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Psicogente, 18 (33): pp. 129-140. Enero-Junio, 2015. Universidad Simón Bolívar. Barranquilla, Colombia. ISSN 0124-0137 EISSN 2027-212X
http://publicaciones.unisimonbolivar.edu.co/rdigital/psicogente/index.php/psicogente
Por otra parte, las situaciones conflictivas analiza-
das tienen otra particularidad respecto al carácter públi-
co que adoptan. Son relaciones de conflicto que asumen
formas de disputas, y demandan un tratamiento público
de justicia en un ámbito estatal de administración de
conflictos (Matta, 2012). Es decir, las disputas consti-
tuyen la forma concreta, situada y socioculturalmente
elaborada, mediante la cual los conflictos se hacen pú-
blicos. Por lo tanto, interesan los aspectos manifiestos
de la disputa, en términos de acciones comportamen-
tales concretas, y algunos elementos latentes como las
presunciones, dada su articulación con procesos socio-
culturales. Los vínculos interpersonales entre las perso-
nas que participan de las disputas están marcados por la
reciprocidad entre ellas (Matta, 2012) y por el hecho de
ser parte de una comunidad determinada, aspectos indi-
sociables de las situaciones conflictivas. En este sentido,
Montero (2005) plantea que el concepto de comunidad
implica procesos de integración entre vecinos y vecinas,
el sentimiento de existencia de un nosotros, relaciones
sociales estrechas que suponen solidaridad y ayuda, y la
creación de un espacio de pertenencia. En las situacio-
nes de conflicto, tales dimensiones imprimen matices
en los enunciados vinculados a la pertenencia y la in-
tegración, cuestiones que inciden en el desarrollo de la
disputa por la historia de la relación, y la inserción de
ambas partes en la comunidad.
Como expresa Lapalma (2001), al analizar los
componentes del escenario de la intervención comunita-
ria, el medioambiente aparece como un espacio social y
territorial conflictivo, dado que es un espacio histórico,
político, socioeconómico y cultural, caracterizado por la
existencia en él de actores sociales. En otras palabras,
es un espacio donde se ejercitan posiciones de poder,
entendido este como “una relación: no se puede desa-
rrollar más que a partir del intercambio de los actores
comprometidos en una determinada relación, pues en
la medida en que toda relación entre dos partes supone
intercambio y adaptación entre ambas, el poder está in-
separablemente ligado a la negociación: es una relación
de intercambio, por lo tanto, de negociación” (Crozier,
Friedberg, 1990, p. 56). Desde un punto de vista más
cercano a la Psicología Social Comunitaria, Serrano-
García y López-Sánchez, (1990, p. 356) proponen que:
“la relación de poder, se caracteriza por la existencia de
dos agentes, ubicados históricamente en una base ma-
terial asimétrica, que están en conflicto por un recurso
que uno controla y al otro interesa”.
En este marco, aparecen los patrones de interac-
ción vinculados al género, que indiscutiblemente surgen
en situaciones de disputas en las comunidades: “Los pa-
trones de interacción social son modos colectivos carac-
terísticos de comportamiento o conducta social conjun-
ta que emergen a partir del obrar de múltiples acciona-
res individuales y sin que los individuos mismos que los
ponen en juego se hayan puesto consciente y explícita-
mente (pero sí tácita e implícitamente) de acuerdo para
dejar constituido semejante curso general de su obrar”
(Sotolongo Codina, Delgado Díaz, 2006a, pp. 117-118).
Esto implica el involucramiento de personas concretas,
la plasmación a través de prácticas de un contenido pro-
pio, ciertos lugares específicos donde los patrones de in-
teracción se desenvuelven, y ciertos momentos particula-
res. Pero también involucra fines concretos y específicos,
así como particulares circunstancias de desenvolvimien-
to, y ciertos modos o maneras de plasmarse. Asimismo,
los patrones de interacción social comprenden tramas
de expectativas mutuas entre las personas participantes,
expectativas relacionadas con el comportamiento colec-
tivo familiar, educacional, laboral, de género, entre otros.
Justamente, este último es el eje sobre el cual discurrirá el
análisis de las situaciones de disputa vecinal que siguen
a continuación.