Cómo citar: Forero A, Morales G, Hernández J, Romero J. Evolución del estado nutricional de una población infantil de cero
a dos años en Bogotá. Ciencia e Innovación en Salud. 2021. e122: 131-143 DOI 10.17081/innosa.122
Evolución del estado nutricional de una población infantil de cero a dos
años en Bogotá
Evolution of the nutritional status of a zero to two-year-old child population
in Bogotá
Ana Yibby Forero Torres
1
, Gina Emely Morales Sandoval
1
, Jenny Alexandra Hernández Montoya
1
,
Jhon Jairo Romero Romero
1
1
Instituto Nacional de Salud. Bogotá, Colombia.
*Dirigir correspondencia a: yibbyforero@gmail.com, aforero@ins.gov.co
RESUMEN
Introducción: Los primeros 2 años de vida son una ventana de oportunidad para obtener un
adecuado crecimiento y desarrollo de los niños y niñas, por esto se planteó analizar la evolución
del estado nutricional por indicadores antropométricos en una población infantil beneficiaria de
un programa de atención integral a la primera infancia desde el nacimiento y hasta los dos años
de edad, para contribuir con la detección temprana de alteraciones nutricionales y fortalecer la
prevención y tratamiento oportuno de la malnutrición. Métodos: Estudio longitudinal descriptivo
con una muestra de 142 niños y niñas de 0 hasta 24 meses de edad. Se realizó análisis de
cada indicador antropométrico (talla para la edad, peso para la edad, peso para la talla e índice
de masa corporal) y denominación con intervalo de confianza al 95%. Resultados: 47,9%
fueron niños y 52,1% niñas de 0 a 2 años. Prevalencia de retraso en talla más alto (18,3%) a
los 2 meses, talla adecuada para la edad mayor al 57% en todas las mediciones. Desnutrición
global y aguda mayor a 1,4% y 0,7% respectivamente. Riesgo de sobrepeso con valor más alto
(19,7%) a los 12 y 18 meses. Conclusión: La desnutrición es un problema que afecta a esta
población infantil desde el nacimiento, sin embargo, también es importante destacar que tanto
el riesgo de desnutrición como el de sobrepeso son relevantes en el seguimiento del estado
nutricional de esta población.
Keywords: Antropometría; estado nutricional; malnutrición; crecimiento y desarrollo.
Proceso Editorial
Recibido: 05 09 2020
Aceptado: 26 01 2021
Publicado:16 06 2021
ABSTRACT
DOI 10.17081/innosa.122
©Copyright 2021.
Forero
1
et al.
Introduction: The first 2 years of life are a window of opportunity to obtain adequate growth and
development of children, for this reason it was proposed to analyze the evolution of the
nutritional status by anthropometric indicators in a child population benefiting from a
comprehensive care program for children early childhood from birth to two years of age, to
contribute to the early detection of nutritional disorders and strengthen the prevention and timely
treatment of malnutrition. Methods: Descriptive longitudinal study with a sample of 142 boys
and girls from 0 to 24 months of age. An analysis of each anthropometric indicator (height for
age, weight for age, weight for height and body mass index) and denomination with a 95%
confidence interval was performed. Results: 47.9% were boys and 52.1% girls from 0 to 2 years
old. Prevalence of delay in taller height (18.3%) at 2 months, age-appropriate height greater
than 57% in all measurements. Global and acute malnutrition greater than 1.4% and 0.7%
respectively. Risk of overweight with the highest value (19.7%) at 12 and 18 months.
Conclusion: Malnutrition is a problem that affects this child population from birth, however, it is
also important to highlight that both the risk of malnutrition and that of overweight are relevant
in monitoring the nutritional status of this population.
Palabras Clave: Anthropometry; nutritional status; malnutrition; growth and development.
132
I. INTRODUCCIÓN
Los primeros años de vida constituyen la fase más dinámica en el proceso de crecimiento,
desarrollo mental y cognitivo, el cual es extremadamente vulnerable a las condiciones sociales,
económicas y ambientales desfavorables, es decir, la pobreza, desigualdad, o la escasa
educación de las madres, que determinan el desarrollo de una nación, una comunidad y de una
familia, (1), además, son cruciales a lo largo de todo el curso de la vida, sin embargo, en los
primeros dos años de vida los niños y niñas normalmente aumentan tres veces el tamaño de su
cerebro, desarrollan más del 80% de sus capacidades cognitivas, triplican su peso y aumentan
hasta en un 50% su longitud de crecimiento, para lo cual es necesario tanto una nutrición
adecuada, como la estimulación temprana las cuales juegan un papel fundamental en el proceso
de formación y desarrollo del cerebro, contribuyendo de manera decisiva al pleno desarrollo del
niño, de lo contrario, conllevaría a una situación que muchas veces es irreversible (2-5).
Los primeros 1000 días de vida del niño es un período crítico para su desarrollo implicando
cambios trascendentales para la salud, ya que la expresión génica es intrínsecamente flexible,
la posibilidad de intervención para prevenir o revertir los cambios epigenéticos en este periodo
de mayor plasticidad representa una ventana de oportunidad (6), por lo tanto, la actuación sobre
la alimentación en esta etapa así como las intervenciones que se realicen puede contribuir a
disminuir la frecuencia de las enfermedades no transmisibles (6-8).
La desnutrición es una de las principales amenazas para la supervivencia, salud, crecimiento y
desarrollo de capacidades de los niños y niñas. Los niños que pesan menos de lo que
corresponde a su edad sufren insuficiencia ponderal. Un niño con insuficiencia ponderal puede
presentar a la vez retraso del crecimiento y/o emaciación (5). Alrededor del 45% de las muertes
de menores de 5 años tienen que ver con la desnutrición. En su mayoría se registran en los
países de ingresos bajos y medianos (5).
Según un análisis realizado a 54 países este mostró que el retraso del crecimiento en la primera
infancia es incluso más pronunciado que lo sugerido por análisis anteriores basados en la
referencia del Centro Nacional de Estadísticas de Salud. Los hallazgos confirman la necesidad
de ampliar las intervenciones durante periodos específicos como durante el embarazo y los
primeros 2 años de vida, incluida la prevención del bajo peso al nacer y las prácticas adecuadas
de alimentación infantil (9).
De acuerdo con lo anterior, es importante destacar que los momentos s críticos en la primera
infancia que son susceptibles al retraso en el crecimiento y desarrollo es desde los tres meses
de edad y en el periodo comprendido entre los 18 y 24 meses (9). Estos son de alta
vulnerabilidad y los factores que contribuyen a que se presente esta situación incluyen los
ambientales como el estado nutricional materno, la higiene y el saneamiento, la frecuencia de
infecciones, el acceso a servicios sicos, atención médica y principalmente las prácticas
inadecuadas de alimentación del lactante (lactancia materna exclusiva de poca duración, destete
precoz, introducción temprana de la alimentación complementaria, entre otros) (10-12).
133
Por otra parte, en los últimos años se ha evidenciado en la primera infancia un aumento del
exceso de peso. Los niños y niñas con exceso de peso tienden a seguir con un peso superior
en la edad adulta y tienen s probabilidades de padecer a edades más tempranas
enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares (13).
La evaluación adecuada del estado nutricional realizada a través de valoraciones continuas que
permitan evidenciar los cambios de una medida a lo largo del tiempo ya que una medida aislada
tiene poco valor (14), por lo tanto, se convierte en un requisito indispensable en la vigilancia del
niño sano y necesaria en el niño enfermo, permitiendo la identificación temprana de alteraciones
y facilitando la posibilidad de tratamiento oportuno; además de servir para la prevención primaria
del desarrollo futuro de malnutrición y, por ende, de enfermedades crónicas (15).
Por lo anterior, se planteó analizar la evolución del estado nutricional por indicadores
antropométricos en una población infantil beneficiaria de un programa de atención integral a la
primera infancia desde el nacimiento y hasta los dos años de edad, para contribuir con la
detección temprana de alteraciones nutricionales y fortalecer la prevención y tratamiento
oportuno de la malnutrición.
II. METODOS
2.1. Diseño y participantes. Se realizó un estudio longitudinal descriptivo llevando a cabo un
seguimiento de seis mediciones al estado nutricional por indicadores antropométricos a una
cohorte de niños y niñas de 0 y 24 años de edad, beneficiarios de un programa de atención
integral de la primera infancia, implementada en todas las localidades de la ciudad de Bogotá.
A través de un muestreo probabilístico se seleccionó una muestra representativa de cobertura
de la población objeto del programa.
En la primera medición del estudio se incluyeron 417 niños y niñas, al momento de la última
medición del estudio cuando alcanzaron los 24 meses de edad, se reportó una pérdida del
35% (asociada a retiro del programa, cambio de domicilio y salida voluntaria del estudio)
quedando con una muestra de 274 niños. Sin embargo, para este análisis solamente se incluyó
la información de los niños que tuvieran todos los datos de todas las mediciones, que fueron
142.
Los criterios de inclusión fueron haber nacido a término, no presentar alguna condición crónica
que afecte su crecimiento y que su madre continuara activa en el programa de atención; los
criterios de exclusión fue haber nacido prematuro, niños que presentaron enfermedad
intrauterina grave (incluyendo enfermedades genéticas y cromosomopatías), así como
condiciones crónicas (tanto enfermedades como discapacidades físicas crónicas) con
potencial repercusión nutricional o en el crecimiento. Asimismo, todos aquellos que no
pudieran completar el seguimiento hasta los 2 años.
2.2. Instrumentos y variables. La recolección de información se realizó entre los años 2015
hasta el 2017 en formularios estructurados para las variables sociodemográficas y las medidas
antropométricas se recogieron en las 6 mediciones realizadas al nacimiento, a los 2, 6, 12, 18
y 24 meses de edad de los niños. La medición del peso de los niños y niñas se llevó a cabo
utilizando una balanza Tanita de energía solar de pie con tara y precisión de 100 g y la longitud
134
con el infantómetro portátil Quick Medical (Made by STARTERS Norwich) con precisión 1 mm
y capacidad de 110 a 120 cm, los cuales fueron tomados por profesionales en nutrición y
dietética estandarizados bajo los protocolos del Instituto Nacional de Salud basados en la
norma Colombiana para toma de medidas antropométricas en esta población (16).
En este estudio se determinó el estado nutricional utilizando los indicadores de talla para la
edad como indicador de crecimiento que relaciona la talla con la edad, dando cuenta del
estado nutricional histórico o acumulativo, peso para la edad que relaciona el peso con la edad
del individuo como indicador global y peso para la talla que ayuda a identificar procesos de
enfermedad aguda, así mismo el Índice de Masa Corporal- IMC para el exceso de peso, cuya
clasificación se muestra en la tabla 1.
Tabla 1. Clasificación antropométrica del estado nutricional para niños y niñas menores de 5
años.
Indicador
Punto de corte
(desviaciones estándar
DE)
Peso para la
Talla
(P/T)
> 3
>2 a ≤3
>1 a ≤2
-1 a ≤1
-2 a <-1
<-2 a ≥-3
<-3
Talla para la
Edad (T/E)
-1
-2 a <-1
<-2
Peso para la
Edad (P/E)
>1
-1 a ≤1
-2 a <-1
<-2
Indicador
Punto de corte
(desviaciones estándar
DE)
IMC para la
Edad
(IMC/Edad)
>3
>2 a ≤3
>1 a ≤2
≤1
Fuente: Resolución 2465 de 2016. Indicadores antropométricos, patrones de referencia y puntos de corte para
la clasificación antropométrica del estado nutricional
2.3. Procedimientos. Para garantizar un dato más preciso cada medición se realizó por
duplicado, permitiendo una variación para el caso de talla de 1 mm y para peso de 100 g, esto
considerando la sensibilidad de los equipos utilizados en terreno.
135
2.4. Análisis estadísticos. La información se sistematizó haciendo uso del paquete SPSS
Statistics versión 22 y STATA 14.0, y se determinaron las distribuciones de frecuencias, para
su procesamiento se utilizaron los parámetros de validación según edad simple y sexo
teniendo en cuenta la macro de la Organización Mundial de la Salud- OMS para evaluación
antropométrica, de esta manera se calcularon promedios de peso y talla y proporciones a partir
de los z-score por cada indicador y denominación. A través de un procedimiento complejo de
análisis de muestras, se calcularon proporciones e intervalos de confianza al 95%, así como
medidas de tendencia central y dispersión, ajustadas por el diseño. Posteriormente, la
información fue analizada bajo los criterios de la norma para la valoración del estado nutricional
en la población colombiana (16) que para el caso de niños y niñas menores de 5 años
establece el uso de los patrones y puntos de corte de la OMS.
2.5. Aspectos éticos. Esta investigación se acogió a la normatividad para estudios de
investigación en salud, establecida en la Declaración de Helsinki (17), así como las Normas
Científicas, Técnicas y Administrativas de la Investigación en Salud establecidas en la
resolución No. 008430 de 1993 en Colombia y se definió como una investigación con riesgo
mínimo (18), además, cada una de las madres de los participantes firmó el consentimiento
informado correspondiente. El proyecto fue aprobado por los Comités Técnico y de Ética del
Instituto Nacional de Salud.
III. RESULTADOS
3.1. Descripción de la población. Para la descripción de la población (tabla 2) muestra que
de los 142 niños participantes 68 (47,9%) fueron niños y 74 (52,1%) niñas de 0 a 2 años, donde
según información de sus madres o cuidadores el 6,3% se consideraban afrodescendientes,
un 1,4% pertenecía a comunidad indígena y la mayoría era sin pertenencia étnica. El 66,2%
de los niños y niñas pertenecían al estrato socioeconómico 2, 16,9% al 3, el 15,5% al 1 y el
1,4% pertenecía a estrato 0. En relación con el Sistema General de seguridad Social en Salud-
SGSSS casi la totalidad de los participantes (93%) estaban afiliados al sistema de salud y no
se encontraron diferencias entre el Régimen contributivo (46,5%) y el subsidiado (46,5%). El
7% restante pertenecían a la categoría de pobre no asegurado y no afiliado.
3.2. Desnutrición crónica. Como se muestra en la Figura 1 se encontró un mayor porcentaje
de talla adecuada para la edad en cada una de las mediciones realizadas. Una cuarta parte
de la población evaluada presentó riesgo de retraso en talla, manteniéndose durante todo el
seguimiento, sin embargo, a los 6 meses se observó la menor proporción de niños y niñas con
esta condición. Respecto al retraso en talla, al llegar a los 24 meses 17 (12%) de los
participantes tenía retraso en talla, es decir, 8.4 puntos porcentuales por encima de lo obtenido
al iniciar el seguimiento del estado nutricional.
3.3. Desnutrición global. En cuanto al peso para la edad de la población participante (Figura
2) se encontró que durante todas las mediciones del seguimiento la desnutrición global la
presentaron menos de 9 niños, es decir, por debajo del 6,3%, sin embargo, se observó una
disminución en esta prevalencia hasta los 24 meses. Por el contrario, el riesgo de desnutrición
global fue aumentando, afectando a 30 (21,1%) niños desde el nacimiento, hasta alcanzar a
35 (24,6%) a los dos años de edad, con una excepción a los 2 meses donde solo 21 (14,8%)
136
participantes tenía esta clasificación. Tres cuartas partes de los niños y niñas evaluados
presentaron un peso adecuado para la edad en todas las mediciones.
Tabla 2. Caracterización socioeconómica de la población objeto de estudio
n
%
Sexo
Hombre
68
47,9%
Mujer
74
52,1%
Total
142
100%
Estrato
Socioeconómico
0
1
0,7%
1
22
15,5%
2
94
66,2%
3
24
16,9%
5
1
0,7%
Total
142
100%
Etnia
Indígena
2
1,4%
Afrocolombiano
9
6,3%
Ninguna de las
anteriores
131
92,3%
Total
142
100%
n
%
Afiliación a SGSSS
EPS
132
93,0%
Padre asegurado
1
0,7%
Otro sistema
2
1,4%
No lo está
6
4,2%
NS/NR
1
0,7%
Total
142
100%
Fuente: Resolución 2465 de 2016. Indicadores antropométricos, patrones de referencia y puntos de corte para
la clasificación antropométrica del estado nutricional
137
Figura 1. Seguimiento al indicador Talla para la edad en niños y niñas de 0 a 24 meses de
edad
Fuente: Resolución 2465 de 2016. Indicadores antropométricos, patrones de referencia y puntos de
corte para la clasificación antropométrica del estado nutricional.
Figura 2. Seguimiento al indicador Peso para la edad en niños y niñas de 0 a 24 meses de
edad
Fuente: Resolución 2465 de 2016. Indicadores antropométricos, patrones de referencia y puntos de
corte para la clasificación antropométrica del estado nutricional
3,6
18,3
4,9
16,9
16,9
12
9,4
24,6
15,5
25,4
26,1
27,5
87,1
57,1
79,6
57,7
57
60,6
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0 2 6 12 18 24
%
Meses
Talla baja para la
edad o Retraso en
talla < -2
Riesgo de talla baja ≥
-2 a < -1
Talla adecuada para
la edad ≥ -1
3,5
6,3
1,4
3,5
2,1
3,5
21,1
14,8
16,5
22,5
23,2
24,6
75,4
77,5
78,4
73,9
73,2
70,4
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
0 2 6 12 18 24
%
Meses
Desnutrición global < -
2
Riesgo de desnutrición
global ≥ -2 a < -2
Peso adecuado para
la edad ≥ -1 a ≤ 2
138
3.4. Desnutrición aguda. En el análisis de peso para la talla (Figura 3), la desnutrición severa
afectó al nacimiento a 6 (4,4%) niños, siendo menos de 1 (1%) desde los 2 meses hasta los
24 a diferencia de la desnutrición moderada donde a los 0 meses 26 (19,2%) de los
participantes la presentaron, sin embargo, en los siguientes seguimientos disminuyó casi 5
veces su prevalencia alcanzando hasta 4 (2,8%) niños. Por otra parte, mientras que el riesgo
de sobrepeso disminuyó a medida que aumentaba la edad, pasando de 34 (23,9%) niños
afectados a los 2 meses de edad a 21 (14,8%) a los 24 meses, el riesgo de desnutrición aguda
acrecentó hasta llegar a presentarse en 15 (10,6%) de los niños y las niñas cuando alcanzaron
los dos años de edad, triplicando el porcentaje encontrado a los 2 meses. Para el caso de la
medición al nacimiento, los niños que presentaron riesgo de desnutrición aguda fue 37 (27,2%)
siendo el más alto para esta clasificación.
Figura 3. Seguimiento al indicador Peso para la talla en niños y niñas de 0 a 24 meses de
edad
Fuente: Resolución 2465 de 2016. Indicadores antropométricos, patrones de referencia y puntos de
corte para la clasificación antropométrica del estado nutricional
3.5. Índice de Masa Corporal. Al analizar el IMC para la valoración del exceso de peso, se
encontraron prevalencias de riesgo de sobrepeso presentadas entre 25 y 28 (17,6% y 19,7%
respectivamente) participantes y no se observó ninguna tendencia en los niños y las niñas en
ninguna de las mediciones, por otra parte, el riesgo de sobrepeso fue casi cinco veces mayor
comparado con el sobrepeso exceptuando al nacimiento, sin embargo, mientras el riesgo de
sobrepeso aumentó a partir de los 2 meses a medida que aumentaba la edad, el porcentaje
de sobrepeso incrementó, pero en menor proporción. En cuanto a la obesidad, esta afectó a
menos de 2 (1,4%) niños durante el seguimiento.
0 meses 2 meses 6 meses 12 meses 18 meses 24 meses
Desnutrición aguda Severa
< -3
4,4 0,7 0,7 0 0,7 0,7
Desnutrición aguda
moderada < -2 a ≥ -3
19,2 3,6 0,7 0,7 0,7 2,8
Riesgo de desnutrición
aguda ≥ -2 a < -1
27,2 3,5 6,4 12 8,5 10,6
Peso adecuado para la talla
-1 a ≤ 1
46,3 54,9 64,8 69 72,5 68,3
Riesgo de sobrepeso > 1 a
≤ 2
0 23,9 21,8 15,5 14,1 14,8
Sobrepeso > 2 a ≤ 3
2,9 13,4 5,6 2,8 3,5 2,8
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
%
139
Figura 4. Seguimiento al indicador Índice de Masa Corporal en niños y niñas de 0 a 24
meses de edad
Fuente: Resolución 2465 de 2016. Indicadores antropométricos, patrones de referencia y puntos de
corte para la clasificación antropométrica del estado nutricional
IV.DISCUSIÓN
Conocer el estado nutricional de los niños y niñas desde el nacimiento hasta los dos años de
edad constituye una herramienta importante, siempre y cuando se realice a través de un
seguimiento continuo y oportuno, ya que esta etapa de la vida se convierte en una ventana de
oportunidad para mejorar su salud, además de realizar intervenciones altamente efectivas para
reducir la desnutrición favoreciendo que los individuos alcancen su máximo potencial de
crecimiento y desarrollo ejerciendo efectos de programación metabólica precoz que perduren
a lo largo de la vida (6, 19).
para mejorar la salud de las personas, además de proporcionar un conjunto de intervenciones
altamente efectivas para reducir la desnutrición. Así, surge el concepto de los primeros mil
días, basado en la evidencia científica, como una estrategia de salud pública a ser
implementada por países o localidades. Si bien identifica y propone intervenciones específicas,
no se diseñó como una propuesta para ser llevada a cabo solo a nivel individual o familiar. Sin
embargo, seguir las recomendaciones sin duda beneficiará al niño a nivel individual, exista o
no una política gubernamental al respecto.
1,4
17,6
18,3
19,7 19,7
17,6
0
4,9
4,2
1,4
4,2
2,8
0
0,7 0,7
1,4
0,7
1,4
0
5
10
15
20
25
0 2 6 12 18 24
%
MESES
Riesgo de Sobrepeso >1 a
≤2
Sobrepeso >2 a ≤3 %
Obesidad >3 %
140
En Colombia, según la Encuesta Nacional de Situación Nutricional- ENSIN 2015(20) el retraso
en talla para el grupo de edad de 0 a 4 años (primera infancia) fue del 10,8%, este resultado
solo es comparable en nuestro estudio con lo encontrado para la medición de 2 años de edad,
en el resto de las mediciones excepto al nacimiento (0 meses) y los 6 meses de edad fue
mucho mayor (16,9% - 18,3%). En cuanto a la desnutrición global las prevalencias encontradas
en esta investigación fueron similares al dato nacional (3,1%) en los niños de 6 a 24 meses,
sin embargo, superiores en comparación con los más pequeños (0 y 2 meses de edad).
A pesar de que Colombia tuvo un leve incremento en la desnutrición aguda entre el 2010 y
2015 alcanzando un 1,6% (20), el porcentaje es bajo en comparación con lo encontrado para
los niños y niñas en este estudio donde al nacimiento una tercera parte presenta esta
condición, y el doble en las mediciones de 2 y 24 meses de edad.
Son pocos los estudios longitudinales en esta población que se encuentran en Colombia, sin
embargo, en el estudio llevado a cabo por Ghisays M et al (21) la población menor de cinco
años de Soledad (un municipio de la costa colombiana) se encuentra en riesgo particularmente
hasta los 2 años con talla baja para la edad (29%), dato que se contrasta con el resultado de
este estudio donde el máximo valor para el indicador fue menor (18,3%). Mientras que en el
estudio de Alcaraz G et al (22) la desnutrición aguda representó el 40% y la desnutrición global
33,2 % para la población menor de 2 años, valores superiores a los de esta investigación en
cualquiera de sus mediciones.
El bajo peso para la talla es el indicador antropométrico más sensible a un destete precoz y al
efecto negativo de condiciones adversas del contexto que junto con otros determinantes,
desencadenan un bajo peso en los niños menores de 5 años; su relevancia radica, entre otros
aspectos, en que formas severas de esta desnutrición están asociada a mayores tasas de
mortalidad infantil (20). La desnutrición aguda, es el resultado principalmente de unas prácticas
inadecuadas de lactancia materna y alimentación complementaria, además de la coexistencia
de enfermedades infecciosas y condiciones socioeconómicas y de saneamiento básico
deficientes (20).
En este estudio se pudo evidenciar niños con obesidad alcanzando hasta 1,4%, además
estuvo presente el sobrepeso con un porcentaje cercano al 5% a los dos meses de edad; este
es otro aspecto importante de analizar porque según las últimas encuestas nacionales de la
situación nutricional (ENSIN 2015 y 2010) (20, 23), en Colombia se ha presentado un rápido
aumento de las cifras de la obesidad y el sobrepeso tanto en población infantil menor de 5
años, como en los otros rangos de edad, lo que sugiere que esta problemática se está
generando desde el inicio de la vida. Además, se acompaña de cifras también alarmantes de
anemia y deficiencias de hierro, vitamina A y zinc, esta realidad puede considerarse como una
doble carga de malnutrición la cual debe ser tenida en cuenta en la agenda de salud pública y
en la implementación efectiva de es¬trategias sólidas y adaptadas a la realidad del país (20).
La evidencia ha mostrado que las alteraciones que ocurran durante los primeros 2 años de
vida generarán morbimortalidad futura que afectarán tanto el desarrollo mental como motor y
a largo plazo, puede asociarse a bajo rendimiento intelectual, disminución en la capacidad de
trabajo y alteraciones en la capacidad reproductiva relacionadas así mismo con la malnutrición
en etapas tempranas y enfermedades no transmisibles en los adultos (7, 8), por lo tanto, una
141
buena alimentación en los primeros 1000 días será un seguro de salud para su vida futura (24)
para lo cual, es importante promover la lactancia materna exclusiva y adecuadas prácticas de
alimentación desde la concepción que resultaran cruciales para el desarrollo y salud de los
niños y niñas en esta etapa de sus vidas y en las posteriores.
Por lo anterior, es urgente intervenir los efectos negativos de la desnutrición sobre la salud y
bienestar de esta población, con el fin de aprovechar todas las oportunidades y alcanzar el
máximo desarrollo de las potencialidades, que además será fundamental para garantizar una
vida adulta saludable y productiva.
Aun cuando las políticas públicas han priorizado la primera infancia como un foco principal de
las acciones es recomendable incorporar un abordaje integral que incluya intervenciones
adecuadas y culturalmente aceptables donde la comunidad, en especial las madres,
cuidadores y personal de salud y nutrición, sean actores centrales en la formulación e
implementación de políticas, planes y estrategias en seguridad alimentaria y nutricional.
Estos resultados son aplicables a población infantil menor de dos años de contextos similares
y tiene la limitación, por la cobertura del programa, de no incluir a niños y niñas de hogares
clasificados en el estrato socioeconómico más alto de la población.
V.CONCLUSIONES
A diferencia de la DNT global que es baja y se mantuvo estable durante todas las mediciones,
la DNT crónica se cuadruplicó al llegar a los 2 años de edad comparado al nacimiento. El
indicador P/T que es el más sensible a rápidos cambios asociados a las enfermedades
prevalentes de la infancia como infecciones respiratoria aguda y las enfermedades intestinales
presentó prevalencias altas en el nacimiento con un descenso importante que no alcanzó al
4% a los 24 meses, sin embargo, 1 de cada 10 niños tiene riesgo de desnutrición aguda. Por
otra parte, aun cuando el sobrepeso no supera el 5% el riesgo de sobrepeso es cinco veces
mayor, por lo cual se hace relevante hacer seguimiento a los niños desde el nacimiento hasta
los dos años de edad para el tratamiento de la desnutrición e implementar las estrategias
necesarias teniendo en cuenta también a los niños que tienen riesgo de desnutrición y
sobrepeso para prevenir la malnutrición y contribuir en la disminución de la morbi-mortalidad
infantil. Además, es importante que en estudios posteriores se aborden los aspectos
relacionados con la alimentación para esta población con el objetivo de analizar su asociación
con el estado nutricional.
Contribución de autores: Conceptualización, A.Y.F.T, G.E.M.S y J.J.R.R; curación (o curado)
de contenidos y datos, G.E.M.S; investigación, G.E.M.S; metodología, A.Y.F.T y G.E.M.S;
administración del proyecto, A.Y.F.T; recursos materiales, A.Y.F.T; supervisión, A.Y.F.T y
J.A.H.M; visualización, A.Y.F.T, G.E.M.S y J.A.H.M; redacción- borrador original, A.Y.F.T y
G.E.M.S; análisis formal de los datos, J.J.R.R; software, J.J.R.R; redacción - revisión y edición,
A.Y.F.T, G.E.M.S, J.A.H.M y J.J.R.R; aprobación final de la versión que se ha de publicar y
responsabilidad de todos los aspectos del trabajo, garantizando la exactitud e integridad de
cualquier parte de la obra, A.Y.F.T, G.E.M.S, J.A.H.M y J.J.R.R. Todos los autores han leído y
aceptado la versión publicada del manuscrito.
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Fondos: Esta investigación fue financiada por el Instituto Nacional de Salud, Departamento
Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación- Colciencias, Secretaría Distrital de
Integración Social y Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia.
Conflictos de intereses: Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
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