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DISCUSIÓN
La violencia que se vive en el estado de Coahuila
aumenta con el paso de los años. Se han hecho investi-
gaciones desde el inicio de este fenómeno y, a la fecha, si-
gue presentándose. Por eso sigue siendo un tema de gran
interés para los investigadores. Los hechos violentos que
ocurren en el Estado causan mucha inseguridad en los
ciudadanos, y propician miedo a que se repitan, siendo
esto último su mayor dificultad, pues de acuerdo con
la mayoría de participantes (85,4 %), se reporta un alto
índice de lesionados y muertos (61,3 % y 41,9 % respec-
tivamente). Según las respuestas registradas, el 85,4 %
de los ciudadanos percibió violencia con un 61,3 % de
personas lesionadas y 41,9 % muertas. Entendiéndose
como violencia a la acción ejercida por una o varias per-
sonas para someter de manera intencional a otra o a un
grupo de personas a maltrato, presión, sufrimiento, ma-
nipulación u otra acción que atente contra la integridad
física, psicológica y moral. O, de manera más abreviada,
a la presión psíquica o abuso de la fuerza ejercida contra
una persona con el propósito de obtener fines contra su
voluntad (González et al., 2008); la población encuesta-
da refiere un alto porcentaje de violencia, en cuanto a
su acción contra la integridad física, que termina por
vivirse también como un atentado contra la integridad
psicológica.
Por otra parte, las emociones, definidas por Farré
y Lasheras (1999, p. 131) como una: “reacción negativa
o positiva de carácter brusco y de duración breve que
aparece como respuesta ante objetos o acontecimientos
externos e internos” juegan un papel muy importante
en el fenómeno de la violencia. Tanto las emociones que
presenta la víctima como las del victimario son impor-
tantes, pues, la mayoría de las veces lo que se siente emo-
cionalmente, se expresa físicamente; y también cumple
con la función de alertar y proteger a la totalidad del sis-
tema humano (Nieto, Abad, Esteban & Tejerina, 2004).
Con relación a lo anterior, lo reportado por los partici-
pantes en el presente estudio indica que la principal red
de apoyo de las mujeres es la familia, mientras que los
hombres se apoyan más en sus amigos. Tradicionalmen-
te, en México, las mujeres han vivido en un contexto de
mayor vulnerabilidad respecto a la violencia (ONU), lo
que ha propiciado una reacción diferenciada en función
del género. Lo anterior se evidencia en las emociones
referidas por las participantes, quienes reportan miedo
y tristeza, en oposición al enojo de los hombres (y no se
debe perder de vista que esto último puede generar a su
vez más agresión entre la población). Asimismo, al rela-
cionar la representación social de la violencia por géne-
ro, aparece una diferenciación muy clara, en la cual los
hombres perciben haber tenido un muy buen dominio
de la situación (92,3 %), mientras que las mujeres, en su
reacción, refieren mal control del evento (71,8 %).
En cuanto a la manera de resolver las situaciones,
las principales estrategias de afrontamiento por parte de
los ciudadanos fue la búsqueda de soluciones, enfrentar
el problema, tomar más precauciones al salir de casa y
el olvido. Como lo refieren Sullivan y Everstine (2004,
p. 218), es necesario tomar en cuenta, que “el tratamien-
to de una víctima de crimen violento no es una tarea
sencilla, debido a que la persona puede resistirse a la
lucha emocional que conduce a la recuperación”. En
V
IOLENCIA
P
SICOSOCIAL
EN
EL
N
ORESTE
DE
M
ÉXICO
: R
EPERCUSIONES
EN
LA
S
ALUD
M
ENTAL
Psicogente, 18 (33): pp. 11-21. Enero-Junio, 2015. Universidad Simón Bolívar. Barranquilla, Colombia. ISSN 0124-0137 EISSN 2027-212X
http://publicaciones.unisimonbolivar.edu.co/rdigital/psicogente/index.php/psicogente
Tabla 7. Prueba X
2
. Comportamiento durante y después de
la situación. Coahuila, 2013-2014
*p <0.050
Ítem Categoría
Sexo
Hombre Mujer
¿Cómo cree
que se controló
durante la
situación?
Mal 28,2 % 71,8 %*
Regular bien 39,5 % 60,5 %
Muy bien 45,3 % 54,7 %
Excelente 92,3 % 7,7 %*