Editorial
Sobre la valoración de la Teoría de la Mente
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Conceptualmente la Teoría de la Mente (ToM por las siglas en inglés Theory of Mind) se define como “la capa-
cidad para hacer atribuciones de intenciones, deseos y creencias tanto en los demás como en sí mismo” (Wellman,
Cross & Watson, 2001). Sin embargo, cuando se pretende evaluar esta capacidad, las maneras de hacerlo resultan
diferentes una de otra, y aunque cada una de ellas evalúa en sí mismo, el principio que emplea para estimar la pre-
sencia de la ToM, difiere una de otra.
En este sentido, se pueden enumerar tres tipos de tareas clásicas con las que se ha evaluado a la ToM desde
que se inició su estudio siendo estas: las tareas de falsa creencia, las tareas basadas en el lenguaje pragmático y las
tareas de atribución de estados emocionales (Pineda-Alhucema, Jiménez, Puentes, 2012). En las tareas de falsa creen-
cia, también conocidas como de cambio inesperado, se entiende que el niño posee una ToM cuando es capaz de
entender que una persona tiene una creencia que es falsa, es decir, que no está acorde con la realidad. Por ejemplo,
el que una persona crea que un objeto está en un lugar porque allí lo dejó, cuando en realidad está en otro porque
este fue cambiado de puesto sin que el sujeto se diera por enterado.
Por su parte, en las tareas basadas en el lenguaje pragmático, como las historias extrañas de Happé, la tarea de
paso en falso o el Hinting task (Pineda-Alhucema, Escudero-Cabarcas y Vásquez, 2015; Slaughter y De Rosnay, 2017),
estiman que la ToM está presente cuando el sujeto puede comprender el sentido implícito de un enunciado pese a
que el sentido explícito es completamente opuesto, como ocurre por ejemplo con las ironías. Y Finalmente, están
las tareas que se basan en la atribución de estados emocionales, como de la lectura de la mente en los ojos (Baron-
Cohen, Wheelwright, Hill, Raste y Plumb, 2001) que básicamente se trata de la atribución de un estado emocional
al contorno de los ojos de un rostro humano. Esta tarea se diferencia de las tareas de reconocimiento de emociones
en que mientras para las segundas, el objetivo es ver si un sujeto puede o no reconocer cierta emoción, en las tareas
de atribución, no solo se trata de atribuir emociones básicas como felicidad o tristeza, sino estados emocionales-
intencionales como por ejemplo, aburrido, persuasivo o “pensando en algo triste”.
En la literatura científica, cada una de estos tipos de tareas han sido usadas como indicadores para estimar la
ToM, y aunque lo son, es necesario tener cuidado al interpretar los datos que arrojan. Por ejemplo, existen estudios
con resultados contradictorios en los que se afirma por un lado que los niños con TDAH no tienen alteraciones de
ToM (Kuijper, Hartman y Hendriks, 2015), pero hay otros que dicen que sí (Shuai, Chan y Wang, 2011). Sin embar-
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go, cuando se mira en detalle, resulta que las tareas empleadas fueron diferentes, por lo que no sería prudente hablar
taxativamente de la presencia o ausencia de la ToM, basándose en un solo tipo de tarea, ya que, como se mostró,
cada tarea funciona bajo un principio diferente aunque asociado al concepto de ToM.
Es entonces necesario que se interpreten con cuidado los resultados de todos los estudios que se han hecho
sobre ToM, pues el lector descuidado puede considerar que hay contradicciones entre los estudios cuando en reali-
dad lo que ocurrió fue que se emplearon perspectivas diferentes de la forma de evaluar la ToM. Por la naturaleza de
este texto, no es posible extender el argumento sobre la necesidad de ser prudentes a la hora se hacer afirmaciones
sobre la ToM en niños con características demográficas y clínicas específicas. Sin embargo, por medio de este se hace
un llamado a la prudencia a la hora de seleccionar los trabajos que sobre ToM se han de revisar para evitar llegar a
conclusiones erróneas.
Wilmar Fernando Pineda-Alhucema
Universidad Simón Bolívar
Barranquilla-Colombia
orcid.org/0000-0002-9991-8983
Referencias
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revised version: A study with normal adults and adults with Asperger Syndrome or high-functioning autism.
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Account in Their Production of Ambiguous Pronouns. PLoS ONE 10(7): e0132408. Doi:10.1371/journal.
pone.0132408
Pineda-Alhucema, Escudero-Cabarcas, J. y Vásquez, F. (2015). Cognición social en el Trastorno por Déficit de Aten-
ción - Hiperactividad: El lenguaje pragmático como indicador de teoría de la mente en niños/as con TDAH.
En Alarcón, Vásquez, Pineda y Martínez (Eds). Estudios actuales en psicología. (pp. 19-32). Barranquilla. Edicio-
nes Universidad Simón Bolívar.
Pineda-Alhucema, W. Jiménez, G. Puentes, P. (2012). Retrospectiva y prospectiva de la teoría de la mente; avances
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Shuai, L., Chan, R., y Wang, Y. (2011). Executive Function Profile of Chinese Boys with Attention-Deficit Hyperac-
tivity Disorder: Different Subtypes and Comorbidity. En Archives of Clinical Neuropsychology 26. 120-132. Doi:
10.1093/arclin/acq101
Slaughter, V. & De Rosnay, M. (2017). Theory of mind development in context. NY: Routledge.
Wellman, H.M., Cross, D., & Watson, J. (2001). Meta-analysis of theory-of-mind development: The truth about false
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Editorial
Related to Theory of Mind assessment
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According to Wellman, Cross & Watson (2001) the theory of mind (ToM) is defined as the ability to attribute
intentions, desires and beliefs to others and oneself; however, the ways to assess this ability are different from each
other; although each assesses the theoretical construct itself, the principle considered to estimate the presence of
ToM, differs from each other.
In this way, since this study starts, three kinds of classical tasks were assigned to assess the ToM, (Pineda-
Alhucema, Jimenez and Puentes, 2012),as follows: First, the false believe tasks, also known as unexpected change; it
means that the child has ToM when he is able to understand that a person has a false belief, in other words, when it
is not in accordance with reality, for example: a person who thinks an object is in a specific place because he or she
left it there, but it is in other place because it was shifted without the subject noticing it.
A second way to assess ToM y using tasks based on pragmatic language such as the Heppe’s strange stories
or the Hinting task (Pineda-Alhucema, Escudero-Cabarcas and Vásquez, 2015; Slaughter and De Rosnay, 2017), in
which it is considered that there is ToM when the individual can understand the implicit meaning in a sentence
while its explicit meaning is opposite, as occurs in ironies for example.
Finally, there are the tasks based on attribution of emotional states, like the Reading the Mind in the Eyes
(Baron-Cohen, Wheelwright, Hill, Raste and Plumb, 2001) which basically the individual has to make an emotional
attribution to the contour of the eyes of human faces, this being different from the tasks of emotion recognition
whose objective is to check if a subject can recognize an emotion or not; in the attribution tasks the objective is not
only attributing basic emotions such as happiness or sadness but also, emotional-intentional states, for example:
boring, persuasive or “thinking about some sad things”.
According to the scientific literature, each of these types of tasks have been used as indicators to estimate the
ToM, and even they are, it is necessary to be careful when interpreting data that sheds. For example, there are stud-
ies with contradictory results that on the one hand say that children with ADHD do not have alterations of ToM
(Kuijper, Hartman and Hendriks, 2015), but there are other which inform that there are alterations (Shuai, Chan
y Wang, 2011), however, when we look in detail, we find that the tasks employed were different, so it would not be
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wise to talk strictly about the presence or absence of the ToM based on only one type of task, since as shown above,
each task runs under a different principle, although associated with the concept of ToM itself.
As a conclusion, it is necessary to interpret the results of all the studies conducted about ToM very carefully;
since a careless reader may consider that there are contradictions between the studies when what it has happened
was that the way of assessment in relation with ToM were from different perspectives. Because of the nature of this
document is not possible to extend the argument related to the necessity of being prudent to make statements about
ToM in children with specific demographic and clinical characteristics; However, through this paper, I do a call for
prudence in selecting the works that have to be reviewed to avoid reaching erroneous conclusions about ToM, is
demanded.
Wilmar Fernando Pineda-Alhucema
Universidad Simón Bolívar
Barranquilla-Colombia
orcid.org/0000-0002-9991-8983
References
Baron-Cohen, S., Wheelwright, S., Hill, J., Y., Raste & Plumb, I. (2001). The “Reading Mind in the Eyes” Test
revised version: A study with normal adults and adults with Asperger Syndrome or high-functioning autism.
Kuijper SJM, Hartman CA, Hendriks P (2015). Who Is He? Children with ASD and ADHD Take the Listener into
Account in Their Production of Ambiguous Pronouns. PLoS ONE 10(7): e0132408. Doi:10.1371/journal.
pone.0132408
Pineda-Alhucema, Escudero-Cabarcas, J. y Vásquez, F. (2015). Cognición social en el Trastorno por Déficit de Aten-
ción - Hiperactividad: El lenguaje pragmático como indicador de teoría de la mente en niños/as con TDAH.
En Alarcón, Vásquez, Pineda y Martínez (Eds). Estudios actuales en psicología. (pp. 19-32). Barranquilla. Edicio-
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Pineda-Alhucema, W. Jiménez, G. Puentes, P. (2012). Retrospectiva y prospectiva de la teoría de la mente; avances
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Shuai, L., Chan, R., y Wang, Y. (2011). Executive Function Profile of Chinese Boys with Attention-Deficit Hyperac-
tivity Disorder: Different Subtypes and Comorbidity. En Archives of Clinical Neuropsychology 26. 120-132. Doi:
10.1093/arclin/acq101
Slaughter, V. & De Rosnay, M. (2017). Theory of mind development in context. NY: Routledge.
Wellman, H.M., Cross, D., & Watson, J. (2001). Meta-analysis of theory-of-mind development: The truth about false
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