que tiene como función exigir a los Estados Partes el cumpli-
miento de los derechos humanos del niño, niña y adolescente en función
de garantizar que no sean vulnerados. Además, de requerir que los infantes
conozcan sus derechos con la finalidad de que sean ellos mismos quienes lo
exijan. Tomando en consideración el concepto de autonomía progresiva que
hace valer los derechos en relación a su etapa de crecimiento; y por supuesto,
al principio del interés superior del niño, lo que significa que siempre ante
cualquier circunstancia que vaya en detrimento de su desarrollo integral
privará su protección particular.
Igualmente, se tomaron en cuenta la Constitución Nacional Bolivariana
de Venezuela (CNBV, 1999), la Ley para la Protección de las Familias, la
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Maternidad y la Paternidad (LPFMP, 2007) y la Ley Orgánica la Protección
del Niño, Niña y Adolescente (LOPNNA, 2007). De esta última ley, hay que
destacar que en Venezuela constituye un instrumento legal que se ajusta al
paradigma de protección integral que expresa la Convención Internacional
sobre los Derechos del Niño.
DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN
El estudio parte de un objetivo general, cuatro objetivos específicos con sus
respectivas preguntas y premisa que a continuación se expresan:
OBJETIVO GENERAL
Comprender al niño y a la niña que forman parte de la familia MP/MM
venezolana y su vínculo con la pobreza, vista esta última como un derecho
vulnerado, con la finalidad de brindar aportes a las políticas públicas.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
-
Analizar los textos, documentos y leyes seleccionadas.
-
Describir al niño y la niña que forman parte de la familia MP/MM
venezolana.
-
Relacionar los textos, documentos y leyes, además de las unidades de
registro señaladas sobre la familia MM/MP venezolana para precisar la
pobreza y todos los derechos vulnerados al niño y a la niña.
-
Sintetizar con argumentos sobre la pobreza y todos los derechos que
se les vulneran al niño y la niña que forman parte de la familia MP/MM
con la finalidad de brindar aportes a las políticas públicas.
PREGUNTAS DE LA INVESTIGACIÓN
¿Cómo se caracteriza la familia MP/MM venezolana? ¿Cómo se vincula la
familia MP/MM con la pobreza? ¿Se les vulneran los derechos a los niños
y niñas de la familia MP/MM venezolana? ¿Cuáles derechos vulnerados se
deben tomar en cuenta para comprender al niño y a la niña que forman parte
de la familia MP/MM venezolana con la finalidad de brindar aportes a las
políticas públicas?
Premisa: La familia MP/MM venezolana es aquella que se encuentra
conformada solamente por un progenitor, donde se destaca la mujer como
principal responsable de mantener económicamente y afectivamente a los
hijos. Estos últimos, tienen el derecho, principalmente, de conocer y ser
cuidados por su padre y su madre, por lo que, desde allí, ya se le vulneran sus
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derechos. En este sentido, los aportes del Estado para tomarlos en cuenta
en las políticas públicas tienen que ser desde un enfoque de derechos,
relacionado con el estrato socioeconómico, el vínculo, la historia y el entorno
(la escuela y la comunidad).
Por otro lado, el presente estudio se apoyó en el paradigma interpretativo,
dado que la investigación estuvo orientada en comprender al niño y a la niña
que forman parte de la familia MP/MM, y que se les vulneran sus derechos.
Las unidades de análisis se seleccionaron de forma intencional y corres-
pondieron a los textos de Alejandro Moreno Olmedo que se encuentran en
las referencias bibliográficas. Este autor es presbítero salesiano, de origen
español y nacionalizado venezolano; psicólogo, con especialidad y Maestría
en Psicología; Doctor en Ciencias Sociales de la Universidad Central de
Venezuela y tiene más de 25 años en la investigación del mundo de vida de la
familia popular venezolana, además de contar con numerosas publicaciones
y artículos. Se selecciona por ser uno de los investigadores más completos en
Venezuela sobre la temática especificada. De la misma manera, se utiliza la
CDNNA (1990), CNBV (1999), la LOPNNA (2007) y la LPFMP (2007).
El método es documental y argumentativo (González, 2005), y desarrolló de
acuerdo a los siguientes pasos:
1.
Se realizó un arqueo de la bibliografía; seleccionando los textos e inclu-
yendo a los diversos autores nombrados en los enfoques y los antece-
dentes anteriormente expuestos. Los textos fueron elegidos en corres-
pondencia con los objetivos planteados.
2.
Se realizó un análisis de los textos señalados, según Andreú (2001),
específicamente análisis de contexto y de registro, junto con los
documentos y leyes seleccionadas porque permite caracterizar y a su
vez resaltar lo más importante del tema trabajado. Además, se incluyó
el análisis de registro de los autores nombrados en los enfoques y los
antecedentes anteriormente expuestos.
3.
Se relacionaron los textos, documentos y leyes, además del análisis de
registro de los autores trabajados y los antecedentes de acuerdo a las
preguntas planteadas y las que se fueron produciendo a medida que
avanzó la investigación (triangulación). Al mismo tiempo se fue elabo-
rando una ntesis argumentativa de los análisis que se fueron susci-
tando. La actitud de la investigadora fue comprender el fenómeno, por
eso infiere sobre lo analizado y lo relaciona con el contexto referido en el
planteamiento, con la finalidad de hacer aportes a las políticas públicas.
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Las técnicas de recolección documental utilizadas, según González (2005),
son: Recopilación del material a través de fichas bibliográficas, Clasificación
de las fichas, Redacción preliminar (Anteproyecto o bosquejo de la investi-
gación), Redacción definitiva (la cual constituyó la validación del especialista)
y Redacción final. Las técnicas de análisis de contenido, según Díaz y Navarro
(1998), se llevaron a cabo con un análisis general que permitió codificar y
categorizar los textos, documentos y leyes, posteriormente se incluyeron
los objetivos, preguntas de la investigación, premisa, enfoques teóricos y la
metodología seguida en la investigación. Los criterios de fiabilidad y validez
fueron la triangulación de los resultados y la saturación (Andreú, 2001).
ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN
De acuerdo al método y objetivo uno de la investigación, luego de seleccionar
los textos en relación a los objetivos, las preguntas de la investigación y la
premisa, se realizó un análisis de contexto que se especifica en la Tabla 1.
Tabla 1. Análisis de contexto de los textos
Textos
Características
Objetivo
¿Padre y Madre? Seis estudios
sobre la familia venezolana (2008)
Se origina de un libro anterior de 1994. Titulado: La familia venezo-
lana (p.126.) Análisis: (pp.13-89)
2. Describir al niño y la niña
que forman parte de la familia
monomarental/monoparental
venezolana.
Relacionar los textos, documen-
tos y leyes, además de las unida-
des de registro señaladas sobre
la familia MM/MP venezolana
para precisar la pobreza y todos
los derechos vulnerados al niño
y a la niña.
El aro y la trama. Epísteme,
modernidad y pueblo (2008)
Parte de la tesis doctoral del autor. Es la epistemología del mundo
de vida popular venezolano (467 pp.) El análisis se realizó en el
cap.9. El mundo de vida popular. Análisis: (pp.321-343)
Buscando padre (2002)
Es la historia de vida de Pedro Luis Luna. El hombre venezolano
(p.351). Análisis: (pp.2-348)
Convención sobre los derechos
del niño, niña y adolescente (1990)
Se origina en 1989, y entra en vigor en 1990 (p.38), 54 Art. Análisis:
Art 1-20.
Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (1999)
De 1999 (231 pp.). Análisis: Título III. De los derechos humanos,
garantías y de los deberes (pp.145-163)
Ley orgánica para la protección
del niño, niña y adolescente (1999)
Revisión de LOPNNA de 1998 (2007) (3-220). Análisis: (pp.3-123).
Hasta el Art. 247
Ley para la protección de las familias,
la maternidad y la paternidad (2007)
Año: 2007 (pp.3-17) Art. 1-38 (todos los artículos se analizaron)
Fuente: Autor
Para entender el contexto donde se apoya la investigación se realizó una
breve descripción de la dinámica política, histórica y social que se vivía en
Venezuela para el momento en que aparecen todos los documentos y leyes,
además de los productos de Alejandro Moreno, específicamente en 1999,
2007, 2008 y 2014.
El niño y la niña de la familia monoparental/monomarental popular venezolana
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Educación y Humanismo 20(34): pp. 244-257. Enero-Junio, 2018.
DOI: http://dx.doi.org/10.17081/eduhum.20.34.2865
CONTEXTO POLÍTICO, HISTÓRICO Y SOCIAL DE VENEZUELA EN 1999,
2007, 2008 Y 2014
Al respecto, vamos a describir varios momentos que corresponden al
contexto político, histórico y social de Venezuela en 1999, 2007, 2008 y 2014,
apoyados en González y La Cruz (2008); recordemos el gobierno anterior a
1999, del señor Carlos Andrés rez (en su segundo mandato), el cual venía
de una crisis social general que se vislumbró en 1980. Orientó las políticas
públicas en función de esa situación que le trajo consecuencias desfavo-
rables en el bienestar de la población y no fue aceptado por la gran mayoría.
Posteriormente, en 1998 comienza a mandar el militar Hugo Chávez Frías,
después de encabezar el intento de golpe de Estado de febrero de 1992, con
él, vienen los cambios de la Constitución en 1999 donde la participación pasa
a tener un reconocimiento con rango constitucional dentro del nuevo modelo
político.
En efecto, según González y La Cruz (2008), el presidente Chávez Frías
orientó su política dentro de las posturas neoliberales, en el marco de un
programa social marginal que lejos de ofrecer transformaciones profundas
centralizó los fondos sociales en una sola fuente de financiamiento, el Fondo
Único Social, lo que generó un deterioro en general de las regiones del Estado.
Su política se concentró en la creación de misiones como figura de programas
sociales, solamente vamos a destacar dos de ellas: Misión Negra Hipólita,
creada en el 2006 como un programa destinado a responder a las necesi-
dades de trabajo, alimentación, vivienda y salud de la población en situación
de pobreza extrema, y la Misión Madres del Barrio, creada en ese mismo año
con la intención de apoyar a la mujer y a la familia en pobreza extrema.
Actualmente en Venezuela gobierna el presidente Nicolás Maduro. Según
Duplá (2014), con una visión de política social sin transformaciones estruc-
turales, que continúa con la creación de misiones que conducen a destruir el
crecimiento económico apoyado en sus políticas populistas.
Por otro lado, mientras esto sucedía, Alejandro Moreno investigaba desde
su rol como eclesiástico y psicólogo en una comunidad popular de Caracas,
sumido dentro de esa realidad histórica, cultural y social, siempre mostrando
su lado crítico, y con la convicción de que los presidentes nombrados anterior-
mente no lo estaban haciendo bien, aspecto que él demuestra en cada uno de
los artículos que escribe en su columna del diario El Nacional.
Partiendo de los supuestos anteriores, y siguiendo con el método planteado,
Shirley Gómez
Educación y Humanismo 20(34): pp. 245-257. Enero-Junio, 2018.
DOI: http://dx.doi.org/10.17081/eduhum.20.34.2865
en cuanto a los textos de Moreno de acuerdo con Díaz Navarro (1998), se
realizó un análisis general que permitió codificar (enumerar cada una de las
líneas) y categorizar la información hasta llegar a la saturación, dando como
resultado 209 categorías, de las cuales se lograron sintetizar en las unidades
temáticas: Familia venezolana, Lenguaje de la familia, Pobreza, Niño, Niña,
Padre y Madre. Es importante destacar que la categoría lenguaje se describe
dentro de las demás categorías nombradas.
En otro orden de ideas, hay que explicar que Moreno plantea su enfoque
desde la familia popular venezolana, lo que él denomina el matricentrismo,
ese fuerte nudo relacional que se da entre la madre y el hijo, que en este
caso se va a relacionar con lo que se concibe como familia MP y MM. A conti-
nuación la descripción y análisis de las categorías, de acuerdo con lo que
expresa Moreno.
LA FAMILIA MP/MM VENEZOLANA, SEGÚN ALEJANDRO MORENO
La familia popular venezolana se constituye por la madre y los hijos (casi
siempre de padres diferentes) que no se hacen responsables de sus deberes.
La madre es formada dentro de los estereotipos sociales de que sus hijos le
pertenecen, y por eso tiene que salir adelante, (trabajar) para mantenerlos
económicamente. Ella sigue buscando el amor y por eso se llena de hijos. El
lenguaje que se entiende desde ese contexto es “padre es cualquiera”, por lo
tanto los hijos pertenecen a la madre.
El padre es el gran ausente dentro de la familia, en algunos casos está, pero
de manera tangencial, sin responsabilidades, de forma conveniente para
ellos y de forma cultural para ellas, ya que no se da la relación de pareja, el
lenguaje es que “el esposo es un extraño, solamente se da una díada entre
la madre y el hijo, que si no se logra romper ese vínculo durante el desarrollo
del niño y la niña pudiera tener como consecuencia algunos desequilibrios
emocionales que pueden desencadenar a futuro en la formación de pareja de
ese niño y/o niña.
El niño se percibe permanentemente como hijo, esto viene desde el lenguaje
que utiliza la madre: “mi hijo, que permanece a través del tiempo y nunca es
visto como hombre responsable de sus actos, lo que hace difícil a ese hijo la
relación de pareja. Sin embargo, en la cotidianidad se dice que “los varones
tienen que trabajar para mantener a sus madres”. Simultáneamente, el hijo
añora conocer y estar con su padre. Además, él esal tanto de que sus
hermanos son de diferente padre y esto no le causa molestia, sin embargo, en
El niño y la niña de la familia monoparental/monomarental popular venezolana
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Educación y Humanismo 20(34): pp. 246-257. Enero-Junio, 2018.
DOI: http://dx.doi.org/10.17081/eduhum.20.34.2865
el lenguaje hace la diferenciación cuando son hermanos maternos o paternos,
dando mayor importancia a los maternos.
La niña, es formada para ser mujer-madre, perpetuando a la madre que le
dio la vida. Por eso, tiene que formar otra familia; en el lenguaje cotidiano,
para el varón su familia es su mamá y para la hembra su familia son sus hijos.
Además, tiene la responsabilidad de estar pendiente de la madre, sin dejar
de lado los hijos. Su destino culturalmente es ser mujer madre, madre sin
esposo, madre abandonada, madre criadora de hijos.
La madre está encargada económicamente de mantener y cuidar a los hijos,
para ello tiene doble jornada (trabajar en la calle y en la casa). Estas ausencias
no son vistas de forma significativa por los hijos, generalmente sienten que
su madre siempre ha estado para ellos, a diferencia de cuando es el padre el
ausente. Los hijos en general son cuidados por la abuela materna, y esto se
repite.
Para la investigadora, actualmente, este enfoque, no es del todo cierto. Es
verdad que existe un alto índice de mujeres, jefas del hogar dedicadas a
trabajar en la calle y en la casa, pero, la estadística de los hombres que
protegen a sus hijos y los llenan de amor ha cambiado. Aunque, las circuns-
tancias han sido diferentes, unas porque las mujeres se han cansado, cultural-
mente, de ser ellas las que llevan todo el peso de la familia, y otras porque los
padres han asumido su responsabilidad independientemente de si tuvieron
o no modelos orientados en el amor. Lo que ha marcado la diferencia es la
educación, de mujeres y hombres, tanto la académica, como dentro del hogar.
Es la educación la que permite el eidos como diría Husserl (1949), la esencia,
el “darse cuenta”, al producirse ese clip las personas pueden romper las
cadenas que los unen a su historia, muchas veces manchada de violencia,
impotencia, y frustración que se convierten en un aprendizaje casi perma-
nente, difícil de cambiar. La escuela es la institución adecuada de orientar a
la familia y a las demás instituciones del Estado en lo que es prioridad para el
niño y la niña en cuanto con su desarrollo integral de calidad.
Por otro lado, este breve análisis del enfoque de la familia popular venezolana
de Alejandro Moreno (categorías) se interrelacionó con los documentos, leyes
y unidades de registro señalados anteriormente por los diversos autores,
objetivos, preguntas de la investigación y premisa (triangulación) lo que se
concretó en una síntesis argumentativa. A continuación la figura que expresa
lo explicado y que corresponde al tercer objetivo de la investigación.
Shirley Gómez
Educación y Humanismo 20(34): pp. 247-257. Enero-Junio, 2018.
DOI: http://dx.doi.org/10.17081/eduhum.20.34.2865
Figura 1. Relación de las unidades contextuales y de registro
Fuente: Autor
Esta triangulación es la que origina la síntesis argumentativa, que es el
producto señalado anteriormente y que se presenta a continuación como
una hermenéutica que permite darles respuesta a todas las interrogantes
planteadas.
SÍNTESIS ARGUMENTATIVA
¿CÓMO SE CARACTERIZA LA FAMILIA MP/MM VENEZOLANA?
La familia MP/MM venezolana que se encuentra en las zonas populares,
específicamente en los barrios, donde convergen características puntuales
que la identifican, según Trigo (2004), como “…un medio en que no hay
condiciones para vivir” (p.173) porque está rodeado de problemas sociales
que describen a dichas familias, como por ejemplo, el poco nivel adquisitivo
para alimentarse, lo que trae consecuencias aún mayores como la deserción
escolar, las enfermedades y hasta la desnutrición. Igualmente, se observa la
violencia horizontal, que se destaca en los grupos violentos que hacen vida
dentro del barrio.
En Venezuela, dentro de las familias MP/MM en las zonas populares, siempre
se ha destacado la mujer como la que tiene la mayor responsabilidad de
mantener económicamente y afectivamente a los hijos (Moreno, 2008a), eso
quiere decir, que hay más familias MM (Morgado et al., 2003; Zapata, 2013;
Ponce & Di Brienza, 2012) y menos MP.
Por otro lado, según Moreno (2008a) la familia se entiende como un nudo
relacional que es representado principalmente por la madre “matricentrista”,
esto no quiere decir que la estructura sea solamente MM, sino que es
gerenciada por la madre, aunque exista la pareja. Si lo relacionamos con
las estadísticas de la CEPAL (2014), donde sigue prevaleciendo la familia
El niño y la niña de la familia monoparental/monomarental popular venezolana
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Educación y Humanismo 20(34): pp. 248-257. Enero-Junio, 2018.
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tradicional, biparental; lo que está sucediendo es que los hombres cada vez
tienen menos protagonismo dentro de la familia popular venezolana. ¿Por
qué sucede esto? Podemos inferir y decir que ese hombre es formado por
la mujer-madre, es un hombre pasivo, con una visión de vida diferente que
la mujer, la cual está formada por otra mujer que al parecer está clara en lo
que significa el valor de la responsabilidad, porque del amor, no podemos
asegurarlo.
Entonces, ¿estamos formando familias desde la perspectiva de la mujer?
¿Cuál es el aporte del hombre en la formación de los hijos? debemos darle
la razón a Moreno (2008a) cuando dice que: ¿los niños están siendo criados
para ser hijos? y ¿las niñas para ser madres? Esto es significativo porque le
da mayor consistencia teórica a la visión de este autor.
Para la investigadora, la estructura familiar popular venezolana que sigue
predominando es la MM, con mujeres muy venes, donde se observa al
mismo tiempo niñas criando niños, donde sus intereses no están orientados
en ser madres, sino en ser amigas de sus hijos, creen que siendo amigas van
a obtener mejores resultados a futuro; esto trae como consecuencia niños y
niñas mal orientados, con dificultades para identificar la figura de autoridad, lo
que genera problemas de conducta por una disciplina errada y una formación
en valores equivocada.
¿CÓMO SE VINCULA LA FAMILIA MP/MM CON LA POBREZA?
La familia con una estructura monoparental/monomarental se encuentra
conformada por un solo miembro, sea el padre o la madre, lo que origina
un desequilibrio en el triángulo familiar como lo especifica Barroso (2007).
Al faltar uno, económicamente hay menos ingresos, y aún más una carencia
afectiva del padre o la madre independientemente de la causa que lo haya
ocasionado.
En Venezuela, la pobreza es la causa principal de las tasas de morbilidad
y mortalidad en la infancia, lo que se hace evidente por los niveles de
ingresos económicos que tienen las familias de acuerdo a lo que expresa
el CENDAS-FVM (2017), sin olvidar la alta tasa de desempleo, lo que ha
generado, entre otras cosas, que observemos niños y niñas escarbando en
la basura, de acuerdo con la prensa nacional. Sin embargo, la pobreza en sí
misma no debe verse solamente como una carencia económica, sino como
un fenómeno multidimensional, donde todos sus elementos se interrelacionan
y son interdependientes, denominado por Lara (2017) enfoque hologramático
Shirley Gómez
Educación y Humanismo 20(34): pp. 249-257. Enero-Junio, 2018.
DOI: http://dx.doi.org/10.17081/eduhum.20.34.2865
que se vincula directamente con el bienestar del ser humano.
Al respecto, Perry, Arias López, Maloney y Servén (2006), explican que dicho
fenómeno presenta tres dimensiones precisas: salud, seguridad y morta-
lidad, que se observan en la carencia de acceso a los servicios de salud,
a una nutrición adecuada, que ocasiona altos niveles de desnutrición y por
ende, mortalidad infantil; simultáneamente, de una elevada estadística de
inseguridad en las zonas populares de Venezuela, que se desatan en delin-
cuencia. La UNICEF (2005) así lo corrobora, igualmente, expresa que en el
mundo existe más de uno de cada tres niños que no dispone de una vivienda
adecuada, uno de cada cinco niños no tiene acceso al agua potable, y un 13
% de todos los niños y niñas no han acudido nunca a la escuela.
La pobreza afecta a la familia, y a los niños y niñas los priva de desarrollarse
adecuadamente. Lo que puede generar retraso en el crecimiento, afecta el
desarrollo cognitivo, y ocasiona dificultades para el aprendizaje, además de
problemas en la salud que repercuten posteriormente en la adolescencia y
en la edad adulta (UNICEF, 2016). Además, esto contribuye a la desigualdad
de oportunidades y lesiona el entorno protector de la familia y la comunidad,
por lo que quedan vulnerables ante las amenazas de la explotación, discrimi-
nación, del maltrato y la violencia en general.
Asimismo, una de las trampas de la pobreza es la reproducción intergenera-
cional, Rodríguez (2005) explica que se produce cuando los hijos adquieren
responsabilidades de adulto antes de tiempo, por ejemplo el embarazo de
una hija, lo que ocasiona el abandono escolar y por ende, dificultades para
conseguir empleo, y aún más para continuar formándose académicamente.
Esto se convierte en un ciclo que comienza en la niñez y que generalmente
continúa en la edad adulta; donde la familia MP/MM asume la crianza de
los hijos, y también la de los nietos; esto consolida la pobreza y coarta la
emancipación de los hijos, quienes así consigan pareja, permanecen bajo la
protección de la madre o el padre, según sea el caso.
¿SE LES VULNERAN LOS DERECHOS A LOS NIÑOS Y NIÑAS DE LA
FAMILIA MP/MM VENEZOLANA?
El sistema universal de los derechos humanos nace en la Organización de
las Naciones Unidas, amparados en la Carta Internacional de Derechos
Humanos de 1948, como un “conjunto de mecanismos orientados a proteger
los derechos de todas las personas” (Bregaglio, 2008, p.92) sin distinción de
sexo, edad y ninguna condición, es decir que desde que nacemos estamos
El niño y la niña de la familia monoparental/monomarental popular venezolana
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Educación y Humanismo 20(34): pp. 250-257. Enero-Junio, 2018.
DOI: http://dx.doi.org/10.17081/eduhum.20.34.2865
amparados en un sistema de derechos universales, que se concretan en
los Pactos internacionales de derechos humanos y en la CDNNA, estatutos
e instrumentos de los organismos internacionales que se interesan en el
bienestar del niño. Conforme con eso, se le vulneran los derechos al niño y
a la niña de la familia MP/MM venezolana: a estar protegidos de cualquiera
discriminación, a su supervivencia, a su desarrollo, a un nombre, a recibir
información, a conocer a su padre, y a ser cuidados por ambos de acuerdo al
interés superior del niño.
Al mismo tiempo, la CNBV (1999) compromete al Estado a proteger a la familia
como un espacio fundamental para el desarrollo del niño y la niña, además
de garantizar al padre y a la madre toda la protección necesaria, resalta la
protección a la maternidad, “…el deber compartido e irrenunciable del padre
y la madre de criar, formar, educar, mantener y asistir a sus hijos…” (Art. 76,
p.177). Igualmente, la LOPNNA (2007), bajo su doctrina de protección integral
al infante con sus principios rectores que se constituyen en derechos, como:
el niño como sujeto de derecho, el derecho a la supervivencia, al desarrollo,
a la protección y a expresar su opinión; y la LPFMP (2007), que expresa que
los niños y las niñas venezolanas tienen derecho a ser educados para la “…
igualdad de deberes y derechos y la responsabilidad compartida de las tareas
que implican la vida familiar” (pp.3-4).
En general, en la realidad, existe una vulneración de los derechos al niño y a
la niña desde el mismo momento en que nacen en una familia monomarental/
monoparental, con una madre, que culturalmente considera que el hombre
solamente es útil para el amor, y un padre, que no es responsable. Desde allí,
el niño y la niña, ya no tienen la oportunidad de conocer a su padre y pueden
perpetuar esa situación, por lo que se corrobora la premisa.
En Venezuela, para la autora, todos los derechos del niño y niña de la familia
popular venezolana MM/MP están siendo vulnerados porque el Estado no
los reconoce como sujetos de derecho. Todo ha quedado en el papel (en las
leyes), pero la realidad es que las políticas públicas se ejecutan basadas en
programas sociales, que no es que estén totalmente inadecuados, sino que
hacen ver a la población a la que está dirigida como personas necesitadas e
incapaces de participar en la solución de sus problemas; eso se traduce en
una política vertical (Molina, 2002), de espaldas a un enfoque de derechos,
donde las personas son ciudadanos, propulsores de sus derechos, que el
Estado debe garantizar a los infantes, y a la familia, como es el caso.
Shirley Gómez
251
Educación y Humanismo 20(34): pp. 251-257. Enero-Junio, 2018.
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¿CUÁLES DERECHOS SE DEBEN TOMAR EN CUENTA PARA
COMPRENDER AL NIÑO Y A LA NIÑA QUE FORMAN PARTE DE LA
FAMILIA MP/MM VENEZOLANA CON LA FINALIDAD DE BRINDAR
APORTES A LAS POLÍTICAS PÚBLICAS?
Debemos partir del modelo biopsicosocial (Wicks-Nelson & Israel, 2005)
propuesto; considerando que el infante en Venezuela esrodeado de una
crisis social que se demuestra en el poco nivel adquisitivo que tiene la familia,
dado el alto costo de la vida que lleva a inferir en el aumento de la desnutrición,
indicador importante para determinar problemas en general en el desarrollo
biopsicosocial del infante (Méndez, 1984).
Igualmente, la edad de las madres y los padres también hay que destacarla,
porque cuando son muy jóvenes no tienen claras las pautas de crianza del
niño/a, las cuales deben estar centradas en formar al infante con herramientas
que les permitan tomar adecuadas decisiones en la vida, por lo que estos
conocimientos tienen relación directa con la inteligencia emocional de estos
jóvenes. Vale recordar que dicha inteligencia corresponde a la esfera interper-
sonal, que implica la capacidad de resolver los problemas desde la relación
con los otros que incluye la empatía, simpatía, independencia, cordialidad,
amabilidad y respeto (Shapiro, 1997).
Por otra parte, la madre y el padre deben tomar en cuenta los modelos en
que se apoyan para la formación del hijo, sobre todo en esos primeros siete
años, porque esto es clave para el comportamiento adecuado del adulto en la
sociedad. Sin embargo, no podemos generalizar en que todas las respuestas
del ser humano se expresan desde la causa y el efecto, dada su comple-
jidad y su capacidad resiliente de enfrentar situaciones difíciles (Arranz et al.,
2010); Barroso, 2007, González & La Cruz, 2008; Rutter, 1990).
Asimismo, autores como el mismo Moreno (1995) explican que si bien es
cierto que el niño y la niña necesitan de su padre, también es cierto, que las
madres se esmeran con sus hijos y le dan bases que los llevan a ser personas
morales. Por lo que, en las familias MP/MM en América Latina, específica-
mente en Venezuela, se observa cómo las madres logran encaminar a sus
hijos, tanto académicamente como en el campo laboral.
Por otro lado, las políticas públicas para el niño y la niña deben partir de un
enfoque integral (biopsicosocial) intersectorial (familia- escuela-comunidad)
e intergeneracional que tome en cuenta sus necesidades en cada etapa
de desarrollo y las relaciones con sus adultos protectores. Orientadas en
El niño y la niña de la familia monoparental/monomarental popular venezolana
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Educación y Humanismo 20(34): pp. 252-257. Enero-Junio, 2018.
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acciones dirigidas a los niños y niñas de acuerdo a su edad cronológica y
también a la familia, fundamentadas en la CDNNA, en especial, en el principio
del interés superior del niño, por el cual los Estados Partes deben velar por
el cumplimiento de sus derechos (Pautassi & Royo, 2012, p.26). Centrado en
la protección social de los niños y niñas en las edades comprendidas desde
cero a nueve años, con una concepción de pobreza a partir de un enfoque
de derechos que requiere de indicadores y mediciones multidimensionales
(CEPAL & UNICEF, 2010), por lo que la pobreza tiene que ser tomada en
cuenta no solamente desde la privación material, sino desde aquellos
elementos relacionados con la discriminación y la exclusión, que inciden en el
desarrollo biopsicosocial de los niños y niñas.
Vamos a destacar el interés superior del niño como sujeto de derecho
especial, aun más como un ser humano que tiene que ser respetado por los
adultos y por el Estado, los cuales deben reconocerlos como sujetos capaces
de ocupar un rol importante en su protección social. Otros principios que se
deben tomar en cuenta en las políticas públicas son: la universalidad y no
discriminación, la sostenibilidad, la progresividad y no reversión, la indivisi-
bilidad e interdependencia, la participación y ciudadanía, la exigibilidad y la
rendición de cuentas. El énfasis se encuentra en la acción y en la praxis, lo
que origina una adecuada gerencia social; solamente así, se puede llegar a
concretar la premisa planteada.
CONCLUSIÓN
El niño y la niña que forman parte de la familia popular monoparental/monoma-
rental venezolana es producto de esa realidad política, social y económica
que los envuelve y que los marca, de allí que están subsumidos dentro de
una gran lista de factores de riesgo por no tener acceso a la alimentación,
educación, vivienda y salud, principales derechos vulnerados; y con muy
pocos factores protectores reales, una familia si se quiere incompleta, una
escuela y una comunidad dentro de ese mismo entorno de crisis; es decir,
con unas políticas públicas orientadas en paliar las necesidades básicas de
las familias, por lo que no hay un plan de la nación claramente identificado
y conocido por todos, donde se especifique la formulación y la gestión del
gobierno venezolano.
Por tal motivo, las estrategias son creadas para solventar situaciones propias
de su política de Estado, como por ejemplo, el carnet de la patria (Freitez,
2014) creado para controlar la compra de alimentos de las familias que cada
vez se hace más difícil dada la inflación tan alta que tiene el país para este
Shirley Gómez
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Educación y Humanismo 20(34): pp. 253-257. Enero-Junio, 2018.
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momento y su poca producción, caracterizado por la centralización de los
recursos y del control cambiario. En este sentido, se continúa con una política
basada en programas sociales que son modificados en su contenido mas
no en su esencia, por ejemplo el programa para la alimentación y el abaste-
cimiento MERCAL y el ahora Comité Local de Abastecimiento y Producción
(CLAP), que consiste en bolsas de alimentos que son vendidas a las familias
mensualmente, pero que no logran abastecerlas a todas.
Este panorama agudiza la crisis económica que se presenta en la familia
venezolana, mucho más en aquellas familias lideradas por la mujer. La que
tiene que trabajar en esa sociedad para lograr cubrir las necesidades básicas
de los hijos. Se propone un modelo de formación de políticas y programas
sociales, como lo detalla Molina (2002), que debe ser interactivo e iterativo,
es decir basado en un proceso donde se relacionen dos componentes claves:
formulación y gestión de acciones, en este caso hacia los niños y niñas que
forman parte de la familia MP/MM de este país con objetivos precisos que
sean monitoreados y evaluados que permitan visibilizarlos.
Se concluye, que las políticas públicas en Venezuela deben involucrar a
todos los sectores de la sociedad, desde el Poder Ejecutivo (Presidente de
la República, Ministros), encargado de implementar las políticas, articular
la gestión gubernamental, coordinar los gobiernos regionales y locales e
involucrar a los actores de la sociedad civil, empresarios y medios de comuni-
cación, hasta el Poder Legislativo, el cual genera las leyes y por lo tanto,
materializa las políticas blicas necesarias. Además, del Poder Judicial, si
bien este actor no influye de manera directa en la creación de políticas, igual-
mente la afecta, ya que las decisiones de los jueces deben ser tomadas en
cuenta.
Asimismo, se deben incluir las Organizaciones del Sector Privado/
Empresarios, quienes constituyen una parte importante en la implementación
de políticas blicas, porque ellos contribuyen en su desarrollo, movilizando
sus propios recursos, y la Sociedad Civil/Niños y Niñas que, aunque estén
enumerados de último, son unos de los actores claves y protagonistas, en
este caso, para gestionar las políticas públicas en un Estado democrático.
Ellos tienen el poder de opinión, por lo que pueden afectar en la toma de
decisiones en los niveles más altos, constituyen la población vulnerable del
Estado para el cumplimiento de las políticas. Son los que pueden exigir sus
derechos.
El niño y la niña de la familia monoparental/monomarental popular venezolana
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Educación y Humanismo 20(34): pp. 254-257. Enero-Junio, 2018.
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Los derechos que deben estar contenidos en estas políticas públicas, según
la familia monoparental/monomarental venezolana tienen que estar dirigidos
a la población de niños y niñas entre cero a nueve años que se encuentran
inmersos dentro de la pobreza, por lo que su protección social debe estar
orientada hacia la igualdad de oportunidades y a la eliminación de la discrimi-
nación y a la exclusión social.
Además, se deben tomar en consideración los derechos que a continuación
se enumeran: Derecho a crecer, a desarrollarse de forma integral, a ser
escuchado, a participar, a un nombre, a conocer a su padre y a ser cuidado
por ambos de acuerdo al interés superior del niño, a recibir información y a ser
protagonistas de la transformación de la sociedad, es decir, reafirmar lo que
expresa todo el conjunto de documentos y leyes analizados: “los niños y las
niñas son sujetos de derechos”. Por eso, es importante que toda la sociedad
civil internalice lo que eso significa para que sea capaz de exigir al Estado y
ejercer sus derechos. En este sentido, nos parece relevante la sensibilización,
educación y concientización del concepto de “sujeto de derecho” para todos
los actores.
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