49 Nelcy Martinez Trujillo
Cienc. innov. salud. Junio 2014; 2 (1):46 – 51. Universidad Simón Bolívar (Col). ISSN: 2344-8636
http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/innovacionsalud
También es importante fortalecer la aplicabilidad
cruzada de los resultados de las ISSS entre distintos
contextos, lo cual exige ganar claridad en relación con
sus métodos de investigación para contribuir a la
generalización de los resultados. En este objetivo
particular, las revistas pueden contribuir mediante la
publicación de artículos que describan en forma clara
el diseño metodológico y el contexto en el que se
realizan las ISSS. Por su parte, las instituciones de
educación pueden ofrecer programas y cursos de
entrenamiento y postgrado, que se sumen a los cursos
cortos que han ofrecido tradicionalmente.
La creación de una comunidad internacional
permitiría desarrollar las instituciones, la propaganda y
difusión típica de cualquier campo o disciplina,
monitorear el estado del campo y cohesionarlo. Esto
significaría un importante avance para el desarrollo de
la ISSS, que se ha instaurado más a partir de esfuerzos
y documentos individuales, que a través de alguna
alternativa sistémica o colectiva. Una asociación
profesional como esta podría aunar, así, las
perspectivas de los países desarrollados y de los países
en desarrollo en una sola comunidad de práctica.
Comunidad que podría fomentar el desarrollo de
estándares metodológicos, guías de apoyo para este
fin, y establecer esquemas de clasificación similares a
las de las especialidades clínicas. Convertir la ISSS en
un campo científico esencial de los sistemas,
favorecería, pues, la emergencia de un cuerpo común
de conocimientos y el aprendizaje intercontextos, al
tiempo que evitaría la duplicación y la conexión entre
diferentes disciplinas y culturas.
Construcción de capacidades para el desarrollo
de las ISSS
El desarrollo de capacidades de investigación
implica incursionar y ejecutar acciones en varios
niveles (14, 15). Al respecto, IJ Selmuiden,
investigador y director del Consejo de Investigaciones
en Salud (COHRED) a inicios del año 2000, precisó
dichos niveles, así: el individual de entrenamiento al
investigador, el institucional de posicionamiento en el
campo de la investigación, y el sistema nacional de
salud de los países donde se definen la mayor parte de
las políticas (16) .
En el nivel individual, se trazan pautas para la
capacitación del investigador a partir de su formación
científica y académica, lo que supone el desarrollo de
habilidades en la investigación propiamente dicha. Y
aunque esto no garantiza la calidad de los resultados,
puesto que debe mediar la voluntad personal del
capacitado, sí constituye el sustrato indispensable para
la formación de un investigador. Por tanto, en este
nivel se debe garantizar la capacitación y
entrenamiento de los profesionales. Por ejemplo, en el
caso de enfermería, se trata de brindarle los elementos
metodológicos necesarios para el abordaje de los
problemas identificados en los servicios. También se
deben potenciar las comunidades de práctica y las
redes de intercambio.
Los profesionales de la salud, los administradores de
programas y los consejeros políticos pueden
convertirse en importantes investigadores de ISSS en
sus áreas de desempeño y/o en facilitadores para su
realización. En concreto, pueden proveer orientación
en temas para investigar, facilitar el acceso a
escenarios donde se requiere hacer o conducir la
investigación, y ayudar a la puesta en práctica de sus
resultados. Para ello, como mínimo, requieren
entrenamiento y apoyo para alcanzar las habilidades
necesarias (17). En el caso del investigador ya
formado, es mejor desarrollar las habilidades
individuales y la experticia a través de entrenamientos
curriculares y no de cursos cortos.
El nivel institucional se encarga de propiciar el
posicionamiento de las instituciones en su área de
experticia. El “desarrollo” del investigador, que se
realiza en el primer nivel, solo es sostenible si se logra
un seguimiento continuo. De este modo, corresponde a
este nivel: la explotación de las potencialidades de los
recursos humanos, el incentivo a jóvenes
investigadores, y la creación de la infraestructura
necesaria para el ejercicio investigativo. Según
Nchinda, consultor de la OPS, el desarrollo
institucional debe lograr que todos los individuos
desarrollen sus habilidades particulares (18).
Los lugares en los que radican los investigadores
dedicados a la ISSS reflejan la heterogeneidad del
campo. Muchos de estos se encuentran en instituciones
académicas, como escuelas de salud pública, escuelas
médicas, escuelas de negocio, escuelas de leyes; así
como en una variedad de departamentos disciplinares
que incluyen la antropología, economía, geografía,
historia, ciencias políticas y sociología. Otros trabajan
en instituciones de análisis políticos o en comisiones
de trabajo, que tienen la misión de asesorar las
decisiones y políticas gubernamentales. Ante esta
diversidad de entornos de práctica, se propone un