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un nuevo signicado la eutanasia por medio de
Alfred Hoche, indicando que los enfermos men-
tales representaban una carga nanciera para el
Estado. A raíz de esto, propuso la aniquilación
de estos sujetos; pero debido a la prosperidad
económica que se vivía en ese entonces, este
ideal no tuvo gran apogeo dentro de la sociedad.
Fue entonces, en los años de 1920 a 1933, des-
pués de la Primera Guerra Mundial, donde se
popularizó el concepto de “higiene racial”, de-
nominada a nales del siglo XIX como “higiene
social”, permitiendo el despliegue de la teoría de
Hoche de exterminar los “seres carga o lastre”
(Cuenca, 2007, pp.19-24).
Acabada la Primera Guerra Mundial surgió
un ciclo difícil para el pueblo alemán, la pérdida
económica, el desempleo, el hambre y la gran
cantidad de discapacitados, indujo a grupos so-
cialistas a pensar en la eliminación de todas las
personas inútiles, incapaces de brindar ayuda
para el desarrollo del país. Se une la caída de la
Bolsa de Nueva York el 24 de octubre de 1929,
dicultando aún más la posibilidad de salir del
agujero en el que se encontraba el Estado ale-
mán aumentando la hambruna y el desempleo.
En 1939 obtiene el poder Adolf Hitler, quien
ordena iniciar el programa Eutanasia impulsado
por la depresión nanciera, las alteraciones pa-
tológicas en las personas y el desabastecimiento
de alimentos, desatando múltiples asesinatos,
cobijando a todos los individuos minusválidos,
enfermos mentales, veteranos de guerra y an-
cianos considerados gastos innecesarios para el
Estado (Campos, 2014, pp.3-25).
“Aktion T-4” fue el seudónimo secreto que
se le dio a la práctica de la eutanasia; programa
que emprendió Hitler, a partir de julio de 1939.
Se le dio este nombre, por la dirección de la ca-
lle Tiergartenstrasse 4, ocina que coordinaba
el procedimiento en Berlín. Inicialmente la im-
plementación de cámaras de gas permitieron el
exterminio de masivas multitudes, básicamente,
compuestas por niños y adultos con deciencias
físicas y mentales. En 1941, aparentemente, Hit-
ler dio la orden de cesar las matanzas, dado que
el método utilizado se hizo público; por lo que
decide desmantelar todas las cámaras de gas que
se encontraban a su disposición. Pero a pesar de
esto, en 1942 se retoma nuevamente la práctica
de la eutanasia, utilizando en sus nuevas vícti-
mas inyecciones letales o sobredosis de drogas
en diferentes clínicas alemanas. El Tribunal
Militar Internacional de Nuremberg estableció
un número total de víctimas de 275.000 perso-
nas en el periodo comprendido de 1939 a 1942
(Cuenca, 2007, p.19).
Dados estos acontecimientos, arribaron nue-
vas situaciones que promovieron la creación de
estatutos para la aceptación de la eutanasia en
otros países. Reino Unido e Irlanda del Norte en
1950 propusieron la práctica de la eutanasia vo-
luntaria en la Cámara de los Lores; en Inglaterra
a nales de los 60 se expuso en el Parlamento
El Voluntary Eutanasia Bill (Proyecto de Ley
eutanasia voluntaria). Sin embargo, fue en los
años 70 donde la eutanasia tuvo gran acogida,
la aceptación de la carta de derechos de los en-
fermos por la Asociación Americana de Hospi-
tales, al igual que el fallo que se dio en Holanda
en 1973 donde se instauraron cuatro requisitos
Justicia, No. 31 - pp. 226-239 - Enero-Junio 2017 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-7441
http://publicaciones.unisimonbolivar.edu.co/rdigital/justicia/index.php/justicia
Eutanasia En Colombia: una mirada haCia la nuEva lEgislaCión