185
viana ángela bustos arCón, ana rita russo de sánCHez
rrollo emocional temprano, y con mayor rigor en casos
de interferencias en el desarrollo. El escenario colombia-
no ocupa un sinfín de dificultades afectivas y sociales en
la infancia, las ciencias humanas parecen escasas frente
a sus problemáticas, y en sus efectos, o sea, la salud men-
tal: los trastornos mentales y las dificultades relaciona-
les. Por lo que es urgente “(…) promover la recuperación
física y psicológica y la reintegración social de todo niño
víctima de: cualquier forma de abandono, explotación
o abuso; tortura u otra forma de tratos o penas crue-
les, inhumanos o degradantes; o conflictos armados”
(UNICEF, 1989, artículo 39, p.36). El desarrollo psicoa-
fectivo es una prioridad, y las cifras en materia de salud
mental en la infancia sugieren que las interferencias en
el desarrollo impiden el curso esperado de lo biopsico-
social vital para la consolidación de las potencialidades
humanas y la personalidad.
La psicología dinámica (Bayona, 2012) compren-
de que “(…) Las pautas básicas se establecen durante el
proceso de maduración emocional, y los factores más
influyentes son los que actúan al comienzo” (Winnicott,
1970a, pp.48-49), es decir, que ocupan un lugar deter-
minante en el desarrollo psicoafectivo y en las raíces de
la personalidad adulta. Más aún, se considera que “(…)
la salud mental no depende solo de la herencia ni de
acontecimientos fortuitos, sino que sus fundamentos se
construyen en forma activa en la primera infancia (…)”
(Winnicott, 1965, p.206). Por lo que la atención oportu-
na de las interferencias en el desarrollo, son vitales en la
salud óptima durante la infancia (Phillips, 1988; Tamez,
Ortega, Roa, Russo & Galindo, 2006; Rangel, 2009).
Durante este tiempo diversas teorías de la salud mental
en el ciclo vital de la vida han emergido. Pasando por
Freud, Klein, Bowlby, Jung, Erikson, Piaget y Vygotsky,
múltiples teorías (…) algunas de ellas (…) han dejado
una indeleble huella en el entendimiento actual de
cómo el humano vive y experimenta la salud mental y
cómo la pierde. (Romo & Patiño, 2014, p.68)
Siendo que “El niño es el nivel más frágil de una
estructura (…)” (Cohen, 2015, p.11), no puede ser deli-
berada su protección. En consecuencia, es urgente pro-
mover “La tendencia a la recuperación (…)” (Winnicott,
1963, p.85), ello implica, comprender, desarrollar y per-
feccionar acciones, estrategias y programas en pro de la
recuperación psicoafectiva como un modelo integrador
de los procesos madurativo-constitucionales de la infan-
cia en condiciones de interferencias en el desarrollo.
Salud mental y Organización Mundial
de la Salud- OMS
La salud mental en Colombia y en el mundo se
sustenta desde la Organización Mundial de la Salud
(OMS) en un modelo biopsicosocial, y se comprende
como “(…) un estado de bienestar en el que la persona
materializa sus capacidades y es capaz de hacer frente al
estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva
y de contribuir al desarrollo de su comunidad” (OMS,
2013, p.42), por lo que todas las acciones en materia
de salud mental “(…) implican la creación de condicio-
nes individuales, sociales y ambientales que permitan el
óptimo desarrollo psicológico y psicofisiológico” (OMS,
2004, p.17) de los individuos y su comunidad. La salud
mental “[…] se asocia con cuatro concepciones de la sa-
lud mental: a) como ausencia de síntomas disfunciona-
les, b) como bienestar físico y emocional, c) como cali-
dad de vida y d) como presencia de atributos individua-
les positivos” (Escobar & Cova, 1997, citado por Palacio
& Martínez, 2007, p.116).
La salud mental es además “(…) una parte indivi-
| Psicogente | 21 (39): pp. 183-202 | Enero-Junio, 2018 | Colombia ISSN 0124-0137 EISSN 2027-212X |