Epidemiology of hand burns in a referral center in Colombia:
Retrospective cohort
Epidemiología de las quemaduras de las manos en un centro
de referencia en Colombia: cohorte retrospectiva
Submitted 10 Sep 2019
Accepted 19 Nov 2019
Published 17 Dec 2019
Academic editor
Isabel Meza
Corresponding author
Diego Alarcón Ariza,
diegoalarconmd@gmail.
com
DOI 10.17081/innosa.67
Copyright
2019 Alarcón et al.
Distributed under
Creative Commons
CC-BY 4.0
Diego Fernando Alarcón Ariza
1
,Genny Liliana Meléndez Florez
1
,Héctor Julio Meléndez Florez
1
1
Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga, Colombia
ABSTRACT
Background: Hands are involved in more than 80% of all severe burns. The majority
occur in lower resource locations, where prevention programs are exceptional.
Methods: Analytic retrospective study of hand burns patients admitted to the burn unit
from January 2013 to December 2017. Univariate, bivariate and multivariate analyses
were perform for each outcome variable.
Results: 349 patients with hand burns were included, 60% men and 40% women,
most of the inpatients aged from 0- 9 years. Scalds (40%), fire (27%) and contact
(15,5%) were the major causes of hand burns. The mean total body surface area
(TBSA) compromised was 3.9%, with a range of 0.5- 33% TBSA. Hand burns
happened more commonly at home (58,7%). 71 patients (20%) required hand surgery.
Conclusion: The results of this study contribute to characterize the behavior of hand
burns in Colombia. Children are a high risk group, burn prevention education would
help to reduce the incidence of hand burns on northeast area of Colombia.
RESUMEN
Introducción: Las manos están involucradas en el 80% de las quemaduras graves. La
mayoría ocurren en regiones de bajos ingresos socioeconómicos, donde los programas
de prevención son excepcionales.
Métodos: Estudio analítico de cohorte retrospectiva de las quemaduras de las manos en
pacientes admitidos al servicio de urgencias del Hospital Universitario de Santander
(HUS) desde 2013 a 2017. Se realizó un análisis univariado, bivariado y multivariado para
cada uno de los desenlaces.
Resultados: 349 pacientes con quemaduras de las manos fueron incluidos. 60%
Hombres, 40 % mujeres, la mayoría entre 0-9 años de edad. Las escaldaduras
(40%), el fuego (27%) y contacto (15,5%) fueron las principales etiologías de las
quemaduras. Las quemaduras comprometían entre 0.5-33%, con un promedio del
3,9 % de superficie corporal. Las quemaduras ocurrieron principalmente en el hogar
(58,7%). 71 pacientes (20%) requirió cirugía de la(s) mano(s) y cobertura cutánea.
Conclusión: los resultados del presente trabajo contribuyen a caracterizar el
comportamiento de las quemaduras de las manos en Colombia. En nuestra región los
niños son una población de alto riesgo; la educación, como prevención, reduciría la
incidencia de las quemaduras de las manos en el nororiente Colombiano.
Keywords Colombia; epidemiology; risk factors; prevention; burns
Palabras clave Colombia; epidemiología; factores de riesgo; prevención; quemaduras
How to cite this article: Alarcón D, Meléndez G, Meléndez H, Zambrano L, Epidemiología de las quemaduras de las manos en un centro de referencia
en Colombia: cohorte retrospectiva. Ciencia e Innovación en Salud. 2019. e67:1-18 DOI 10.17081/innosa. 67
Editor in chief
Isaac Kuzmar
editor@revcis.com
I.INTRODUCCIÓN
Las quemaduras son de las lesiones más devastadoras y un problema mayor de salud
pública (Forjuoh, 2006; Peck, Kruger, van der Merwe et al., 2008). Más del 90% de todas
las quemaduras son prevenibles. La mayoría de las quemaduras ocurren en países de
bajos ingresos socioeconómicos, donde los programas de prevención son primitivos. Las
quemaduras no fatales son una causa importante de morbilidad, incluyendo
hospitalización prolongada, deformidad y secuelas que pueden resultar en estigmas y
rechazo (Peck, 2011).
Cada mano representa menos del 3% de la superficie corporal total; sin embargo, están
involucradas en más del 80% de las quemaduras graves. Según la Asociación
Americana de Quemaduras, las quemaduras de las manos se consideran graves-
severas (Schneider, Holavanahalli, Helm, et al., 2008). Un tratamiento correcto y
oportuno tiene gran importancia, ya que hasta pequeñas áreas quemadas a nivel de las
manos puede resultar en una limitación severa de la función, compromiso de la
apariencia estética y la calidad de vida (Anzarut, Chen, Shankowsky, et al., 2005;
Belliappa, McCabe, 1993)
Identificar las quemaduras de segundo grado que van a lograr cicatrizar por medio de
epitelización es clave para alcanzar buenos resultados en las quemaduras de las manos.
En las quemaduras de segundo grado profundo o de tercer grado, es improbable obtener
epitelización en las primeras 2 a 3 semanas sin tratamiento quirúrgico. Estos defectos
por quemadura son cubiertos con injertos de piel y/o colgajos. (Goodwin, Maguire,
McManus, Pruitt B Jr, 1983;Tambuscio, Governa, Caputo, Barisoni, 2006; Van Zuijlen,
Kreis, Vloemans et al., 1999; Edstrom, Robson, Macchiaverna, Scala, 1979; Engrav,
Heimbach, Reus et al. 1983; Mohammadi, Bakhshaeekia, Marzban et al., 2011).
Es importante evitar generar morbilidad del sitio donante, en un paciente con
quemaduras que podría haber cicatrizado bien por epitelización (Richards, Winston, et
al.,2014).
Como parte del protocolo de tratamiento de los pacientes con quemaduras de las
manos, se inicia terapia física en las primeras 24 horas de ingreso. Consideramos que la
terapia física de la mano es un componente clave para preservar la función y los
resultados.
Los factores asociados a las lesiones por quemadura varían ampliamente entre las
diferentes regiones del mundo. En este estudio se analiza el comportamiento de las
quemaduras de las manos en el Hospital Universitario de Santander (HUS), que cuenta
con una de las 3 unidades de quemados más grandes de Colombia, con atención a una
población de más de 5 millones de habitantes del nororiente del país (Ministerio de
Salud, 2015)
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II. MÉTODOS
Se realizó un estudio analítico de cohorte retrospectiva con información de las historias
clínicas de la población del estudio, que corresponde a los pacientes con quemaduras de
las manos admitidos al servicio de urgencias del Hospital Universitario de Santander
(HUS) desde enero del 2013 a Diciembre del 2017. Los pacientes que fallecieron debido
a la severidad de las quemaduras o aquellos que consultaron para manejo de secuelas
por quemaduras antiguas fueron excluidos.
Se identificaron las variables sociodemográficas y clínicas, realizándose un registro
mediante un cuestionario estructurado y estandarizado para el análisis de la información
obtenida de la historia clínica.
La clasificación de la profundidad de las quemaduras se realizó bajo el estándar de la
OMS, que las divide en 3 categorías: superficiales (primer grado), espesor parcial
(segundo grado) y espesor total (tercer grado). Debido a que los pacientes que
presentaron quemaduras superficiales/primer grado no fueron admitidos al hospital, no
hay información sobre las quemaduras superficiales. Este estudio fue aprobado por el
Comité de Ética e Investigación de la Universidad Industrial de Santander (CIENCI).
Las variables desenlace del estudio fueron necesidad de manejo quirúrgico y duración
de la hospitalización.
Se realizó un análisis descriptivo univariado, de las variables continuas usando medidas
de tendencia central y dispersión (media y desviación estándar debido a que las
variables presentaban una distribución normal); las variables categóricas se describieron
mediante frecuencias relativas y absolutas. Se realizó un análisis bivariado comparando
las variables con las variables resultado (diferencia de medias para las variables
continuas y chi2 para las variables categóricas). Se realizó un análisis multivariado con
una regresión logística construida mediante el método backward para cada uno de los
desenlaces. Considerando como umbral de significancia alfa < 0,05.
III. RESULTADOS
Características generales de los pacientes
349 pacientes con quemaduras de las manos fueron incluidos, de los cuales 209 (60%)
eran hombres y 140 (40%) mujeres, con una relación Hombre:Mujer de 1,5:1. Edad de
los pacientes desde 1 mes hasta los 85 años, la mayoría de los pacientes tenía entre 0 a
9 años (28,4%). Las características generales de los pacientes se muestran en la (Tabla
1).
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Los pacientes provenían de 13 departamentos de Colombia, la mayoría de Santander
(88%), seguido de Bolívar y Norte de Santander (Figura 1).
Las quemaduras por escaldaduras (40%), por fuego (27%) y por contacto (15,5%),
fueron los principales agentes etiológicos de las quemaduras de las manos. El total de
superficie corporal quemada varío desde menos del 1% hasta el 33% SCTQ. El hogar
(59%) fue el lugar más común de ocurrencia de las lesiones, seguido por lugares
públicos (22%). 194 (55,5%) Pacientes vivían en área rural. No se presentaron pacientes
con quemaduras de primer grado, 278 pacientes (79,6%) presentaron quemaduras de
espesor parcial o segundo grado, 50 pacientes (14,3%) presentaron quemaduras de
segundo y tercer grado, y 21 pacientes (6%) presentó quemaduras de espesor total o
tercer grado. Las quemaduras de segundo grado fueron por escaldaduras y fuego, las
quemaduras de tercer grado debido a electricidad, contacto y pólvora principalmente.
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Tabla 1. Características generales de los pacientes con quemaduras de las manos.
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La mayoría de los pacientes presentó quemaduras en una sola mano (76,7%). 167
Pacientes (47,8%) presentaron quemaduras únicamente a nivel de las manos. La
duración promedio de hospitalización fue de 14,2 días con un rango desde 1 día hasta
Figura 1. Distribución geográfica de los pacientes con quemaduras en las manos
atendidos en el HUS entre los años 2013-2017
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los 108 días. La duración de la hospitalización fue menor de 1 semana en 108 pacientes
(30,9%). El tratamiento conservador con cicatrización dirigida se logró en 278 pacientes
(80%).
Análisis del tratamiento quirúrgico
71 pacientes (20%) requirieron cirugía de la(s) mano(s). Se realizaron fasciotomías
descompresivas por síndrome compartimental en 9 pacientes: 4 por electricidad, 3 por
pólvora (con liberación del túnel del carpo) y 2 por fuego. La realización de amputaciones
digitales fue requerida en 9 pacientes, de los cuales 4 fueron por electricidad
(amputación tardía), 3 por pólvora (amputación temprana) y 2 por fuego (amputación
tardía). La cobertura cutánea de las quemaduras de las manos se realizó en 71
pacientes (20%), 66% con injertos de piel de espesor parcial, 19% la combinación de
injertos de piel de espesor parcial y colgajo(s) y el 15% con colgajo(s) locoregionales y/o
a distancia.
A) Existe una asociación proporcional entre SCTQ y el tratamiento quirúrgico.
B) Los hombres corren un mayor riesgo de requerir cirugía.
Figura 2. Factores preliminares en relación a la realización de manejo quirúrgico
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C) La profundidad de la quemadura es un determinante significativo del tratamiento del
paciente.
D) El área de ubicación geográfica es un factor principal asociado para requerir manejo
quirúrgico.
Inicialmente el %SCTQ, la extensión y profundidad de la quemadura a nivel de la mano,
el sexo masculino y residir en área rural, fueron factores significativos asociados con
requerir cirugía en el análisis univariado (Figura 2). Sin embargo, después de realizar el
análisis de regresión logística multivariado, el %SCTQ, superficie de la mano y la edad
no tuvieron impacto en aumentar el riesgo de requerir cirugía de la(s) mano(s). Las
características que tuvieron impacto en requerir cirugía fueron: residir en área rural, sexo
masculino y quemaduras de segundo grado profundo y tercer grado y se sintetizan en la
(Tabla 2).
A,B) La SCTQ y extensión de la superficie de la mano impactan la duración de
la hospitalización.
Tabla 2. Predictores de cirugía de la mano: regresión logística multivariada.
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C) La cobertura cutánea diferida se asocia a un tiempo de hospitalización prolongado.
D) Pacientes que residen en área rural tienen un tiempo de hospitalización prolongado
comparado con los pacientes del área urbana.
Figura 3. Factores preliminares que impactan la duración de la hospitalización
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IV. DISCUSIÓN
Las quemaduras de las manos son una lesión mayor, de las cuales las quemaduras
térmicas son las más frecuentemente reportadas (Kreymerman, Andres, Lucas et
al.,2011). Estudios previos han demostrado que casi un 39% de todas las lesiones por
quemadura involucran la mano o la extremidad superior (Miller, Jeng, Bessey et al., 2005
; Ng, Anastakis, Douglas, Peters, 1991; Sheridan, Hurley, Smith et al, 1995)
y que casi el 90% de todos los grandes quemados presenta compromiso de una o
ambas manos. Adicionalmente, la mano y la muñeca son el área más comúnmente
involucrada (33%) en los casos de quemaduras pediátricas (Brown, Coffee, Adenuga,
Yowler, 2014). La mano está más dispuesta a sufrir lesiones por quemaduras debido a
dos razones principales; con frecuencia es la parte del cuerpo más cercana al agente
etiológico y los pacientes tienden a usar las manos para protegerse, estando en la
mayoría de los casos sin ningún tipo de elemento de protección. A pesar de constituir
una pequeña área del cuerpo, la pérdida funcional de las manos, conlleva al deterioro de
hasta un 57% de la función del individuo globalmente (Engrav, Dutcher, Nakamura, 1992)
El patrón epidemiológico y los factores de riesgo asociados con las quemaduras varían
ampliamente
entre las diferentes regiones del mundo (Peck, 2011). Las lesiones por
quemaduras tienen mayor incidencia y prevalencia entre las poblaciones
socioeconómicas bajas y menor frecuencia en las regiones desarrolladas (Smolle,
Cambiaso, Forbes et al., 2017). En consecuencia, los estudios epidemiológicos en cada
área son necesarios para garantizar datos consistentes y confiables para planificar e
implementar programas de prevención
Tabla 3. Predictores de hospitalización prolongada: regresión logística mutivariada
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(Ogada, Gebreab, Potokar, 2019). Este estudio tiene como objetivo determinar el patrón
epidemiológico de las quemaduras de las manos y los posibles factores de riesgo que
impactan en la necesidad de manejo quirúrgico y duración de la hospitalización en un
centro de referencia en Colombia.
La relación hombre:mujer (H:M) y la edad de las lesiones por quemaduras, difieren entre
los países, (Smolle, Cambiaso, Forbes et al., 2017) algunos estudios han reportado una
alta preponderancia masculina, con una relación H:M de 3,8:1 y 3,1:1. (Pegg, 2005;
Duke, Wood, Semmens, Edgar, Spilsbury, Rea, 2012) . Sin embargo, en un estudio
reciente de pacientes con quemaduras en un hospital de tercer nivel de atención en la
India, la relación H:M fue de 0,6:1 (Bhansali, Gandhi, Sahastrabudhe, Panse, 2017).
En este mismo estudio, la edad de los pacientes tuvo un rango desde los 8 meses hasta
los 10 años, con una mediana de edad de 26 años. En Kosovo, el grupo de edad más
afectado por lesiones relacionadas con quemaduras fueron los menores de 14 años, con
un 49%. (Arifi, Ahmeti, Zatriqi, Buja, Rexhaj, Arifi, 2017) En nuestra región, en un
estudio realizado por Ramírez et al en el Hospital Universitario de Santander (HUS)
durante el 2014 la relación H:M fue de 1,39:1, con una edad media de 12,5 años.
(Ramirez et al., 2017) En un estudio retrospectivo sobre las quemaduras de las manos
en el Este de China, la relación H:M fue de 3,32:1, con una edad pico de presentación
entre los 20 a 49 años, que corresponde a la edad laboral (Wang, Sun, Wu, Wang, Xia,
2015). En nuestro estudio, la relación H:M fue de 1,5:1, y el 63% de los pacientes
masculinos tenían menos de 10 años de edad. La mayoría de los accidentes por
quemaduras en las manos ocurrieron en niños y en el hogar, particularmente en la
cocina, donde la mayoría de las veces el niño no está siendo supervisado. Se ha
descrito que los niños de países de bajo nivel socioeconómico presentan quemaduras
con mayor frecuencia que los niños en países con alto nivel socioeconómicos,
principales son accidentes por escaldaduras. (Wong, Groen, Kamara, Stewart, 2014);
Rybarczyk, Schafer, Elm, Sarvepalli, 2017)
La mayoría de quemaduras en los niños son secundarias a accidentes; el crecimiento y
desarrollo juegan un papel importante en la etiología de las quemaduras. (Palmieri, 2009)
Las quemaduras por escaldadura son más comunes en pacientes más pequeños, y las
quemaduras por fuego se vuelven gradualmente más frecuentes en niños mayores. Las
quemaduras por contacto con la superficie palmar de la mano son comunes en los
lactantes y preescolares. Las quemaduras eléctricas y químicas son pocos frecuentes en
pacientes pediátricos. (Choi, Armstrong, Panthaki, 2009). En nuestro estudio, las
principales causas de quemaduras de las manos en pacientes menores de 10 años
fueron: escaldaduras, seguidas por contacto directo, contacto eléctrico y finalmente
fuego. En pacientes entre los 10 a 17 años, las causas principales fueron incendios
seguido de escaldaduras y pólvora.
Nuestros resultados evidencian que las quemaduras de las manos en pacientes
masculinos adultos ocurrieron principalmente en el lugar de trabajo, provocadas por
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llamas, seguidas de escaldaduras y quemaduras eléctricas. En las mujeres adultas, las
quemaduras de las manos ocurrieron principalmente en el hogar, las escaldaduras
fueron la causa principal, seguida por fuego y contacto directo. La ocurrencia de
quemaduras de las manos en el trabajo tuvo una relación H:M 2:1. Evidenciando una
relación entre el tipo de actividades que se realizan según edad y sexo y la etiología de
las quemaduras de las manos.
En este estudio, en los pacientes con quemaduras de espesor parcial, se realizó
inicialmente un desbridamiento mecánico y curaciones con sulfadiazina de plata y/o
vaselina; en las quemaduras de espesor total se realizó un desbridamiento enzimático
con curaciones con colagenasa, seguido de una escisión tardía de la escara y cobertura
cutánea de la herida. La excepción de este protocolo de tratamiento fueron las
heridas/quemaduras por pólvora, que requirieron un desbridamiento escisional
temprano, en algunos casos amputación (es) y cobertura cutánea temprana de las
heridas. Identificar las quemaduras de segundo grado que sanarán por epitelización sin
generar contracciones de las cicatrices es clave para lograr buenos resultados en las
quemaduras de las manos. Preferimos una cobertura de la herida de forma tardía,
esperando de 2 a 3 semanas mientras se realizan curaciones con cicatrización dirigida y
terapia física diaria, para evaluar el potencial de curación por epitelización de las
lesiones, dado que en algunos casos es difícil establecer la profundidad de la lesión
desde el inicio (Goodwin, Maguire, McManus, Pruitt, 1983; Tambuscio, Governa, Caputo,
Barisoni, 2006; Van, Kreis, Vloemans et al., 1999;Edstrom, Robson, Macchiaverna,
Scala, 1979; Engrav, Heimbach, Reus et al, 1983; Mohammadi, Bakhshaeekia, Marzban
et al.,2011), de esta forma se evita agregar morbilidad en el sitio donante para el manejo
de una herida que podría haber cicatrizado de forma espontánea (Richards, Winston et
al, 2014).
El principio más importante en el tratamiento inicial de las quemaduras de las manos es
el mantenimiento de la perfusión, mediante una reanimación de líquidos adecuada, la
eliminación de cualquier obstrucción mecánica al flujo de líquido en la extremidad. La
necesidad de escarotomías es frecuente en el tratamiento de quemaduras térmicas o por
llama con compromiso circunferenciales del espesor total de la piel (Pruitt, Dowling,
Moncrief, 1968; Pegg, 1992). Por el contrario, las quemaduras por electricidad en las
extremidades superiores pueden necesitar fasciotomías para descomprimir los dedos,
túnel carpiano, canal de Guyon y compartimientos del antebrazo; todos los
compartimientos deben abordarse tanto dorsal como palmar y debe realizarse dentro de
las primeras 6 a 8 horas posteriores a la lesión (Danielson, Capelli, Lee, 2000; Piccolo,
Piccolo, Piccolo et al., 2007). En nuestro estudio, se realizaron fasciotomías
descompresivas en 9 pacientes debido a síndrome compartimental de la extremidad
superior, la mayoría de ellas secundarias a lesiones por electricidad de alto voltaje. Los
pacientes con quemaduras de espesor total en los dedos, presentaron mayor riesgo de
amputación, se realizó remodelación tardía en 4 pacientes con quemaduras por
electricidad y 2 pacientes por llama. La amputación y/o remodelación temprana se
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realizó en 3 pacientes con quemaduras y heridas por pólvora.
Cabe resaltar que, en este estudio, los pacientes que presentaron unicamente
quemaduras de segundo grado (80%) cicatrizaron dirigida por epitelización con manejo
conservador con curaciones. La cobertura cutánea de las quemaduras se empleó en
pacientes con quemaduras de segundo grado profundo y quemaduras de tercer grado
(20%). Los pacientes masculinos con quemaduras profundas y extensas a nivel de las
manos presentaron mayor riesgo de requerir cobertura cutánea de sus quemaduras;
este hallazgo es similar al estudio realizado por Wang, Sun, Wu, Wang y Xia (2015) e
n Albania, el 29% de las quemaduras de las manos requirieron tratamiento quirúrgico
(Zikaj, Belba, Xhepa, 2018). Sin embargo, en otros países es más común realizar
tratamiento quirúrgico, como en China donde el 56% de los pacientes que sólo
presentaron quemaduras en las manos requirieron cirugía (Wang, Sun, Wu, Wang, Xia,
2015). Estos datos respaldan el hecho de que, según la ubicación geográfica, la
etiología, la extensión y la profundidad de las quemaduras de las manos, el tratamiento
puede ser diferente.
En presente estudio, el tiempo de hospitalización sólo se relacionó con la profundidad y
el área de extensión de superficie de la mano comprometida. La necesidad de cirugía
afectó significativamente el tiempo de hospitalización. Como ya se mencionó, las
quemaduras de segundo grado o de espesor parcial tendrán una curación espontánea
dentro de 2 semanas aproximadamente, lo cual dependerá del tamaño de las áreas de
mayor profundidad comprometidas; mientras que las quemaduras de tercer grado o
espesor total tardan más en sanar y requieren cobertura cutánea en casi todos los
casos. Por tanto, las quemaduras de las manos más profundas y extensas conllevan a
un periodo más prolongado de hospitalización. Un estudio en Singapure evidenció que el
tiempo de hospitalización fue más largo en pacientes que se sometieron a cirugía y
tenían un compromiso extenso de SCTQ como en nuestro estudio (Hwee, Song, Tan,
Tan, Chong, 2015) . El tiempo de hospitalización varía entre países como describió
Sinha et al. (2018), donde en comparación a los pacientes de Norte América, los
pacientes pediátricos con quemaduras en República Dominicana tienen una
hospitalización prolongada. En cohortes con un mayor número de pacientes, el tiempo
de hospitalización prolongado se asocia a la etiología, presencia de infección y lesión por
inhalación con una diferencia estadísticamente significativa (Peck, 2011; Shupp,
Pavlovich, Jeng, Pezzullo, Oetgen, Jaskille et al., 2010).
Una descripción detallada de la magnitud que pueden generar las injurias por
quemaduras en las manos es la base para planificar intervenciones efectivas. La
educación es la clave para la prevención, pero es un proceso activo que requiere la
modificación del comportamiento humano. Los enfoques tradicionales tienen como
objetivo dar a conocer asuntos relacionados con seguridad; empero, los estudios han
establecido que la provisión del conocimiento no necesariamente se traduce en práctica
o un cambio del comportamiento. Un enfoque contemporáneo del cambio de
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comportamiento estructurado para las iniciativas de prevención y educación en salud ha
sido la aplicación del marketing social. En el entorno de la nueva era de las redes
sociales, puede haber oportunidades innovadoras para prevenir las lesiones por
quemaduras en las manos. No obstante, se requiere una intervención sostenida para
lograr cambios de comportamiento a largo plazo.
En Noruega, de forma similar a los datos presentados, los dos agentes etiológicos más
comunes de quemaduras en niños son las escaldaduras y el contacto. Allí se desarrolló
un programa de prevención de quemaduras multifacético (Ytterstad, Sogaard, 1995;
Macarthur, 2003; Erdmann et al, 1991) que abordaba de manera positiva y simultánea
los diferentes tipos de quemaduras, lo que resultó en una reducción del 52,9% en las
lesiones por quemaduras en niños. Las intervenciones pasivas para promover son:
disminuir las temperaturas del calentador de agua en el hogar y la instalación de
medidas de seguridad y protección alrededor de los bordes de las estufas. Las
intervenciones activas para implementar, requieren modelos educativos para aumentar
la precaución de los padres al manipular líquidos calientes, nunca dejar a los niños solos
en la cocina e identificar y eliminar los riesgos de quemaduras en el hogar.
Finalmente, para prevenir las lesiones por quemaduras de las manos en el trabajo, es
importante reducir la exposición y/o el contacto con vapor, llamas, superficies calientes;
la instalación de rociadores de agua y alarmas contra incendios; la capacitación
adecuada de los empleados para mantener un lugar de trabajo seguro y saludable y no
olvidar el uso de los equipos de protección personal en caso de ser necesario.
V. CONCLUSIÓN
Las lesiones por quemaduras en las manos son un problema mayor de salud pública,
que representa un desafío importante a nivel mundial. En este estudio, los niños
menores de 14 años fueron el grupo más vulnerable. Los factores predictores de requerir
manejo quirúrgico: sexo masculino, quemaduras de segundo grado profundo y tercer
grado y residir en área rural. Los pacientes con quemaduras por escaldaduras
presentaron menor riesgo de requerir cirugías. La educación para la prevención de las
quemaduras, programas de prevención pasivos y estrategias activas de prevención son
necesarias y ayudarían a reducir la incidencia de las quemaduras en las manos en
Santander y el nororiente colombiano.
Aprobación ética y consentimiento para participar
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Este estudio fue revisado y aprobado por el Comité CEINCI. El comité de ética renunció
al requisito de obtener el consentimiento informado de los pacientes. Igualmente, los
datos de los pacientes fueron resguardados bajo la ley 1581 de protección de datos
personales.
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