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bargo, a pesar de estar encaminados a un mis-
mo n, son términos que representan cosas, que
aunque estrechamente entrelazadas, recaen en
situaciones diferentes.
Se habla de tolerancia cuando se hace refe-
rencia a la abstención de una persona a interve-
nir en las acciones y opiniones de los demás, aun
cuando estas opiniones o acciones parezcan des-
agradables o incongruentes en referencia a nues-
tro punto de vista. En este sentido, la tolerancia
es sinónimo de un autocontrol que intencional-
mente se hace ante algo que no se está de acuer-
do necesariamente, que parece desagradable, o
bien, que causa algo en el sentido estrictamente
negativo (Hernández, 2004).
A lo anterior se debe agregar que hablar de
tolerancia implica una reexión atenta y cuida-
dosa a prestar atención activa a través de nues-
tro pensamiento o acción hacia las diferentes
opiniones, creencias, valores y conductas que
lleguen a diferir con nuestra persona. Es decir,
el quehacer de la tolerancia se concentra en el
esfuerzo que una persona tiene por conocer y
respetar las diferencias a través del diálogo y la
convivencia, es una actitud de comprensión ha-
cia las diversas opiniones que son en menor o
mayor medida contrarias a las nuestras (Olaya
Villar, 2002).
Desde este punto de vista, la tolerancia re-
presenta una garantía de libertad e igualdad, es
la capacidad de aceptar y tener disposición a so-
portar las creencias, las palabras y las acciones
de los demás, pues el término está constituido
por el principio mismo del Derecho en todo su
espectro tanto propio como el de los demás.
En este sentido, tolerancia es hablar del re-
conocimiento de la dignidad natural de la perso-
na humana, un acto voluntario de la conciencia
sobre aquello donde la autoridad civil no tiene
poder de intervenir (Bobbio, 2007), y parte del
principio de pluralidad de puntos de vista, pues
esta se contrapone a las verdades absolutas, y
en lugar de ello, propone la posibilidad de que
diversas interpretaciones convivan pacícamen-
te, y favorece un conocimiento recíproco en la
búsqueda de una verdad más comprensiva que
logra establecer un acuerdo o compromiso entre
las partes (Cisneros, 2001).
La tolerancia es pues, garantía de la libertad
y de la igualdad. Es la capacidad de aceptar las
diferencias, más concretamente, la disposición
que lleva a soportar que otros crean, digan o ha-
gan algo que en lo personal pueda parecer mal,
es decir, es aquella aceptación que se hace por
el simple hecho de respetar la libertad y la dig-
nidad del otro, en vista de evitar males peores,
o bien, para alcanzar bienes mayores. Lo que se
tolera no puede parecer bien, de hecho, no pare-
ce bien, sin embargo hablar de tolerancia es ha-
blar de aceptar lo que al otro sí le parezca bien,
por su libertad (Araos San Martín, 2008).
Así como los valores, la tolerancia se confor-
ma a través de una serie de convicciones que se
van adquiriendo previamente, y que en la medi-
da de lo posible, se van manteniendo como ver-
dades en nuestro sistema normativo básico. Lo
anterior surge a consecuencia de aprendizajes y
experiencias que van formando a las personas, y
que a su vez, van formando ideas en todos.
En otras palabras, se da en la medida en que
Justicia, No. 31 - pp. 135-150 - Enero-Junio 2017 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-7441
http://publicaciones.unisimonbolivar.edu.co/rdigital/justicia/index.php/justicia
estudio eMpíriCo soBre los valores deMoCrátiCos de toleranCia y respeto en la generaCión Milenaria