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constructo de un ideario rebelde, basado en una
concepción de hombre que ama la libertad en
todas sus acepciones y concepciones más pro-
fundas. El ideario bolivariano se plantea en el
escenario político como un referente de unidad
táctica, incluso estratégica, y en la actual coyun-
tura política latinoamericana, ha permitido el
avance de movimientos anti capitalistas con un
marcado acento socialista y anti imperialista.
Para nalizar, resulta ineludible generar es-
pacios de discusión y debate que permitan el
avance conceptual y teórico en relación a la con-
cepción materialista de la historia desde una mi-
rada americana. En este sentido, la aproximación
al pensamiento construido desde las identidades
culturales, políticas, sociales y económicas en
Latinoamérica hacen parte de la necesidad de
generar discusión en torno a los procesos alter-
nativos surgidos en América Latina, como es el
ya citado caso de la República Bolivariana de
Venezuela.
Uno de los objetivos del presente texto es en-
tender ¿cómo se formulan puntos de convergen-
cia entre distintos pensamientos emanados de
Latinoamérica y el marxismo? De acuerdo con
esto, el pensamiento latinoamericano es creado
mediante una interacción de ideas provenien-
tes del viejo mundo y por medio de un choque
de tendencias desde la colonización, pasando
por la independencia, hasta la llamada moder-
nidad. Así, aunque nuestro pensamiento no es
una creación propia en su totalidad, fue pensado
para nuestro contexto por intelectuales y líderes
rebeldes que piensan en las trasformaciones es-
tructurales de la sociedad. Por mencionar a algu-
nos: José Carlos Mariátegui, José Martí, Simón
Bolívar, Simón Rodríguez, Ernesto Guevara De
la Serna, Eduardo Galeano, Atilio Borón, Fidel
Castro, Camilo Torres, Paulo Freire, entre otros.
El espacio y tiempo en el que se encuentra
lo que José Martí llama Nuestra América no es
el mismo en el cual pensaron los grandes teóri-
cos de la revolución, como Marx, Engels, Le-
nin, Mao, Trotsky entre otros, quienes pensaron
y gestaron la revolución y el socialismo en sus
contextos particulares.
En este mismo orden de ideas, los continua-
dores de Marx deben replantear siempre y con-
textualizar la teoría revolucionaria, teniendo en
cuenta para ello elementos sociológicos, antro-
pológicos, losócos, históricos e incluso geo-
grácos, que nos permiten entender, por ejem-
plo, el papel de los movimientos indígenas y la
construcción del socialismo en América Latina.
CONCLUSIONES
A modo de conclusión, es evidente que no
se pueden comprender las lógicas intrínsecas
de América Latina sin reconocer las contradic-
ciones inmersas en la historia como parte de la
totalidad. En este sentido, la dialéctica, como
método de interpretación e investigación, cobra
vigencia. Prueba de ello son las constantes lu-
chas por el poder político, así como el someti-
miento de los pueblos oprimidos.
La lucha de clases como motor neurálgico de
la historia es una constante a lo largo y ancho del
territorio latinoamericano. Por ende, se puede
decir que la historia y la dialéctica se presentan
en Nuestra América de forma indisoluble.
Justicia, No. 28 - pp. 187-197 - Diciembre 2015 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-7441
http://publicaciones.unisimonbolivar.edu.co/rdigital/justicia/index.php/justicia
aleJandro Blanco z., miguel espinosa