Cómo citar: Guerrero-Flores V, Díaz-Naranjo M, Escobar-Segovia K. Análisis descriptivo de los accidentes “in itínere” y “no in itínere”
ocurridos en una empresa de servicios de telecomunicaciones en Ecuador, 2014-2017. Ciencia e Innovación en Salud. 2020. e80:117-135
DOI 10.17081/innosa.80
Análisis descriptivo de los accidentes “in itínere” y “no in itínereocurridos
en una empresa de servicios de telecomunicaciones en Ecuador, 2014-2017
Descriptive analysis of “in itínere and no in itínere” accidents that
occurred in a telecommunications services company in Ecuador, 2014-2017
Víctor Guerrero-Flores
1
, Michelle Díaz-Naranjo
1
y Kenny Escobar-Segovia
2
*
1
Universidad Espíritu Santo. Samborondón, Ecuador
2
Escuela Superior Politécnica del Litoral. Guayaquil, Ecuador
*Dirigir correspondencia a: kescobar@espol.edu.ec
RESUMEN
Introducción: Con el objeto de realizar una descripción lo más exacta posible de los accidentes “in itínere” y
“no in itíneresufridos por los trabajadores de una empresa de telecomunicaciones en Ecuador en el lapso
2014-2017; Métodos: se reali un análisis descriptivo, exploratorio, tipo cuantitativo de diseño no
experimental longitudinal retrospectivo, mediante el estudio analítico de la información que la organización
reporta sobre los referidos accidentes al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), información a la que
se le aplicó estadística descriptiva a través del Programa IBM SPSS 22. Resultados: Se evidenció un
deficiente e irregular cumplimiento de las medidas preventivas de seguridad, confirmando que la causa
determinante en la actualización de los referidos accidentes, independientemente de la circunstancia o
condición es el incumplimiento normativo de las medidas preventivas de seguridad. Lo cual implica la
necesidad de modificar el pensamiento y actitud de los mencionados trabajadores mediante la concientización
de una cultura basada en el comportamiento responsable, para control y minimización de tales eventos, tanto
en la citada organización como a nivel nacional. Conclusiones: El presente análisis comparativo constituye
un modelo indicativo de lo que se debe hacer a nivel nacional en las instituciones reguladoras de la Gestión
de Seguridad y Salud Ocupacional, puesto que, disponen de la información pertinente suministrada por todas
las empresas y sectores productivos. Asimismo, cabe destacar la necesidad e importancia trascendental de
ejecutarlo a nivel específico empresarial con la finalidad de implementar las medidas preventivas y correctivas
internas pertinentes que permitan controlar la referida accidentalidad.
Proceso editorial
Recibido: 25 09 19
Aceptado: 27 10 19
Publicado: 25 06 20
Palabras clave: Accidente “in itínere”; Accidente “no in itínere”; Prevención; Telecomunicaciones;
Ecuador.
ABSTRACT
DOI 10.17081/innosa.80
©Copyright 2020
Guerrera-Flores V
1
et
al.
Background: In order to make the most accurate description possible of the “in itínere” and “no in itínere”
accidents suffered by the workers of a telecommunications company in Ecuador in the 2014-2017 period;
Methods: An exploratory, descriptive investigation was carried out, quantitative type of retrospective
longitudinal non-experimental design, through the analytical study of the information that the organization
reports on the referred accidents to the Ecuadorian Institute of Social Security (IESS), information to which
descriptive statistics was applied through the IBM SPSS Program 22. Results: There was a deficient and
irregular compliance with the preventive safety measures, confirming that the determining cause in updating
said accidents regardless of the circumstance or condition is the regulatory breach of the preventive safety
measures. This implies the strict application of preventive security measures, by raising awareness of a culture
based on responsible behavior, to control and minimize such events, both in the aforementioned organization
and at the national level; and Conclusions: This comparative study constitutes an example of an indicative
model of what should be done at the national level in the regulatory institutions of Occupational Health and
Safety Management, taking into account that they have the pertinent information provided by all companies
and productive sectors. Likewise, it is worth highlighting the need and important importance of executing it at a
specific business level in order to establish pertinent internal preventive and corrective measures that allow
controlling said accident.
Keywords: in itínere” accident; “no in itínere” accident; prevention; telecommunications; Equator.
118
I. INTRODUCCIÓN
Es conocido y aceptado que de todas las actividades humanas las referidas al trabajo son de las
más importantes que ejecuta el hombre, sencillamente porque ellas dan respuesta a lo más
urgente y exigente, la cobertura de todas las necesidades, tanto las fundamentales como las
sobreañadidas. Sin embargo, es oportuno tener en cuenta que entre la salud y el trabajo existe
una relación paradójica, puesto que se trabaja para mantener la salud, pero trabajando se puede
perder la salud, particularmente sino se cumplen las medidas de seguridad establecidas, dado
que toda actividad ocupacional implica un riesgo para la seguridad y salud (1).
Es oportuno señalar, que el riesgo implica la probabilidad de que ocurra un evento
epidemiológico no deseado, llámese accidente laboral o enfermedad profesional. Probabilidad
que existe no por casualidad, sino por la existencia previa de ciertas condiciones, circunstancias
u otras causas que de manera aislada o más bien combinada actualizan un final lamentable.
En este contexto, referido al análisis y descripción de accidentes cabe tener presente que la
seguridad en salud ocupacional se define como el conjunto de normas técnicas que tienen por
objeto evitar la actualización de los accidentes laborales, razón por la cual su propósito es
romper la interseccn entre el riesgo propio de una actividad laboral, la condicn insegura en
las cual se desarrolle la actividad ocupacional o que pueda generar dicha actividad y el acto
inseguro en que pueda incurrir el trabajador por desconocimiento, jactancia, negligencia,
imprudencia u otra circunstancia (1). Con esta orientacn, es conveniente resaltar que la
manera de evitar o minimizar la actualización de los accidentes laborales, es mediante la
aplicación del principio fundamental de la seguridad laboral el cual está afianzado en el
cumplimiento estricto las medidas de seguridad y salud correspondientes en todo momento de
la actividad ocupacional, a fin de romper la cadena epidemiológica de actualizacn de
accidentes ocupacionales.
Cabe destacar que, para la mayoría de los autores, el accidente de trabajo es un evento súbito
y violento, no deseado e imprevisto, de origen externo, que generalmente no afecta a la
descendencia del trabajador y casi siempre tiene solución predominantemente quirúrgica.
Asimismo, es pertinente tener presente que todo accidente de trabajo por su esencia dañina
tiene un importante impacto negativo con una vasta repercusión sobre el trabajador, la familia,
la organización, la sociedad, el Estado y el ambiente.
Es oportuno señalar con base en lo antes expuesto, que los accidentes de trabajo en general
independientemente de cualquier circunstancia que los tipifique, su naturaleza destructiva los
caracteriza por su efecto dañino sobre el trabajador y sobre el ambiente, afectando por
consiguiente a la familia, a la organización, a la sociedad y al Estado, generando consecuencias
negativas tanto sociales, como económicas y ambientales, de allí la necesidad de prevenir su
actualización en cada uno de los momentos de la activad ocupacional mediante la aplicación
de las medidas preventivas de seguridad pertinentes (2).
Además, de lo antes expuesto es preciso comentar que los accidentes laborales propiamente
dichos son aquellos que suceden dentro de la jornada laboral o por motivos de trabajo, por
ejemplo, el accidente sucedido en la planta de una industria metalmecánica o el caso del
accidente de un conductor profesional, puesto que utiliza un vehículo como centro de trabajo
para ejecutar su ocupación. De igual modo, los transportistas, los mensajeros o conductores de
119
servicio de transporte, se consideran en este grupo, asimismo, los accidentes que implican
vehículos y suceden en el lugar de trabajo como en las plantas de las fábricas, en los
estacionamientos, en los espacios de las obras de construcción, también se incluyen en este
grupo, los accidentes sufridos por los trabajadores que utiliza un vehículo en forma ocasional o
no continua para realizar una actividad laboral fuera de la empresa.
La legislación ecuatoriana define al accidente de trabajo como todo suceso imprevisto y
repentino que ocasiona al trabajador una lesión corporal o perturbacn funcional, con ocasión
o por consecuencia del trabajo que ejecuta por cuenta ajena (1). La Organización Internacional
de Trabajo brinda un concepto más simple, indicando que el accidente de trabajo es el resultado
de una cadena de acontecimientos en la que algo ha funcionado mal y no ha llegado a buen
término (3).
En los Estados Unidos de Norteamérica, el organismo regulador no utiliza el término accidente
para referirse a estos casos, sino que usa el término incidente y lo define como un evento
relacionado con el trabajo en el cual una lesión, una afectación a la salud (independientemente
de la gravedad) o una fatalidad ocurr, o pudo haber ocurrido (4).
Actualmente, en otros países, además de la tipificación del accidente de trabajo como evento
ocupacional ocurrido dentro de la jornada, se define un tipo de accidente laboral cuyas
características son muy particulares. Se trata del accidente “in itínere” o accidente en trayecto,
haciendo referencia a que el siniestro se actualiza en el trayecto y hora habituales en que el
trabajador se dirige de su casa al trabajo y viceversa. Este término proviene del latín y significa
“durante el camino(5).
En Ecuador, el accidente “in itínere” se define como aquel que ocurre cuando el recorrido se
sujeta a una relación cronológica de inmediacn entre las horas de entrada y salida del
trabajador, siempre que el trayecto no haya sido interrumpido o modificado por motivos de interés
personal, familiar o social (6). Jurídicamente, este tipo de accidente para ser considerado como
tal, debe cumplir con los siguientes requisitos, cumpliéndose todos a la vez (7):
1. Requisito teleológico: la finalidad principal y directa del viaje está determinada por el
trabajo.
2. Requisito topográfico: que se haya producido en el trayecto que habitualmente se usa
para llegar al trabajo o al domicilio.
3. Requisito cronológico: el accidente se produce dentro del lapso de tiempo prudencial
para cubrir el trayecto domicilio-trabajo o trabajo-domicilio.
4. Requisito mecánico: el traslado debe realizarse en un medio de transporte razonable y
adecuado.
Una vez definido lo que es un accidente “in itínere”, reviste importancia también la definición
acertada de ciertos términos utilizados en el concepto anterior, tales como domicilio y lugar de
trabajo. Es así, que el domicilio consiste en la residencia, acompañada, real o presuntivamente,
del ánimo de permanecer en ella (8). Además, el lugar de trabajo está definido como todo sitio
o área donde los trabajadores permanecen y desarrollan su trabajo o a donde tienen que acudir
por razón del mismo (9).
120
Los análisis realizados al respecto en varios países, muestran en las estadísticas ciertas
particularidades, las cuales debean verificarse en otras poblaciones con diferencias corporales,
culturales, sociales, entre otras. Así se tiene, que en Finlandia quienes más se accidentan en
tránsito son hombres, con edades comprendidas entre 50 y 65 años, que tienen trabajos de
oficina o administrativos, y son viudos o divorciados, siendo estas variables independientes entre
y no se ha probado que estas características sean acumulativas en cuanto a riesgo (10).
Asimismo, en Israel hay varios análisis que señalan que en un hospital, el estrés psicológico
debido a la necesidad de llegar al trabajo a tiempo, puede ser un factor adicional en la ocurrencia
de accidentes “in itínere” (11); otro análisis presenta que en los accidentes in itínere” en los
trabajadores de la construccn las muertes fueron tan frecuentes como en otras ramas
económicas y dichos accidentes representaron aproximadamente la mitad del total, sin embargo,
se esperaba una mayor proporción debido a las distancias que recorren los trabajadores de la
construccn, en su mayoa desde sectores rurales y suburbanos, lo cual no sucedió,
posiblemente debido al desconocimiento de los trabajadores de sus derechos a recibir beneficios
respecto a los accidentes “in itínere” (12). Observándose, que en este análisis se refleja una
situacn particular, pero que actualmente sigue siendo aplicable en el medio local, y se trata del
subregistro general de los accidentes “in itínerepor desconocimiento del trabajador.
En un análisis realizado por la mutua Egarsat en España, se estableció que los accidentes “in
itínere” representan el 13.51% del total de accidentes con baja (13). Este mismo análisis
considera que el impacto económico de estos accidentes asciende a 576.65 millones de euros
anuales en costes directos, y supera los 1.000 millones de euros anuales si se consideran los
costes indirectos. No obstante, se considera que estos accidentes “in itínere” suponen un coste
potencialmente evitable de gran interés para las empresas, principalmente en diversos sectores
de servicios donde se ha evidenciado un aumento de la siniestralidad en este tipo de accidentes,
a diferencia de los sectores industriales donde se ha visto una reducción de los mismos en los
últimos años (13).
El accidente laboral tiene una incidencia mucho más alta en las situaciones “in itínereque en
las de “in jornada”, siendo unas 25 veces más frecuente en las primeras que en las segundas
(14). Además, cobra importancia la visión en la que, la gestión de los empleadores para controlar
los accidentes viales en sus trabajadores, es limitada, pues no puede controlar las condiciones
de las vías, sino únicamente difundir información de seguridad vial y establecer políticas al
respecto para sus trabajadores (15).
La Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que el problema de la inseguridad vial
alcanza una dimensión de auténtica pandemia global, estableciendo que la seguridad vial no es
accidental, sino que hay que inducirla (16). Los accidentes viales han llegado a ser la principal
causa de muerte de los trabajadores en la industria de transporte, de personas con trabajo de
oficina y de especialidades profesionales, además de ser la segunda causa de muerte de
ejecutivos, personal de venta y técnicos, en los Estados Unidos (15).
En Ecuador, los accidentes de tránsito muestran una siniestralidad incremental, observando que
los fallecimientos presentan una tendencia al aumento para los próximos años, afectando
principalmente a conductores y peatones en edades jóvenes (17), constituyendo dicha tendencia
un indicador que evidencia la necesidad de afrontar la situación como un problema prioritario de
salud pública en el ps.
121
Sin embargo, en Ecuador, la entidad normativa y de control de la accidentalidad laboral no
considera necesaria la investigación de las causas de los accidentes “in itínere” siempre que el
vehículo no sea de uso exclusivo para el transporte de la empresa (6). Esta limitacn origina
que los accidentes “in itínere” estén en pleno ascenso, más aún cuando muchos de estos
accidentes, corresponden a accidentes de tránsito. Se debe considerar que los accidentes de
tránsito no son la única causa para la ocurrencia de este tipo de accidentes, sino que estos
pueden ocurrir también al trabajador mientras se desplaza como peatón (10).
s evidente, que tanto los accidentes “in itínere” como los “no in itínere” tienen un impacto social
muy importante sobre el trabajador, la organizacn, el país, la comunidad en general y el
ambiente. No obstante, respecto a la determinación del efecto económico generado como parte
del referido impacto social que representa el accidente “in itínere”, no existe una fórmula única
para poder analizarlo, y a criterio del presente autor este impacto se podría determinar mediante
dos modalidades: la primera corresponde al gasto de la productividad de un trabajador, siendo
el coste del accidente la pérdida de esa productividad; una segunda forma de determinar el
impacto económico está dado por los costes directos e indirectos provocados como resultado
del accidente. Sin embargo, la profundización del estudio sobre estas variables no es
considerada en el presente análisis, más representan una línea de análisis complementario para
futuros estudios.
Ante lo indicado, y a pesar de los avances realizados en materia de Seguridad y Salud
Ocupacional (SSO) durante la última década, la información relacionada a accidentes “in itínere”
y su impacto económico en el país es escasa. Por consiguiente, el objeto del presente análisis
es describir los accidentes de trabajo “in itínere” yno in itínere” sufridos por los trabajadores de
una empresa de servicio de telecomunicación en Ecuador, con presencia en varias ciudades del
país, a partir de la información que la referida empresa reporta al Instituto Ecuatoriano de
Seguridad Social (IESS) en el lapso 2014-2017, para conocer esta problemática desde un
enfoque epidemiológico descriptivo y disponer de resultados que sirvan de base a futuras
investigaciones en otros sectores productivos y de servicios, a fin de ampliar la información y
orientar acciones hacia el control del riesgo propio de estos accidentes laborales.
II. MÉTODOS
Se realizó un análisis descriptivo exploratorio tipo cuantitativo de diseño no experimental,
longitudinal retrospectivo, en una empresa de servicio de telecomunicación de Ecuador
extendida en veintitrés provincias, con el objeto de describir de manera real y exacta los
accidentes “in itínere” (ATII) y “no in itínere” (ATNII) sufridos por los trabajadores de la citada
empresa durante el lapso 2014-2017.
El censo poblacional estuvo conformado por todos los trabajadores de la organización que
cumplieron los siguientes criterios de inclusión: 1.- Ser trabajador activo de la empresa y haber
reportado al menos un accidente laboral “in itínere” o “no in itínere” durante el mencionado
período. 2.- Que dicho accidente haya sido calificado como tal por el Instituto Ecuatoriano de
Seguridad Social (IESS). Aquellos que cumplían los criterios de inclusión, se determinaron
como Accidentes de Trabajo Reportados (ATR). Estos fueron segregados en los 2 tipos antes
mencionados: ATII y ATNII.
122
La técnica que se utilizó para recabar los datos fue la de fuente secundaria, fundamentada en
la información registrada en la base de datos de accidentes “in itínere” y “no in itínere” de la
empresa en estudio que fue reportada en el referido período al Instituto Ecuatoriano de
Seguridad Social (IESS). Los datos obtenidos fueron estudiados y analizados mediante la
aplicación de la estadística descriptiva a través del Programa IBM SPSS 22. En total se tomó
una muestra de 186 ATR reportados en 4 años de análisis, sobre una población laboral total
que fluctuaba entre 2673 trabajadores a inicios del año 2014 hasta 3011 trabajadores al cierre
del año 2017. La empresa cuenta con un horario laboral que en la gran mayoría del personal
se desarrolla entre las 08:00 y 20:00, con jornadas de 8 horas de trabajo. Menos del 1% de la
población laboral de la empresa cumple actividades laborales fuera de esa franja horaria.
Para el caso estudio de los mencionados accidentes se consideraron los rasgos demográficos,
laborales y de empleo determinantes de su caracterización. Entre estos, fueron considerados
para el análisis los siguientes: sexo, rango de edad en años, rango de antigüedad en años,
puesto de trabajo del accidentado, ciudad donde ocurre el accidente, día en que ocurre el
accidente, horario en que ocurre el accidente, medio de transporte del accidentado, tipo de
lesión sufrida y segmento corporal afectado. La evaluación del impacto económico de los
accidentes “in itínere”, no fue objetivo del análisis debido a la limitación al acceso a información
de costes y demás información pertinente para determinar dicho impacto. La información
obtenida cuenta con la aprobación de la empresa para el manejo y análisis de esta.
III. RESULTADOS
En la Tabla 1, se observa, que los resultados de los ATNII se mantuvieron en igual número en
los 2 primeros años de estudio, teniendo luego una leve reducción del 4% en el siguiente año,
y hacia el año final del análisis presenta un crecimiento del 17% aproximadamente. En el caso
de los ATII, se observan variaciones entre un año y otro, así en los dos primeros años del
análisis se duplica este tipo de accidentes, para en el año siguiente tener una brusca reducción
del 50%, y finalmente en el año 2017 vuelve a crecer en un 60%. Estos resultados muestran
una menor variabilidad en los ATNII, al contrario de los ATII, los cuales evidencian mayor
variabilidad.
Tabla 1. Frecuencia Absoluta de los Accidentes de Trabajo, Reportados al Instituto
Ecuatoriano del Seguro Social 2014-2017
2014
n (%)
2015
n (%)
2016
n (%)
2017
n (%)
% Var.
1
%
Var.
3
ATR
40 (100)
55 (100)
39 (100)
52 (100)
37,5
33,3
ATNII
25 (62,5)
25 (45,5)
24 (61,5)
28 (53,8)
0,0
16,7
ATII
15 (37,5)
30 (54,5)
15 (38,5)
24 (46,2)
100,0
60,0
Fuente: Data de la Citada Empresa de la Telecomunicaciones 2014-2017
ATR, Accidentes de Trabajo Reportados; ATII, Accidentes de Trabajo In Itínere; ATNII, Accidentes de
Trabajo No In Itínere; n, Número; %, Porcentaje
1
Porcentaje de Variación de los Accidentes 2014-2015;
2
Porcentaje de Variación de los Accidentes
2015-2016;
3
Porcentaje de Variación de los Accidentes 2016-2017
123
La Tabla 2, muestra que los ATII y ATNII ocurren aproximadamente en la misma proporción
tanto en mujeres (51%, 47,1%) como en hombres (48,8%, 52,9%), que los trabajadores más
jóvenes con edades comprendidas entre 18 y 34 años, (59,5%, 52,0%) tienen mayor frecuencia
de accidentalidad, seguidos del grupo etario de 35-49 años (39,3% y 46,1%). Asimismo, señala
la Tabla 2, que los trabajadores con menor antigüedad laboral en la empresa (0 a 5 años) son
los que se accidentan en mayor proporción (47,6%, 55,9%), seguidos del grupo de
trabajadores que tienen en la organización una antigüedad laboral de 6 a 10 años (42,9%,
33,3%). La aplicación de la prueba estadística Chi-cuadrado, evidencia que no existe
asociación significativa entre dichas variables y el tipo de accidente ocurrido.
Tabla 2. Caracterización de los Accidentes de Trabajo “In Itínere” y Accidentes de Trabajo
“No In Itínere" según Sexo, Edad y Antigüedad Laboral del Trabajador
ATII
ATNII
n
(84)
n
(102)
%
Valor p
Sexo
Femenino
43
48
47,1
0,575
Masculino
41
54
52,9
Edad en Años
18-34
50
53
52,0
0,566
35-49
33
47
46,1
50-65
1
2
2,0
Antigüedad en Años
0-5
40
57
55,9
0,606
6-10
36
34
33,3
11-15
7
10
9,8
16-20
0
0
0,0
21-25
1
1
1,0
Fuente: Data de la Citada Empresa de la Telecomunicaciones 2014-2017
n, Número; %, Porcentaje; ATII, Accidente de Trabajo In Itínere; ATNII, Accidente de Trabajo No In
Itínere; p < 0,01, Probabilidad de Ocurrencia
Asimismo, la Tabla 3 señala que los ATII se dan principalmente en Guayaquil (61,9%) y Quito
(23,8%), siendo el miércoles, el día de mayor ocurrencia de siniestro (23,8%,), seguido de los
días lunes (19%), viernes (17,5%) y jueves (16,7%), sábados (7,1%) y domingos (3,6%). Con
respecto al horario de actualización del accidente, la tabla indica que el mayor número de ATII
sucede en las horas comprendidas entre 8 de la mañana y 12 del día (44%), un 24% ocurre
en el horario entre 4 de la tarde y 8 de la noche y un 15,5% se actualiza en el horario de 4-8
de la mañana.
De igual manera, con respecto a los ATNII, la Tabla 3 expresa, que se dan principalmente en
Guayaquil (56,9%) y Quito (20,6%), siendo los días lunes y miércoles, los días de mayor
ocurrencia de siniestro (24,5%,), seguidos de los días martes (17,6%), jueves (14,7%), viernes
(13,7%), sábado (2,9%) y domingo (2,0%). En relación al horario en que sucede el accidente,
la tabla indica que el mayor número de ATNII sucede en las horas comprendidas entre las 12
del día y las 16 de la tarde (47,1%), un 29,4% ocurre en el horario entre 8 de la mañana a 12
del día y un 18,6% sucede en el horario de 16 de la tarde a 20 de la noche. La Tabla 3,
evidencia que la aplicación de la prueba estadística Chi-cuadrado, reporta que no existe
124
asociación significativa entre las variables ciudad y hora con el tipo de accidente ocurrido, la
cual es altamente significativa con la hora del accidente.
Tabla 3. Caracterización de los Accidentes "In Itínere" y Accidentes de Trabajo “No In Itínere”
según Ciudad, Día y Hora del Accidente
ATII
ATNII
n
(84)
%
n
(102)
%
Valor p
Ciudad del Accidente
Guayaquil
52
61,9
58
56,9
0,412
Quito
20
23,8
21
20,6
Durán
2
2,4
5
4,9
Otras ciudades
10
11,9
18
17,6
Día del Accidente
Lunes
16
19,0
25
24,5
0,625
Martes
10
11,9
18
17,6
Miércoles
20
23,8
25
24,5
Jueves
14
16,7
15
14,7
Viernes
15
17,9
14
13,7
Sábado
6
7,1
3
2,9
Domingo
3
3,6
2
2,0
Horario del Accidente
4:00 - 8:00
13
15,5
2
2,0
0,000
8:00 - 12:00
37
44,0
30
29,4
12:00 - 16:00
6
7,1
48
47,1
16:00 - 20:00
20
23,8
19
18,6
20:00 - 24:00
8
9,5
3
2,9
Fuente: Data de la Citada Empresa de la Telecomunicaciones 2014-2017
n, Número; %, Porcentaje; ATII, Accidente de Trabajo In Itínere; ATNII, Accidente de Trabajo No In
Itínere; p < 0,01, Probabilidad de Ocurrencia
En la Tabla 4 se evidencia, que el mayor número de accidentes in itínere” ocurren en los
Asesores Servicio al Cliente (38,1%), seguidos de los Analistas (14,3%) y Operadores
Telefónicos (11,9%). Los puestos de trabajo restantes tienen una baja proporción en los ATII
ocurridos. No obstante, cabe destacar que el puesto de trabajo de Asesor Corporativo no
registra accidente. En los ATNII, se repite el primer lugar de frecuencia de accidentalidad con
los Asesores Servicio al Cliente (22,5%), seguidos de los Vendedores (21,6%), Ingenieros
(18,6%) y los Analistas (13,7%). Los puestos de trabajo restantes tienen una baja proporción
en los ATNII ocurridos. No obstante, cabe destacar que el puesto de trabajo de secretaria no
registra accidente.
125
Tabla 4. Caracterización de los Accidentes de Trabajo "In Itínere" y Accidentes de Trabajo
“No In itínere”, según Puesto del Trabajo del Accidentado y Medio de Transporte
ATII
ATNII
n (84)
%
n (102)
%
Valor p
Puesto de Trabajo del Accidentado
Analista
12
14,3
14
13,7
0,002
Asesor Servicio Cliente
32
38,1
23
22,5
Asesor Corporativo
0
0,0
4
3,9
Asistente
4
4,8
1
1,0
Auxiliar
2
2,4
5
4,9
Chofer
1
1,2
1
1,0
Coordinador
2
2,4
1
1,0
Ingeniero
6
7,1
19
18,6
Jefe
6
7,1
6
5,9
Operador telefónico
10
11,9
4
3,9
Secretaria
1
1,2
0
0,0
Supervisor
4
4,8
2
2,0
Vendedor
4
4,8
22
21,6
Medio de Transporte
Bicicleta
1
1,2
0
0,0
0,000
Bus
5
6,0
1
1,0
Motocicleta
8
9,5
3
2,9
No aplica
0
0,0
48
47,1
Peatón
29
34,5
33
32,4
Taxi
8
9,5
1
1,0
Automóvil propio
32
38,1
7
6,9
Vehículo de la empresa
1
1,2
9
8,8
Fuente: Data de la Citada Empresa de la Telecomunicaciones 2014-2017
n, Número; %, Porcentaje; ATII, Accidente de Trabajo In Itínere; ATNII, Accidente de Trabajo No In
Itínere; p< 0,01, Probabilidad de Ocurrencia
Continuando con la revisn de la tabla 4, los puestos de trabajo de jefes, aparecen con baja
frecuencia tanto en los ATII (7,1%) como en los ATNII (5,9%). Sin embargo, se observa
contraste en los ATNII y los ATII, pues en el caso de los Vendedores e Ingenieros, en los
ATNII, presentan una alta proporción 21,6% y 18,6% respectivamente, mientras que en el caso
de los ATII la frecuencia es relativamente baja 4,8% y 7,1%, respectivamente.
En relación a los ATII y la forma de transporte, la Tabla 4 señala que los trabajadores que más
sufren accidentes son aquellos que se movilizan en automóvil propio (38,1%) y quienes se
desplazan como peatón (34,5%); continuando en su orden con riesgo similar los que se
movilizan en taxi y en motocicleta (9,5%), seguidos de los que se trasladan en bus urbano
(6,0%), correspondiéndole el menor porcentaje (1,2%) a los trabajadores que se movilizan en
126
vehículo de la empresa y en bicicleta.
De igual manera, con respecto a los ATNII y la forma de transporte, Tabla 4 indica que los
trabajadores que más sufren accidentes son aquellos que se movilizan en la modalidad no
aplica (47,1%), seguidos de quienes se desplazan como peatón (32,4%), en transporte de la
empresa (8,8%), en automóvil propio (6,9%), en motocicleta (2,9%), en taxi y en bus (1%),
ningún trabajador se moviliza en bicicleta. Sin embargo, es oportuno resaltar que la
mencionada Tabla 4, señala que existe una asociación significativa entre el tipo de accidente
laboral ocurrido con las variables puesto de trabajo ocupado por el accidentado y medio de
transporte utilizado al momento del accidente.
En la Tabla 5, se observan las diferentes lesiones sufridas por los trabajadores en los
accidentes de trabajo “in itínere” siendo las de mayor frecuencia las contusiones 35,7 %, los
esguinces 31%, las contracturas 10,7%, las fracturas 7,1%, contusión y herida 6%, siendo
afectados en mayor frecuencia los segmentos corporales de extremidades inferiores (34,5%),
seguido en orden descendente de frecuencia las lesiones en cuello (22,6%), afectación de
extremidades superiores (14,3%), lesiones en espalda (13,1%) y lesiones en cabeza 7,1%.
Mientras que los accidentes de trabajo “no in itínere” ocasionaron con mayor frecuencia
contusiones 31,4 %, esguinces 26,5 %, fracturas 10,8%, heridas 7,8% y contusión y herida
6,9 %, afectando con mayor frecuencia los segmentos corporales correspondientes a las
extremidades inferiores (40,2%), extremidades superiores (18,6%) y cabeza (13,7%).
Asimismo, la Tabla 5, muestra que no hay asociación significativa entre el tipo de accidente
con el tipo de lesión, pero que señala que existe una asociación con la variable segmento
corporal afectado.
En este orden de presentación de resultados, la Tabla 6 representa la sectorización de los
ATII, la cual indica que, en las ciudades principales como Guayaquil y Quito, la mayoría de los
ATII ocurren hacia el sector Norte (Guayaquil 80,8%, Quito 65,0%). Mientras que, en otras
ciudades, la mayoría de los accidentes laborales “in itínere” se actualizan en el sector Oeste
de la ciudad (33,3%). Asimismo, se observa que los referidos accidentes sucedidos en
Guayaquil y Quito, decrecen en dirección norte, centro, sur y oeste, mientras que los sucedidos
en otras ciudades al contrario se incrementan de centro y sur a oeste. No obstante, la Tabla 6
también evidencia, que hay asociación con la variable ciudad y sector.
IV. DISCUSIÓN
El estudio y análisis de la información referente a los accidentes laborales “in itínere” y “no in
itínere” tomada de la base de datos de la citada empresa de servicio de telecomunicación
correspondiente al lapso 2014-2017 y suministrada por dicha organización al Instituto
Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), partiendo del supuesto que no exista un posible
subregistro, permite establecer con base en la referida información:
127
Tabla 5. Caracterización de los Accidentes de Trabajo “In Itínere” y Accidentes de Trabajo
“No In Itínere” según Tipo de Lesión y Segmento Corporal Afectado
ATII
ATNII
n (84)
%
n (102)
%
Valor p
Tipo de Lesión
Contractura
9
10,7
3
2,9
0,329
Esguince
26
31,0
27
26,5
Fractura
6
7,1
11
10,8
Herida
3
3,6
8
7,8
Inflamación
0
0,0
2
2,0
Intoxicación
0
0,0
2
2,0
Luxación
1
1,2
1
1,0
Mordedura
1
1,2
4
3,9
Politraumatismos
3
3,6
4
3,9
Quemadura
0
0,0
1
1,0
Contusión
30
35,7
32
31,4
Contusión y herida
5
6,0
7
6,9
Segmento Corporal Afectado
Abdomen
1
1,2
2
2,0
0,011
Cabeza
6
7,1
14
13,7
Cuello
19
22,6
5
4,9
Espalda
11
13,1
5
4,9
Extremidad inferior
29
34,5
41
40,2
Extremidad superior
12
14,3
19
18,6
Pelvis
1
1,2
3
2,9
Tórax
1
1,2
4
3,9
Varias
4
4,8
5
4,9
Vías respiratorias
0
0,0
3
2,9
Sistema nervioso
0
0,0
1
1,0
Fuente: Data de la Citada Empresa de la Telecomunicaciones 2014-2017
n, Número; %, Porcentaje; ATII, Accidente de Trabajo In Itínere; ATNII, Accidente de Trabajo No In
Itínere; p < 0,01, Probabilidad de Ocurrencia
Tabla 6. Sectorización de los Accidentes de Trabajo "In Itínere" según la Ciudad
Norte
Centro
Sur
Oeste
Total
Valor p
Ciudad del
Accidente
N
%
n
%
n
%
n
%
Guayaquil
42
80,8
5
9,6
5
9,6
0
0,0
52
0,000
Quito
13
65,0
6
30,0
0
0,0
1
5,0
20
Otras Ciudades
2
16,7
3
25,0
3
25,0
4
33,3
12
Fuente: Data de la Citada Empresa de Telecomunicaciones 2014-2017
n, Número; %, Porcentaje; p < 0,01, Probabilidad de Ocurrencia
128
La Tabla 1, indica que el número de ATNII (102) es mayor que el número de ATII (84)
sucedidos durante el referido lapso. Probablemente, porque el tiempo de exposición es mayor
en los ATNII que en los ATII. No obstante, la frecuencia de los ATNII se mantiene alta
prácticamente sin mayor variación durante el lapso en estudio, 2014-2017, posiblemente
porque no se implementado un control satisfactorio de medidas de seguridad. Mientras que
en los ATII registrados, a pesar de ser su menor su número, se evidencia una variabilidad
casuística con una marcada variación irregular en los diferentes años comparada con la
observada en los ATNII, probablemente porque el control preventivo ha funcionado de manera
irregular. Por consiguiente, al comparar las dos casuísticas observadas se puede afirmar con
base en los siniestros sucedidos que en ambos casos se evidencia un deficiente e irregular
cumplimiento de las medidas preventivas de seguridad.
Lo cual significa, que en ambos casos se hace necesario la estricta aplicación de las medidas
preventivas de seguridad y salud, para un mejor control y minimización de los referidos
accidentes laborales en la citada organización. Es preciso tener presente, que en general el
objetivo de la seguridad es cero accidentes, teniendo en cuenta las graves consecuencias que
genera un accidente laboral, tanto para el trabajador, la familia, la organización, el Estado y la
sociedad (2).
La Tabla 2, presenta la caracterización de los ATII y ATNII por sexo, edad y antigüedad laboral
del trabajador en la organización y reporta que no existe una relación significativa entre los
mencionados accidentes y las referidas variables. No obstante, es oportuno señalar, que los
trabajadores más jóvenes de 18-34 años (59,5%, 52,0%) y los que tienen menor antigüedad
laboral en la organización, es decir, de 0-5 años (47,6 %, 55,9%) son los trabajadores que
sufren mayor número de accidentes. Lo cual puede explicarse asumiendo que el
incumplimiento normativo de seguridad se deba probablemente a su juventud e inexperiencia
personal, pues obviamente también son los trabajadores más jóvenes, los que tienen menor
tiempo de antigüedad laboral en la organización.
No obstante, son seguidos de los trabajadores de 35-49 años (39,3% y 46,1%) con una
antigüedad laboral en la organización de 6 a 10 años (42,9%, 33,3%). Lo cual evidencia, que
aún los trabajadores no tan jóvenes y con una antigüedad laboral media, también sufren
accidentes laborales, en alta proporción, confirmando a simple vista, que no se trata solamente
de la juventud e inexperiencia personal sino de una causa presente independiente de la edad
y de la antigüedad laboral, el incumplimiento preventivo de seguridad debido a un deficiente
comportamiento responsable.
Por tanto, a pesar de no existir una relación estadística significativa, pero con base en el
principio fundamental de seguridad antes mencionado, se hace necesario modificar
pensamiento y actitud de los trabajadores para generar un comportamiento responsable que
garantice el cumplimiento de la normativa de seguridad pertinente a fin de minimizar lo más
posible los mencionados accidentes laborales, mediante la práctica de una cultura de basada
en el comportamiento (2).
La Tabla 3, muestra que el mayor número de accidentes de trabajo tanto ATII como ATNII son
129
actualizados en Guayaquil (61,9%, 56,9%) y Quito (23,8%, 20,6%), lo cual probablemente está
relacionado, con una mayor densidad poblacional laboral como también con un mayor parque
automotor en las mencionadas ciudades, particularmente en horarios críticos, por tratarse de
ciudades capitales de particular importancia nacional. No obstante, teniendo presente que el
principio fundamental de la seguridad laboral es minimizar al máximo los accidentes de trabajo,
entonces, la aplicación de las medidas de control pertinentes se hace indispensables a nivel
nacional, con especial vigilancia de cumplimiento en las ciudades principales, como Guayaquil
y Quito, donde se registra una mayor cantidad de accidentes laborales tanto ATII como ATNII.
Asimismo, es de suma importancia y muy pertinente tener en cuenta, como condición segura,
el estado funcional del vehículo, la infraestructura y demás condiciones relativas a la vialidad
(2).
Asimismo, la Tabla 3 muestra, que la menor ocurrencia de ATII y ATNII se presenta los días
sábado (7,1%, 2,9%) y domingo (3,6%, 2,0%), mientras que el mayor registro de ATII y ATNII
se observa en los días restantes, es decir, lunes, martes, miércoles, jueves y viernes,
destacándose entre ellos los días miércoles (23,8%, 24,5%) y lunes (19,0%, 24,5%) con la
mayor proporción de accidentes laborales. Evidenciando, que sucedieron accidentes laborales
en los diferentes días de la semana con relativa frecuencia, probablemente por incumplimiento
normativo de seguridad. Es obvio, que la actualización de un accidente en general tiene
fundamento de causa en el incumplimiento normativo de seguridad, puesto que existiendo el
riesgo y una condición insegura se comete un acto inseguro, lo cual permite la actualización
del siniestro (2).
El elevado registro de los referidos ATII y ATNII en los días miércoles, probablemente puede
explicarse porque el día miércoles es el inicio del tercer día de trabajo y ya se hace notorio el
cansancio físico y mental de los trabajadores que prestan un servicio de atención al público,
pues dicha ocupación es exigente y generadora de desgaste sico y mental., mientras, que la
ocurrencia de los ATII y ATNII en los días lunes, probablemente puede ser explicada porque
los trabajadores vienen de un fin de semana donde es posible la ingesta de alcohol y trasnocho
por compromisos sociales muy característico de la idiosincrasia latina. Asimismo, cabe
destacar que el hecho de conducir de por ya genera una situación de estrés a lo cual se
suma el desgaste laboral y la tensión emocional por llegar rápido al trabajo o a casa.
En todo caso, lo cierto es que se hace necesario e indispensable fomentar en los trabajadores
de la organización una cultura en seguridad basada en el comportamiento responsable
mediante educación continua orientada al convencimiento e introyección del amplio y enorme
favor del cumplimiento normativo de las medidas preventivas para minimizar los accidentes
laborales a fin de garantizar su salud e integridad en beneficio propio, de la familia, de la
organización, de la sociedad y del Estado (2).
Al analizar los rangos horarios en los que ocurren los ATII, se evidencia que tales eventos
suceden en todos los horarios, alcanzando los mayores registros de 4:00 a 8:00 (15.5%), de
8:00 a 12:00 (44,4%) y de 16:00 a 20:00 (23,8%). Lo cual permite presumir que en todos los
horarios se incumplen las medidas de seguridad pertinentes, pero que en los casos de
130
mayores registros de siniestralidad se deben probablemente, porque además del referido
incumplimiento en dichos horarios existe un mayor flujo de automotores lo cual incrementa el
riesgo potencializado por otras variables intervinientes en las que se incrementan las
condiciones y los actos inseguros (11).
De igual manera, los ATNII suceden en todos los horarios registrando mayores valores de 8:00
a 12:00 (29,4%), de 12:00 a 16:00 (47,1%) y de 16:00 a 20:00 (18,6%). Por tanto, como en
caso anterior, es lógico pensar que el incumplimiento de medidas de seguridad es el
denominador común, no obstante, en los rangos horarios antes citados es probable que el
incumplimiento normativo preventivo de seguridad esté acentuado por el desgaste físico
mental del trabajador ocasionado por las exigencias de la ocupación durante la jornada laboral
lo cual puede conllevar al desenlace no deseado de un accidente laboral.
Por consiguiente, es evidente que independientemente del caso en consideración, se hace
necesario desarrollar una cultura de seguridad basada en el comportamiento responsable (2).
Muy a pesar, de que la aplicación la referida prueba estadística Chi-cuadrado, evidencia que
no existe asociación significativa entre las variables ciudad y día de la semana y el tipo de
accidente laboral ocurrido, salvo en el caso del horario en que sucede el accidente, relación
en la que se evidencia una asociación altamente significativa.
En este contexto, cabe señalar, que en los accidentes de trabajo “in itínere” ocurren dos
circunstancias importantes generadoras de estrés vinculadas directamente con el horario de
trabajo del trabajador: una, trayecto domicilio-trabajo y otra, trayecto trabajo-domicilio (11). De
igual modo, en los accidentes de trabajo “no in itínere” por tratarse de una empresa prestadora
de servicios de atención, se presume la existencia de una carga de estrés y fatiga relacionada
directamente con las horas de trabajo cumplidas durante la jornada laboral.
La Tabla 4, ratifica que a excepción del trabajador que desempeña el puesto de trabajo de
Asesor Corporativo todos los demás trabajadores en sus distintos puestos de trabajo sufrieron
ATII, destacando, que el mayor número de accidentes “in itínere” ocurren en los Asesores
Servicio al Cliente (38,1%), seguidos de los Analistas (14,3%) y Operadores Telefónicos
(11,9%), mientras que los trabajadores de los puestos de trabajo restantes alcanzaron una
baja proporción en los ATII ocurridos. Lo cual se explica probablemente porque la gran
mayoría de los trabajadores no cumple las medidas de seguridad correspondientes.
En el caso de los Asesores de Servicio al Cliente es probable que el mayor número de
accidente pudiera estar influenciado por constituir esta puesto de trabajo la mayor masa
poblacional laboral en la organización en estudio, sin embargo, es preciso tener presente que
todos los trabajadores sin distingo de puesto de trabajo, tienen que desplazarse a grandes
distancias para cumplir con su desempeño laboral circunstancia, que por supuesto los coloca
a todos en situación de riesgo y si ya existe el riesgo y las condiciones viales no dependen
de los trabajadores, entonces deben cumplir las medidas de seguridad pertinentes (11). No
obstante, teniendo en cuenta que casi todos los trabajadores en sus diferentes puestos de
trabajo sufrieron accidentes, a excepción del Asesor Corporativo, la explicación más probable
como causa común y la más determinante en la referida actualización de los ATII es el
131
incumplimiento normativo de seguridad (2).
En la misma Tabla 4, se ratifica que a del puesto de trabajo de la secretaria, los demás
trabajadores en sus distintos puestos de trabajo sufrieron ATNII, destacando, que el mayor
número de accidentes “no in itínere” ocurren en los Asesores Servicio al Cliente (22,5%),
seguidos de los Vendedores (21,6%), Ingenieros (18,6%) y los Analistas (13,7%), mientras
que los trabajadores de otros puestos de trabajo alcanzaron una baja proporción en los ATNII
ocurridos. Situación que, de igual manera, puede explicarse en base a que la gran mayoría de
los trabajadores en sus diferentes puestos de trabajo no cumplen las medidas de seguridad
correspondientes (2).
Tanto en los ATII como en los ATNII, los puestos de trabajo de jefes, aparecen con baja
frecuencia tanto en los ATII (7,1%) como en los ATNII (5,9%). Probablemente, porque por su
puesto de trabajo pueden ser un poco más previsivos y dados al cumplimiento normativo
correspondiente. Sin embargo, se observa contraste entre los ATNII y los ATII, pues en el caso
de los Vendedores e Ingenieros, en los ATNII, presentan una alta proporción 21,6% y 18,6%
respectivamente, mientras que en el caso de los ATII la frecuencia es relativamente baja 4,8%
y 7,1%, respectivamente. Evidentemente, todos incumplen la normativa de seguridad
correspondiente, pero la discrepancia en la frecuencia de ocurrencia en la actualización de
accidentes, además del mayor o menor incumplimiento normativo pudiera estar influenciado
por otras variables intervinientes, como tipo y exigencias de la tarea, horario de trabajo, forma
del transporte, edad, antigüedad laboral y comportamiento responsable, entre otras.
De igual manera, con respecto a las formas de transporte y los ATII la Tabla 4, indica que los
trabajadores sufren accidentes laborales en las diferentes formas de transporte utilizadas,
porque en todas se incumplen las medidas de seguridad, destacándose la movilización en
automóvil propio (38,1%) y desplazamiento como peatón (34,5%); probablemente porque en
ellas se acentúa la autonomía individual de hacer las cosas a criterio personal olvidando el
cumplimiento de la normativa de seguridad, razonamiento aplicable también a los que se
movilizan en taxi y en motocicleta, quienes alcanzan un 9,5% de frecuencia en accidentalidad
quienes destacan por su reconocida imprudencia vial, mientras que los que se desplazan en
transporte de bus urbano alcanzaron un 6,0%, a pesar de ser un medio no controlado por la
empresa, revela una menor frecuencia de accidentes, continuando los trabajadores que se
desplazan en vehículo de la empresa y en vehículo no motorizado como la bicicleta quienes
reportan la más baja frecuencia de accidentalidad alcanzando un 1,2%, tendencia de
siniestralidad baja por tratarse de un medio de transporte poco utilizado.
Asimismo, en relación a los ATNII y la forma de transporte, la Tabla 4 muestra, que los
trabajadores sufren accidentes laborales en las diferentes formas de transporte utilizadas,
porque en todas se incumplen las medidas de seguridad, destacándose la movilización en la
modalidad no aplica automóvil propio (47,1%), seguidos de quienes se movilizan como peatón
(32,4%); probablemente porque tanto en la forma de transporte no aplica como en la
movilización peatonal se realizan de manera muy particular y en ellas resaltan las
imprudencias cometidas, en una cuando no se utiliza una manera formal de transporte y en la
132
otra cuando la movilización es peatonal se olvida con frecuencia el debido cumplimiento
normativo de seguridad.
Por supuesto, que el razonamiento explicativo de incumplimiento normativo, también aplica a
los que se movilizan en transporte de la empresa (8,8%), en automóvil propio (6,9%) y en
motocicleta (2,9%), aun cuando su frecuencia de accidentalidad es menor, continuando en
orden de frecuencia los que se movilizan en bus y en taxi, quienes reportan la más baja
frecuencia de accidentalidad alcanzando un 1,0%, tendencia de siniestralidad baja por
tratarse de una forma de transporte poco utilizada. Con esta orientación, la mencionada Tabla
4, señala la existencia de una asociación significativa entre el tipo de accidente laboral ocurrido
con las variables puesto de trabajo ocupado por el accidentado y medio de transporte utilizado
al momento del accidente.
La Tabla 5, muestra la frecuencia de las diferentes lesiones sufridas por los trabajadores en
los ATII siendo las de mayor frecuencia las contusiones 35,7 %, los esguinces 31%,
particularmente de cuello asociados al efecto latigazo, las contracturas 10,7 %, las fracturas
7,1%, contusión y herida 6%, siendo afectados en mayor frecuencia los segmentos corporales
de extremidades inferiores (34,5%), seguido en orden descendente de frecuencia las lesiones
en cuello (22,6%), afectación de extremidades superiores (14,3%), lesiones en espalda
(13,1%) y lesiones en cabeza 7,1%. Lo cual evidencia que las referidas lesiones son
traumáticas por impacto y dependen diferentes variables intervinientes como tipo de
transporte, ubicación en el vehículo, postura adoptada en el vehículo al momento del
accidente, sitio del impacto del vehículo o del trabajador, peso del trabajador, condiciones
ambientales del lugar, hora del accidente, uso o no del cinturón de seguridad, entre otras. No
obstante, lo que es obvio es que la causa más probable y determinante de un accidente vial
como en cualquier otro accidente es el incumplimiento normativo de seguridad, porque si ya
se tiene el riesgo y no se pueden controlar las condiciones de seguridad vial, el control está
en el comportamiento responsable, el cual incluye desde la revisión vehicular como el
cumplimiento normativo de seguridad correspondiente.
Asimismo, la mencionada Tabla 5 revela la frecuencia de las lesiones sufridas por los
trabajadores en los accidentes de trabajo “no in itínere” reportando 31,4 % contusiones, 26,5
% esguinces, 10,8% fracturas, 7,8% heridas y 6,9 % contusión y herida, afectando con mayor
frecuencia los segmentos corporales correspondientes a las extremidades inferiores (40,2%),
extremidades superiores (18,6%) y cabeza (13%). De igual modo, por ser lesiones producidas
en accidente son lesiones de impacto en donde como es lógico predominan las contusiones,
esguinces, fracturas y heridas, las cuales dependen de la participación de diferentes variables
intervinientes como tipo de actividad realizada, ubicación del trabajador en su puesto de
trabajo, postura adoptada al momento del accidente, sitio del impacto del trabajador, uso o no
de equipo de protección personal, peso del trabajador, agilidad del trabajador, capacidad de
análisis mental del trabajador, grado de instrucción, condiciones ambientales del entorno
laboral, hora del accidente, tiempo ejecutando la actividad dentro de la jornada de trabajo en
la que sucede el accidente, entre otras.
133
De igual manera, se observa un incremento en la frecuencia de lesiones en las extremidades
superiores, lo cual es congruente con el desempeño laboral puesto que la actividad
ocupacional requiere de la participación de los miembros superiores en la ejecución de la
tarea. De igual manera, en los accidentes “no in itínere”, lo que es obvio es que la causa
más probable y determinante de un accidente laboral como en cualquier otro accidente es el
incumplimiento normativo de seguridad. Sin embargo, la Tabla 5, señala que no hay
asociación significativa entre el tipo de accidente con el tipo de lesión, pero señala asociación
con el segmento corporal afectado, afirmación congruente con lo antes expuesto.
Con respecto a la Tabla 6, referida a la sectorización de los accidentes “in itínere” por ciudad,
muestra que hay asociación entre las referidas variables. Probablemente, la mayor frecuencia
de accidentes en los correspondientes sectores de las mencionadas ciudades puede estar
influenciado por la ubicación de los edificios que concentran al mayor grupo de trabajadores
de la empresa, mismos que se encuentran al norte de ciudades como Guayaquil y Quito, por
ejemplo. Estos sectores son considerados corredores comerciales, por lo cual una gran
cantidad de empresas se encuentran asentadas en estas zonas, provocando que el parque
automotor en ciertas horas se incremente en los referidos sectores; esto, sumado a una
estructura vial insuficiente para un alto flujo de vehículos no garantiza condiciones seguras
para el transporte. Sin embargo, es obvio que el no cumplimiento normativo de seguridad es
evidente, porque si las condiciones viales no son las seguras o el horario es de mayor
congestión, entonces el estricto cumplimiento de las medidas de seguridad pertinentes debe
ser la norma.
V. CONCLUSIONES
El análisis comparativo del registro de la casuística tanto de ATII como ATNII, evidencia un
deficiente e irregular cumplimiento de las medidas preventivas de seguridad. Confirmando, que
la causa determinante tanto en la actualización de los referidos accidentes
independientemente de la circunstancia o condición es el incumplimiento normativo de las
medidas preventivas de seguridad. Lo cual significa, que en ambos casos se hace necesario
la estricta aplicación de las medidas preventivas de seguridad y salud, para un mejor control y
minimización de tales eventos, tanto en la citada organización como a nivel nacional.
En suma, partiendo del principio fundamental de seguridad, si existe el riesgo, entonces el
objetivo es controlar las condiciones y actos inseguros, a fin de minimizar en lo posible los
accidentes laborales, por consiguiente, se hace necesario modificar el pensamiento y actitud
de los trabajadores a través de la educación continua mediante el convencimiento e
introyección de la amplitud de las ventajas y beneficios de la práctica de una cultura de basada
en el comportamiento responsable, por ser la manera idónea para cumplir con exactitud la
normativa de las medidas preventivas y disminuir al máximo los accidentes laborales para
garantizar su salud e integridad en beneficio propio, de la familia, de la organización, de la
sociedad, del Estado y del ambiente.
134
Contribución de los autores:
En cuanto a la contribución de cada autor se puede dividir el estudio en: "Conceptualización,
Víctor Guerrero-Flores; metodología, Víctor Guerrero-Flores y Michelle Díaz-Naranjo;
software, Kenny Escobar-Segovia; validación, Víctor Guerrero-Flores y Kenny Escobar-
Segovia; análisis formal, Víctor Guerrero-Flores, Michelle Díaz-Naranjo y Kenny Escobar-
Segovia; investigación, Víctor Guerrero-Flores; curación de datos, Kenny Escobar-Segovia;
escritura: preparación del borrador original, Víctor Guerrero-Flores; escritura: revisión y
edición, Kenny Escobar-Segovia; visualización, Michelle Díaz-Naranjo; supervisión, Michelle
Díaz-Naranjo. Todos los autores han leído y aceptado la versión publicada del manuscrito.”,
Fondos: "Esta investigación no recibió fondos externos"
Conflictos de intereses: "Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses".
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