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tal Jesús Maestro Fe y Alegría perciben su condición so-
cioeconómica en un nivel medio (51,2 %) y en un nivel
bajo (48,8 %), identificando en sus hogares limitaciones
económicas y sociales. En tal sentido, al determinar los
factores socioculturales, se puede considerar que la cali-
dad del ambiente familiar se relaciona con el desarrollo
de la salud y el aprendizaje de los niños, e influye directa
y significativamente en varias dimensiones del desarrollo
del alumno, específicamente en la comprensión lectora,
el desarrollo cognitivo y la adaptación socio-emocional
(Herrera, Treviño & Ezequiel, 2009).
Los resultados de los factores personales aso-
ciados a la comprensión lectora, evidencian que para
generar una actitud lectora en los estudiantes, la insti-
tución educativa ha generado espacios pedagógicos para
fomentar la comprensión lectora, y aunque, expresan
los docentes, son pocos los que participan y se animan,
continúan trabajando en ello. Estos hallazgos son con-
sistentes con los aportes de Fons y Buisán (2012) en sus
reflexiones sobre los perfiles y prácticas docentes frente
a los procesos de lectura, comprensión y aprendizaje sig-
nificativo.
En cuanto a los hábitos lectores en casa, las fami-
lias cuentan con recursos limitados para invertir en tex-
tos, y aunque el 51,2 % cuenta con toda clase de textos,
los padres no realizan acompañamiento en casa de acti-
vidades escolares, ni seguimiento al tipo de lectura que
realizan los estudiantes. De hecho, los profesores comen-
tan que cuando realizan actividades de comprensión lec-
tora en aula, los estudiantes denotan poco interés, y en
esa medida se puede afirmar que la motivación hacia la
lectura no es siempre de tipo intrínseco, sino que depen-
de de factores externos (Guerra & Robles, 2014). Esta
postura del estudiante también es consecuente con la
edad por la que atraviesan, que en su mayoría son ado-
lescentes preocupados por participar de actividades di-
ferentes a la lectura en su tiempo libre. Según Giménez
(2014), este fenómeno puede repercutir en el placer de
la lectura y, por ende, en la participación de los clubs de
lectura u otras actividades relacionadas con el dominio
del lenguaje desde la infancia y la adolescencia.
Por otra parte, es importante resaltar que un gru-
po significativo de jóvenes, para generar espacios de co-
municación en el mundo se encuentra atrapado por la
tecnología y, en esa medida, debe realizar procesos de
lectura. Esta situación se puede aprovechar para fomen-
tar la lectura en este sector de nuestra población de una
manera significativa y pertinente (Rivera, 2013; Vieiro,
Peralbo, & García, 1997; Mangen, Walgermo, & Brøn-
nick, 2013).
En este punto se debe reconocer que, para cons-
truir lectores competentes, padres, maestros e hijos han
de trabajar de manera conjunta. También es funda-
mental la constancia y paciencia en esta construcción
(Duque, 2012); y por ello el gran reto de la Institución
Educativa Distrital Jesús Maestro Fe y Alegría es seguir
construyendo comunidad académica que apunte a espa-
cios que promuevan, fomenten y potencialicen las com-
petencias lectoras, camino que no solo lleva a una mejor
calidad educativa, sino también a elevar la calidad de
vida.
Efectivamente, educar en la comprensión lectora
implica educar en la comprensión en general, estimulan-
do el desarrollo de las capacidades para recibir, interpre-
tar y juzgar la información, base fundamental de todo
pensamiento crítico y analítico. No puede concebirse el
proceso de comprensión lectora como acto pasivo, sería
un error pensar tal cosa. Es más bien un proceso activo
de construcción de significado, a través del cual el lector
Psicogente, 19 (36): pp. 296-310. Julio-Diciembre, 2016. Universidad Simón Bolívar. Barranquilla, Colombia. ISSN 0124-0137 EISSN 2027-212X
http://publicaciones.unisimonbolivar.edu.co/rdigital/psicogente/index.php/psicogente
FactoRes asocIados a la coMPRensIón lectoRa en estudIantes de noveno gRado de baRRanquIlla