5 Eulalia Amador Rodero, Mónica Gómez Barbosa & Leslie Montealegre Esmeral
Cienc. innov. salud. Junio 2013; 1 (1): 4 – 10. Universidad Simón Bolívar (Col). ISSN: 2344-8636
http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/innovacionsalud
Introducción
El desarrollo motor o adquisición de las habilidades
motoras gruesas y finas constituye la manifestación
externa de la madurez progresiva del sistema nervioso
central. La proliferación de las dendritas y la
mielinización de los axones son los responsables
fisiológicos de los progresos observados en el niño.
Pero, para que estos progresos se den, además de la
integridad de los sistemas biológicos, se necesita un
medio ambiente que lo favorezca, el cual, a su vez,
depende de los contextos, culturas y regiones
geográficas. Por consiguiente, las características
concretas de esas habilidades estarán determinadas por
el medio en el cual se desenvuelve el individuo (1-3).
Gessel (4) caracterizó el desarrollo motor y los
comportamientos motores tomando como base la
neuromaduración de la corteza cerebral. Higgins (5),
por su parte, afirmó que el ritmo del proceso de
maduración es afectado por la cantidad y el tipo de
experiencias de aprendizaje, y éstas por el ambiente
sociocultural.
Más recientemente, se viene investigando sobre la
forma como la teoría de los sistemas dinámicos se ha
aplicado a las ciencias del desarrollo (6). Este modelo
se inspiró en los trabajos de Bernstein, y desde él se
asume a la conducta motriz como la interacción de
muchos subsistemas en un contexto y tarea específica.
Ahora bien, las características del desarrollo motor
pueden determinarse mediante una evaluación
sistemática. En este sentido, el fisioterapeuta cuenta
con las herramientas y competencias para hacerlo de
manera confiable y, a partir de los hallazgos, puede
formular un plan de intervención é interacción (7).
Dicha evaluación motora se fundamenta en una serie
de elementos visibles que permiten detectar, a través
del desempeño motriz, la interrelación entre lo
perceptual, lo cognitivo, lo afectivo y lo psicomotor,
así como identificar la manera en que esa interrelación
interfiere el logro de los desempeños motores (8).
Más concretamente, en cuanto a la evaluación del
desempeño motor en los niños, existen estudios que
permiten caracterizar poblaciones estudiadas. Entre
estos se encuentran: los trabajos de Derri y Pachta, que
se centran enel efecto de dos estilos de enseñanza,
mediante el descubrimiento guiado y el uso del test de
Desarrollo Motor Grueso (9); el de Torres (10), quien
aplicó la Batería Eurofit a niños con altas capacidades
intelectuales; y la evaluación basada en la utilización
de la Batería Test Motor de Oseretsky (11). Otros
estudios han demostrado que las dificultades en el
desempeño motor pueden identificarse tempranamente
(12), y se recomienda que al momento de seleccionar
pruebas para la evaluación se tomen en cuenta la
validez y confiabilidadde los mismos (13).
En Colombia, pocos estudios han abordado la
evaluación del desarrollo motor. Hormiga (14), y
Amar (15, 16) lo hicieron mediante la aplicación de la
Escala Abreviada del Desarrollo, la cual evalúa el
desarrollo mental y motor en niños y niñas hasta los
cinco años de edad, aunque no evalúa de manera
integral las habilidades motrices. Y en el Caribe
colombiano, la pesquisa realizada de nuestra parte no
evidenció trabajos que estudien el desarrollo motor
bajo el enfoque fisioterapéutico.
Nuestro objetivo de estudio consistió en identificar
las habilidades motoras y gruesas de los niños de 6 a
13 años del Colegio Meira del Mar del Distrito de
Barranquilla.
Materiales y Métodos
Se trata de un estudio descriptivo transversal. La
población estuvo conformada por 175 escolares de 6 a
13 años matriculados en el Colegio Meira del Mar del
Distrito de Barranquilla. De estos niños, 120
cumplieron los siguiente criterios de inclusión: un
rango de edad de 6 a 13 años; el no padecer
alteraciones y/o limitaciones físicas, mentales y/o
sensoriales; y firma de consentimiento por parte de los
padres o acudientes.
Se hizo la evaluación de las siguientes habilidades
motrices: coordinación estática, que se define como el
equilibrio entre las acciones de los grupos musculares
antagonistas, ésta se establece en función del tono y
permite la conservación voluntaria de las actitudes;
coordinación dinámica de las manos, la cual hace
referencia al ajuste corporal necesario para afrontar las
demandas motrices que exigen el uso particular de
algún segmento corporal; coordinación dinámica
general, explicada como una acción en que intervienen
gran cantidad de segmentos musculares, ya sean de
extremidad superior, inferior o ambas a la vez; rapidez
de movimientos, definida como la capacidad de
realizar los movimientos con máxima velocidad en
relación con el tiempo empleado; movimientos