47 Gloria Lastre Amell, Nancy Arrieta Reales & Gladys Gaviria García
Cienc. innov. salud. Junio 2013; 1 (1): 46 – 51. Universidad Simón Bolívar (Col). ISSN: 2344-8636
http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/innovacionsalud
Introducción
Las sustancias psicoactivas (SPA) son aquellas
drogas cuyo consumo puede producir dependencia,
estimulación o depresión del sistema nervioso central,
o que producen un trastorno en la función del juicio, el
comportamiento o el ánimo de la persona (1). También
merece esta denominación toda sustancia capaz de
alterar el organismo y de ejerceracción psíquicasobre
la conducta, la percepción y la conciencia. El
sometimiento de la droga es el consumo excesivo,
continuo y periódico de una sustancia tóxica (2).
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
considera como SPA a toda sustancia que al ser
introducida en el organismo, por cualquier vía de
administración, produce una alteración en el natural
funcionamiento del Sistema Nervioso Central del
individuo y es, además, susceptible de crear
dependencia, ya sea psicológica, física o ambas (3). La
dependencia de SPA es multifactorial yestá
determinada por factores biológicos y genéticos. De
modo que los caracteres hereditarios pueden
desempeñar un papel importante en el consumo, junto
a factores psicosociales, culturales y ambientales (4).
Asimismo, como anota Hall (5), las SPA son
sustancias químicas que interfieren en la comunicación
del cerebro y afectan la manera en que las células
nerviosas envían y reciben los mensajes. En este
sentido, se sabe que el cerebro contiene docenas de
diferentes tipos de receptores y de mensajeros
químicos, y que las áreas de éste que resultan más
afectadas por el uso de drogas son: el tallo, que
controla funciones básicas; el sistema límbico, que
contiene el circuito de gratificación, la capacidad de
sentir placer; y, por último, la corteza, que controla
funciones como ver, sentir, oír y saborear, además de
los pensamientos.
Por otra parte, distintas organizaciones y expertos en
SPA, como la Organización Mundial de la Salud
(OMS), la Comisión Interamericana para el Control
del Abuso de Drogas (CICAD/OEA), la Asociación
Americana de Medicina Adictiva (ASAM), las
comisiones nacionales de drogas de otras naciones y la
propia experiencia desarrollada en Colombia por
distintos expertos, así como por organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales a través de
varias décadas, se han ocupado de la problemática del
conocimiento de consumo de sustancias psicoactivas
(6).
Según el Observatorio de Drogas de Colombia
(ODC), el conocimiento del fenómeno de las drogas se
presenta de manera muy diferenciada entre los
universitarios, lo que indica la necesidad de mantener
la enseñanza respecto a la integración, acción y
conocimientos referentes a lasdrogas y a las políticas y
programas nacionales e internacionales. Así está
descrito en las acciones y líneas que enfocan la salud
internacional y el fenómeno de las drogas como una
fortaleza para mejorar la intervención en el área de
salud (7).
Por otro lado, al revisar estudios que evalúan el
conocimiento, consumo y la prevalencia del uso de
alcohol, tabaco y drogas entre estudiantes, se identificó
que el consumo de drogas se ha incrementado a los
largo de los años, debido al déficit de conocimiento de
los estudiantes acerca de las drogas licitas e ilícitas y
los efectos adversos que estas ocasionan a los
consumidores (8).
Por tanto, esto crea una problemática de las drogas,
que debe ser atendida como un tema de salud pública,
a fin de controlarlo periódicamente y contrastarlo con
las políticas públicas para medir su eficacia y
eficiencia. Ello exige una base sólida de conocimiento
científico y terapéutico para que se logre el éxito. En
esta orientación, los profesionales de la salud deben
tener en cuenta esta demanda social y aportar al
conocimiento científico para enfrentar los riesgos de
este mal, a través de una adecuada calidad de atención
primaria en salud (9, 10).
En un estudio sobre el conocimiento de las drogas en
estudiantes y docentes del área de medicina, realizado
en La Paz, Bolivia, se demostró que el patrón de
consumo de alcohol en la población de universitarios
es excesivo, y,del mismo modo, entre estos se presenta
el uso experimental de drogas ilícitas. Debe tenerse
claro que la principal razón por la que estas sustancias
se constituyen en un problema sanitario no es el riesgo
de muerte, sino su capacidad para generar altos niveles
de dependencia que alteran el desarrollo vital de la
persona, ocasionando no solo degeneraciones en su
estado de salud y a nivel afectivo, económico y social
(9, 11).
De acuerdo con la Comisión Interamericana para el
Control del Abuso de Drogas (CICAD), las sustancias
psicoactivas se dividen en cuatro grupos: depresores,
estimulantes, alucinógenos y sustancias mixtas. Las
depresores disminuyen el nivel de funcionamiento del