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A partir del año de 1991, al estatuirse la Cor-
te Constitucional como órgano supremo de in-
terpretación de la Constitución, poco a poco fue
surgiendo y consolidándose la tesis sobre vincu-
latoriedad de decisiones judiciales o precedente
constitucional, entendido como:
(…) Aquel antecedente del conjunto de sentencias
previas al caso que se habrá de resolver, [y] que
por su pertinencia para la resolución de un pro-
blema jurídico necesariamente debe considerar
un juez o una autoridad determinada, al momento
de dictar sentencia (Corte Const. T-762/ 2011).
El surgimiento de la teoría del precedente
tuvo sus primeras manifestaciones después de
proferirse la Sentencia C-113/1993, M. P. Jorge
Arango, en la que se estudió la constitucionali-
dad del artículo 21 inc. 1; el Decreto 2067/1991,
que reiteró que los efectos obligatorios de las
sentencias, solo comprende a las partes que in-
tervinieron, y la Sentencia C-131/1993, M. P.
Alejandro Martínez Caballero, que refuerza el
carácter obligatorio de las decisiones dadas en
acción pública de constitucionalidad, pero que
respecto a las demás decisiones incluida la ac-
ción de tutela, su valor de obligatoriedad am-
plicado no era admisible. No obstante, con la
Sentencia C-083/1995, M. P. Carlos Gaviria,
sobre la constitucionalidad del artículo 8 de la
Ley 153/1887, se abre paso la necesidad de lle-
nar vacíos en la ley mediante la propia Cons-
titución, caracterizada por tener elementos que
amplían su campo de acción, como los valores
y principios (Bernal, 2005). Por lo tanto, es a
la Corte Constitucional a la que le corresponde
jar su interpretación a través de su doctrina re-
vestida de fuerza obligatoria, no por provenir
de una decisión suya, que afectaría el sistema
de fuentes, sino de la propia Constitución; esta
posición fue reforzada a través de la Sentencia
de Tutela T-123/1995, M. P. Eduardo Cifuentes,
que propone disciplinar la jurisprudencia (Ló-
pez, 2000).
La aplicación de las sentencias unicadas
es obligatoria, no solo para los jueces, sino que
también para aquellas autoridades que tengan la
condición de representar el actuar del ente esta-
tal en diferentes contextos, teniendo en cuenta
que Colombia es un Estado unitario, con cen-
tralización política, pero descentralizado desde
el punto de vista territorial, funcional, por servi-
cios y colaboración.
La Extensión de la Jurisprudencia del Con-
sejo de Estado tiene su génesis en el Derecho
colombiano con la expedición de la Ley 1395/
2010, artículo 114, que abarca materias espe-
cícas sobre pensión de jubilación, prestacio-
nes sociales y salariales de sus trabajadores o
aliados, relacionadas con daños causados con
armas de fuego, vehículos ociales, daños a re-
clusos, conscriptos, o en conictos tributarios o
aduaneros, pero su aplicación por parte de las
autoridades administrativas era más de carácter
facultativo; no obstante, con la expedición de la
Ley 1437/2011 se reguló de forma más detallada
su aplicabilidad.
Al desarrollar la presente investigación se
puede detectar que en cierta forma la creación
de la solicitud de extensión de jurisprudencia es
una muestra de cómo puede conuir la obedien-
cia a la ley (Prieto, 2010) sin descartar el papel
Justicia, No. 30 - pp. 152-168 - Diciembre 2016 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-7441
http://publicaciones.unisimonbolivar.edu.co/rdigital/justicia/index.php/justicia
nini joHanna taPiero rodríguez