135 Gustavo Aroca Martínez, Raúl García Tolosa, Andrés Cadena Bonfanti, Marco Anaya Taboada,
Lucia Mercedes Niño, Esther Campo Bautista & Eder Hernández Ruiz
Cienc. innov. salud. Diciembre 2013; 1 (2):134 – 142. Universidad Simón Bolívar (Col). ISSN: 2344-8636
http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/innovacionsalud
Introducción
La amiloidosis comprende un grupo diverso de
enfermedades locales o sistémicas poco frecuentes,
que tienen como característica común el depósito
extracelular de una proteína fibrinoide insoluble,
llamada amiloide, cuyo grado de compromiso depende
de la cantidad de dicho depósito y conlleva a la
disfunción del órgano (1, 2). El término "amiloidosis"
se utilizó por primera vez por Virchow en el año de
1854, al describir una sustancia depositada en los
tejidos, que, como la celulosa, se tiñe de color azul
claro con el yodo y el ácido sulfúrico (3).
En 1922, Bennhold introdujo la coloración rojo
congo como un método útil para identificar amiloide
en especímenes de tejido; y en 1927, Divry y Florkin
describieron la característica de birrefrigencia del
amiloide cuando se evalúa bajo luz polarizada con la
coloración rojo congo (4). La característica histológica
del amiloide es la birrefringencia verde manzana bajo
la luz polarizada cuando se usa la tinción rojo congo.
Al examen con microscopia electrónica, la sustancia
amiloide refleja la configuración beta plegada,
responsable de sus propiedades con la tinción (3).
Hasta 30 diferentes tipos de proteínas precursoras
solubles pueden ser agregadas y depositadas como
fibrillas insolubles amiloide.
El depósito extracelular de fibras de amiloide en
órganos y tejidos resulta en infiltración tisular y
edema, llevando a la pérdida progresiva de la función
del órgano afectado (4). La amiloidosis puede ser
localizada o sistémica; la amiloidosis localizada puede
ser vista en la enfermedad de Alzheimer (depósitos de
betaproteína) y en diabetes mellitus tipo 2 (amilina en
islote de langerhans), mientras que a nivel de la piel se
han descrito depósitos amiloides nodulares, maculares
y líquen amiloide. El rol patogénico de los depósitos
amiloides en estas enfermedades aún no está claro.
Los dos principales tipos de amiloidosis sistémica
son: la amiloidosis primaria o amiloidosis asociada a
mieloma (AL), y la amiloidosis secundaria o
amiloidosis reactiva (AA).
La amiloidosis AL es constituida fundamentalmente
por fragmentos de cadenas ligeras de
inmunoglobulinas, secretadas por discrasia de
pequeños clones de células plasmáticas, como ocurre
en el mieloma múltiple, y raramente en linfoma no-
Hodking o la enfermedad de Waldestrom. Esta clase
de amiloidosis corresponde al 85% de los casos de las
amiloidosis sistémica. Sus fibrillas son cadenas
monoclonales livianas lambda o kappa (más
frecuentemente lambda que kappa, en una relación
2:1), que se encuentran asociadas a discrasia de células
plasmáticas y se puede presentar de manera aislada
(primaria), o asociada a mieloma múltiple. La
amiloidosis AL puede presentarse en forma localizada
y la mayoría de las veces es identificada en la vía
respiratoria superior, el tracto urogenital y
gastrointestinal, la piel y las órbitas. En tales
circunstancias, las cadenas livianas amiloidogénicas se
producen por un sutil infiltrardo focal de células
linfoplasmacitoides clonal, en la zona próxima a los
depósitos de amiloide (5). Con frecuencia, este tipo de
amiloide es de carácter nodular, pero puede aparecer
muy difusamente en el tejido, cuando se asocia a un
mayor infiltrado de células clonal.
Por su parte, la amiloidosis AA, constituida por
fibrillas de proteína A, que se observan en
enfermedades caracterizadas por estados de
inflamación prolongada como artritis reumatoide,
enfermedad inflamatoria intestinal, infecciones
crónicas y enfermedades autoinflamatorias hereditarias
(fiebre mediterránea familiar) se relaciona con
procesos infecciosos e inflamatorios crónicos (3). Su
depósito amiloide se encuentra formado por la proteína
fibrilar A (proteína amiloide A), que deriva de la
porción N terminal de un precursor plasmático
denominado amiloide sérico A, el cual es en sí un
reactante de fase aguda de síntesis hepática, que
presenta un incremento marcado en caso de estímulos
inflamatorios adecuados. Suele aparecer en el contexto
de enfermedades crónicas de tipo inflamatorio,
infeccioso o en neoplasias (tuberculosis, osteomielitis,
artritis reumatoide, carcinoma de células renales, entre
otras). También es el tipo de amiloidosis que
acompaña a la fiebre mediterránea familiar (6).
Con bastante frecuencia se incluyen en este grupo, la
amiloidosis TTR-ATTR (transtirretina) de patrón
hereditario por una mutación en el precursor de la
transtirretina de patrón autosómico dominante y la
amiloidosis A beta 2-microglobulina (AB2M), en
pacientes con enfermedad renal crónica en estadio
final en donde la beta 2-microglobulina no es
efectivamente aclarada por la diálisis. La amiloidosis
TTR, una proteína mutante de la transtiretina, es la
principal causa de la polineuropatías amiloide familiar,
enfermedad autosómica dominante, que causa una